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Entrevista a Rodrigo Fresan

Par Fernanda Salomão Vilar : Lectrice - ENS de Lyon
Publié par Christine Bini le 23/06/2011

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Vidéo de l'interview de Rodrigo Fresan qui a eu lieu le 28 mai 2011, dans le cadre des Assises Internationales du Roman de Lyon. Cette page présente également un enregistrement d'une lecture par l'auteur de son texte "efectos especiales, afectos especiales" lors de la table ronde des Assises, ainsi que la transcription de l'interview et la traduction de cette transcription en français.

Presentación

El 28 de mayo 2011, en el evento literario "Assises Internationales du Roman" de Lyon, tuve la oportunidad de hablar con el escritor argentino Rodrigo Fresán.

Rodrigo Fresán nació en Buenos Aires en 1963. Tuvo una infancia de interiores, como él mismo dice, encerrado en casa, y  el principal recuerdo que guarda de su infancia es el de los libros que leía. Por eso su ciudad natal podría ser perfectamente Canciones Tristes, que, como él, no está sujeta a un lugar o territorio, sino que puede moverse por aquello que podríamos llamar mundos imaginarios, construidos a partir de una biblioteca. A Fresán no le gusta definirse como escritor argentino, sino como escritor de su biblioteca. Ha llegado a afirmar que no cree en literaturas nacionales.

Desde 1984 ha ejercido de periodista, como medio para ganarse la vida y poder dedicarse además a su faceta de escritor. Su actividad como  periodista no es muy convencional, ya que es un trabajo con trasfondo literario. Aunque pasar de un modo de escritura al otro es tan difícil como cambiar de traje de astronauta, como él mismo explica.

Su primer libro, Historia Argentina, fue elegido por la crítica como la revelación narrativa de 1991. En 1993 publicó Vida de Santos, en 1994, Trabajos Manuales. Su novela Esperanto, publicada en 1995, mereció el elogio general de la crítica, que consideró a Fresán uno de los más "prometedores escritores jóvenes". Tuvo mucho éxito en su debut como escritor y sigue produciendo una obra de calidad, con títulos como La velocidad de las cosas (1998), Mantra (2001), Jardines de Kensington (2003) y El fondo del cielo (2009). En la primera parte de esta entrevista él nos habla de sus novelas y de la relación que tienen con el mundo de hoy por sus múltiples referencias, así como de la infancia y de la muerte, asuntos primordiales para un escritor, según él mismo. En la segunda parte, conocemos un poco mejor su biblioteca y sobre los autores que más le influenciaron.  

Entrevista video

https://video.ens-lyon.fr/eduscol-cdl/2011/2011-05-28_ESP_Fresan_01.mp4

Bonus

Lecture par l'auteur de son texte "efectos especiales, afectos especiales" lors de la table ronde des AIR.  

https://video.ens-lyon.fr/eduscol-cdl/2011/2011-05-28_ESP_Fresan_02.mp3

Transcriptions

Transcription de l'interview en espagnol

Mi primer contacto con su obra fue hace un mes y empecé por Historia Argentina, que en un momento dado se define como "histeria argentina". En el inicio del libro vemos que trabaja la historia según sus posibilidades (por ejemplo el primer cuento, que trata de dos exploradores españoles obtusos intelectualmente), es decir, que hace una distorsión de la historia que aún así es creíble por sus resultados finales. ¿Qué cambiaría de la historia reciente de los últimos 10 años? ¿Cómo haría esta ucronía para reconstruir el mundo y ofrecernos otra visión de los hechos?

No sé si cambiaria algo, me parece que sería una responsabilidad muy grande. En cualquier caso, uno todo el tiempo está jugando con la historia y con las historias en la propia obra. El modo de uno ser escritor prescinde de asumir y aceptar el hecho de que no puede cambiar la historia, entonces desciende o asciende a un escenario diferente que puede ser más noble o más bastardo para ser como uno quiere o como gustaría que fuese.

Como ha dicho en algunas entrevistas, a los argentinos les gustan mucho las referencias, y usted lo ejemplifica de forma extrema en sus obras. Me ha hecho mucha gracia leer que en la discoteca Esperanto se encuentre con un periodista que se parece a Ringo Star, y si vemos sus fotos, podemos pensar en usted; o por otra parte, que hable de Dylan como un personaje utilizando su verdadero nombre, por citar algunas.  ¿Hace eso para que los lectores que reconocen las referencias dibujen una sonrisa cómplice en los labios y se sientan próximos a usted y a su universo? ¿O es una manera de decir que compartimos ese mundo y que no podemos escapar de la globalización?

Creo que un poco todo de todas las opciones que me has dado. Es cierto que el gran escritor totémico argentino que es Borges ya está lleno de referencias. Yo siempre digo que uno de los hechos más puntuales que a mí me ha influenciado como escritor no es estrictamente algo literario sino lo recuerdo con mucho cariño, con mucha intriga y con mucho asombro a la perfección este día cuando era niño, tenía 5 años, y mi padre llegó en mi casa con la portada de Sgt. Peppers Lonely Hearts Club Band con todos sus personajes y yo ya recuerdo entonces preocupándome mucho por averiguar quién era cada uno y porque estaba allí. Mis libros tienen un poco de lo que dices, pretenden mostrar una idea más o menos integral del mundo, coquetean también y gustan de provocar ciertos reconocimientos para con el lector y al mismo tiempo obedecen a esa primera gran intriga de mi infancia, es decir, porque están aquí, quiero que mis libros se parezcan a esa portada de disco.

En el cuento La vocación literaria, en  Historia argentina,  hay un niño que es secuestrado porque no encuentran a sus padres, del mismo modo que usted sufrió la misma experiencia en su infancia. Tengo la sensación que su realidad y su ficción se confunden. En Jardines de Kensington hay una apasionada reflexión sobre la infancia. Además ha dicho en una entrevista que lo más significativo que puede pasar en nuestra vida ocurre antes de los 12 años.  ¿Sus temas salen de esta época? ¿Usted juega con la ambigüedad para despistar al lector?

No, la infancia pasa prácticamente, quiero decir todas las arias o todos los motivos musicales de tu vida ya se ejecutan durante tu infancia, luego son variaciones. Tal vez lo único, a no ser que seas muy precoz, es el tema sexual. Creo que es lo único que queda para pasar más adelante. Pero yo creo que sí, que la infancia es el caldo deductivo de casi toda la vocación literaria que es el relato tal vez más estrictamente autobiográfico que yo he escrito. Es un poco curioso, porque yo cuando lo escribí obviamente iba recordando lo que me había sucedido y poniendo sobre el papel y a la medida que van pasando los años la versión oficial es más el relato que la realidad. O sea, que yo ahora no podría distinguir, es decir, el cuento se ha devorado la realidad, la ficción se ha devorado la no ficción, el relato es el que me queda del recuerdo, pues está mejor escrito. Pero básicamente es verdad.

Usted juega con los iconos de la globalización para ofrecernos, según sus palabras, un irrealismo lógico. Yo le preguntaría incluso si ¿no sería también un realismo alucinógeno?   También, seguramente. Lo de lo irrealismo lógico fue una etiqueta que yo me inventé a mi mismo un poco cansado de responder al efecto del realismo mágico de la literatura latinoamericana, sobretodo en el extranjero. Todo tiempo estaba un poco respondiendo al fantasma del boom realismo mágico y se ha añadido a todo esto un nuevo fantasma que es el de Roberto Bolaño,  como referente. Estas todo el tiempo como, no intentando defenderte, porque yo no tengo ningún problema con lo del realismo mágico, yo fui muy amigo de Roberto también, pero hay una especie de trabajo constante del escritor que es de estar posicionándote o ubicándote donde te gustaría estar. Yo soy bastante enemigo de las etiquetas, no me gustan los grupos o las generaciones, me parece que cuando uno empieza a escribir, más allá de todos los motivos literarios o sofisticados que pueda tener, en realidad lo que está debajo de todo esto es que uno escribe porque le gusta estar solo, leer a solas y escribes a solas.

En su libro, « Jardines de Kensington », aparecen las siguientes frases:

"Se necesitan muertos para fabricar fantasmas. [...] Barrie siempre lo ha sabido, desde el principio, desde la muerte de su hermano David: hasta que no tienes fantasmas no puedes considerarte un hombre verdaderamente rico. Si tienes fantasmas lo tienes todo. Siembra muertos y cosecharás fantasmas. Los muertos son, siempre, obras maestras de la literatura"

¿Quién se relaciona con la muerte se vuelve escritor?

Pues yo nací muerto clínicamente, o sea, también tengo una relación. Empecé por el final, no es por casualidad que mis libros empecen por escenas finales y luego vuelvan para atrás. Pero si lo que está claro es que la muerte es el final de algo y los escritores tienen una preocupación por el final. Quiero decir, la idea del final es como la idea del principio, de la infancia, que están todo tiempo muy presentes en toda obra literaria. La muerte es interesante, a mí lo que me gusta, el interés de la muerte no es la muerte de los muertos o lo que se pasa a alguien cuando se muere, porque la muerte dura un segundo para esa gente, pero lo que me interesa es lo que ocurre con los sobrevivientes, quienes experimentan, quienes realmente viven la muerte y como les influye la muerte, en un sentido como un fantasma. No estoy hablando de un fantasma agitando una sábana blanca y arrastrando cadenas sino la memoria o lo que queda detrás, la obra, la vida y la obra.

En El fondo del cielo hay una crítica a los libros electrónicos (Cierro el móvil y abro el libro y los libros nunca se descargan, los libros siempre funcionan, los libros siempre están tan dispuestos a ser leídos...): un black-out haría con que todo fuera borrado. ¿Cree que las nuevas tecnologías en relación a los libros cambiarán su formato o los libros resistirán a la electricidad y a la velocidad de las cosas? 

Yo quisiera pensar que los libros van a seguir siendo siempre libros y que van a tener este aspecto artesanal. Yo siempre digo que no me parece casual que el mecanismo físico de un libro sea igual al de una puerta: Que se abren y cierran y que tú te metes dentro, mientras que una pantalla es como una ventana cerrada y  tiene la limitación del marco. Creo que no hay que confundir un medio con un género. Yo todavía estoy esperando la gran novela electrónica o la gran blog novela no ha aparecido nada todavía, luego aparecerá en algún momento, pero yo sigo comprando libros, la verdad no me gusta leer en la pantalla ni descargarme cosas.

Dice un hombre de teatro y provocador brasileño (Antonio Abujamra): "La filosofía es imbatible para los males del pasado y del futuro, pero nada puede por los males del presente". ¿Es esa la misión de la literatura? ¿Es un sitio donde se reconoce la disolución del mundo y es el escritor un constructor absurdo que lo reconstruye?

La función de la literatura es mucho más sencilla y compleja al mismo tiempo. Creo que si tú eres escritor, o si no eres escritor eres  o lector, lo que te ofrece la literatura son posibilidades de experimentar otras vidas. De vivir alternativas a tu propia existencia. Cuando se habla de los avatares en internet o en second life, puedo entender que pueda ser atractivo para mucha gente pero no le veo novedoso. Los libros vienen haciendo eso desde el principio de los tiempos. Yo también soy muy reacio a la idea del escritor que se dice comprometido. Creo que el único compromiso social del escritor es el de portar nuevas historia y nuevos lugares para visitar. Estoy seguro que en esta altura de mi vida difícilmente salga yo en un dique marinero a cazar ballenas. No queda tiempo para un cambio tan radical en mi vida. Puedo siempre leer Moby Dick  cuantas veces que quiera y experimentarlo de una manera mucho más segura.

Siempre me ha parecido muy interesante la sección de literatura de un periódico brasileño que intenta mostrar la faceta de lector de los escritores. Es por eso que me gustaría aprovechar esta entrevista para formularle algunas de esas mismas preguntas.   Le gusta reescribir sus libros porque acepta que no es una obra perfecta y acabada. Si pudiera hacerlo con cualquier autor ¿Qué libro querría modificar después de su relectura? ¿Y qué modificación haría?

Cada loco con sus temas. Yo solo me meto con los míos. Jamás metería mano en algo que no es mío.

¿Ni suprimirías algo? ¿Un trozo de Thomas Mann?

Cuando hay historias que te gustan mucho y hay un libro que no te gusta tanto me parece que ese libro que no te gusta tanto tiene la función de mostrarte porque te gustan tanto los otros.

Sé que no le gusta hablar mal de los libros que ha leído, pero ¿puede decir uno que frustrara sus mejores expectativas?

Cada vez me encuentro menos con libros que me desilusionan. Con tu olfato ya te das cuenta de las cosas que te interesan, no te torpezas más con algo que no te guste. No lo sé, no me ocurre ninguno, pero seguro que hay muchos.

¿Y un libro sorprendente, es decir, bueno y por el cual no hubiera dado nada a priori?

La mayoría, cualquier novela de John Banville, un autor irlandés que yo admiro mucho,  supera todas las mías expectativas. Cada vez que saca  un libro nuevo para mí es una especie de fiesta.

La buena literatura está llena de escenas impactantes. Díganos algunas de su antología personal.

Estoy pensando en mi prehistoria casi. A ver, el suicidio de Seymour Glass en Un día perfecto para el pez banana (J. D. Salinger). Cuando Gatsby saca todas las camisas de su armario. El final de la La invención de Morel, de Adolfo Bioy Casares. Algún cuento de Borges, seguro. Llegar al final de En busca del tiempo perdido, una experiencia como lector formidable. En los Buddenbrook, cuando desaparece Johan Buddenbrook y empiezas a sospechar algo.

¿Las repetiría en un libro suyo o ya lo ha hecho, como una marca más de referencias?

Alguna vez lo he hecho. En El fondo del cielo hay dos escenas que a mí me gustan mucho de dos autores que para mí son fundamentales. Están reescritas para que encajen en el contexto de la novela. Hay una escena del Escándalo Wapshot, de John Cheever, que es un escritor que a mí me gusta muchísimo y hay otra escena de Dios le bendiga Mr. Rosewater de Kurt Vonnegut que es otro escritor que me ha formado. El libro que más veces he leído en mi vida es Matadero 5 de Vonnegut , uno de los libros que más me ha enseñado cosas.

¿Qué personajes son inolvidables en su imaginación de lector?

Miss Havisham de Great expectations de Charles Dickens. Martin Eden, de Jack London. Dracula, me gusta mucho la novela de Dracula, porque aparece muy poco Dracula y es una cosa técnicamente increíble, porque en todas las películas no pueden hacerlo porque tienen que poner a Dracula todo el tiempo y en la novela se le ve muy poco. Me gusta mucho ST Garp, de El mundo según Garp, de John Irving. Faustine, la chica fantasma, de La invencion de Morel. De Shakespeare también.

¿De qué autor ha leído todo o casi todo? ¿Cuál es el motivo del interés que despierta o despertó en usted?

Muchos he leído todo o casi todo, como te decía, Kurt Vonnegut, John Cheever, John Irving, John Banville, Adolfo Bioy Casares, Roberto Bolaño. Es bastante sencillo, es como una cuestión casi gastronómica, comes algo que te gusta lo repites, cuantas veces sea necesario, no te cansas. Es como el enamoramiento, vuelves una y otra vez a este sitio donde lo pasaste tan bien.

Cítenos un libro que fue fundamental en su formación, incluso uno que hoy no considere tan bueno como en la época en que lo leyó.

Fundamental Matadero 5 que sigue me pareciendo más bueno o mejor incluso. Generalmente todos mis primeros amores los sigo conservando, no he renunciado a ninguno, me parece. Tal vez este lugar le ocupa no los libros, pero los comics, como Hugo Prat, comic europeo, era un género que me gustaba mucho.

¿Qué libro entendió mucho tiempo después de haber leído?

Los grandes libros como En busca del tiempo perdido son libros que nunca se terminan de leer, por más que los haya leído. No pasa tanto por entender mucho tiempo después, sino porque son libros que están constantemente dando cosas nuevas. Matadero 5 es otro también. No creo que entender sea el verbo, sino comprehender, comprehender todo: son libros que son muy generosos, nunca dejan de darle.

¿Qué libros niegan sus convicciones pero aun así juzga de lectura imprescindible?

Yo soy ateo y agnóstico y supongo que son los textos religiosos, el Corán es muy interesante, la Biblia, son muy divertidos y también muy peligrosos, por el uso que uno hace, como estandarte. No es que los niegue, sino es que no los leo del modo que los lee mucha gente. Sino los libros a que los llaman Best Sellers, cuando un best seller es bueno a nivel estructural y narrativamente, yo puedo aprender mucho de la literatura popular, en el sentido más popular.

Escribe muchos prólogos incitando a la lectura de todo tipo de autores. En los últimos diez años, ¿Escribiría el prólogo de algún libro para declararlo un clásico?

Sí, lo he hecho incluso. He prologado toda la obra de John Cheever. ¿Un libro reciente? Estrella Distante, de Roberto Bolaño, Una casa para siempre, Enrique Villas-Matas, es un libro formidable. Un libro que me produjo mucho odio, en el mejor sentido, cuando lo leí porque me pareció perfecto es Las vírgenes suicidas de  Jeffrey Eugenides. Y John Banville también.

Un fiel lector suyo brasileño me ha pedido que le haga la siguiente pregunta: ¿Hay alguna influencia del polaco Witold Gombrowicz en su obra? Según este lector, sus temas y estilos tienen puntos en común, además del hecho de que Gombrowicz viviera más de veinte años en Argentina y de las frases que aparecen esporádicamente en polaco en sus novelas.

¿Aparecen frases en polaco en mis novelas? [Le enseño un pasaje del cuento La vocación literaria, de Historia Argentina]  Esa es una frase que sale en un libro de  John Cheever, que cuando tenía ataques epilépticos escuchaba esas palabras, alguien me ha dicho que eran en polaco estas palabras, pero lo he sacado de un idioma epiléptico. Sé mucho de Gombrowicz, leí mucho sobre Gombrowicz, pero no leí ningún libro de Gombrowicz. Conozco mucha gente que es fan de Gombrowicz pero todavía no he enfrentado en el buen sentido de la palabra. Toda influencia es por respiración más que por otra cosa.

¿Cuál es el mayor error que cometen al hablar de usted?

Ay, uf, tantos, ¿el mayor error que cometen al hablar de mí? Se habla más de mí de lo que escribo, una especie de ideas fijas, tal vez porque tengo mucha presencia en los medios periodísticamente. La gente habla más de lo que escribo periodísticamente que lo que escribo non-periodísticamente. Como decía Truman Capote, citando un viejo proverbio árabe, "los perros ladran, la caravana continua su marcha". Ladra Sancho, del Quijote. Que piensen cosas de ti o que imaginen cosas sobre ti es algo que viene con el oficio, y no deja de ser un sub-género literario, que te inventen un personaje. Espero que con el tiempo me vayan escribiendo y describiendo mejor.

Traduction de la présentation et de l'interview en français

Lors des Assises Internationales du Roman, qui ont eu lieu à Lyon du 23 au 29 mai 2011, j'ai eu l'occasion de rencontrer Rodrigo Fresán, écrivain argentin célébré par la critique depuis son premier livre, Historia Argentina, publié en 1991 et traduit en français sous le titre L'homme du bord extérieur. On peut regretter ce changement de titre, car le titre perd son caractère ironique, ironie dont son pays est la cible. L'auteur fait  une allusion humoristique à ce propos  dans son dernier roman, Le fond du ciel : « Cher Isaac, les français changent tous les noms.  (Cher Isaac, los franceses le cambian el nombre a todo)».

Fresán a participé également de la table-ronde dont le sujet était  « la catastrophe ». Il a lu un texte, « Effets spéciaux, affects spéciaux »  et nous a parlé de la fonction littéraire de la catastrophe, présente dans la littérature comme déclencheur d'un discours narratif  et comme effet fictionnel, depuis l'Odyssée ou la Bible. Rodrigo Fresán est né à Buenos Aires en 1963. Son enfance a été marquée par les livres qu'il lisait, toujours enfermé dans sa maison ou dans celle de sa grand-mère.  En cela, sa ville natale pourrait s'apparenter parfaitement à Canciones Tristes, ou Sad Songs, ou pourquoi pas Chansons Tristes, une ville d'où viennent la plupart de ses personnages ou vers laquelle ils se dirigent. Cette ville est introuvable sur un plan, puisqu'elle n'est pas soumise à un espace tangible : elle peut être déplacée dans ce que l'on pourrait appeler les mondes imaginaires, construits à partir d'une bibliothèque. Fresán n'aime pas les étiquettes et c'est pour cela qu'il vaut mieux ne pas le définir en tant qu'écrivain argentin : il a déjà affirmé qu'il ne croit pas aux littératures nationales. Il serait plutôt l'écrivain de sa bibliothèque, construit et formé par elle.

Depuis 1984 il travaille comme journaliste et il vit depuis 10 ans à Barcelone. Son activité de journaliste n'est pas très conventionnelle, parce que tout ce qu'il écrit a un fond littéraire, bien que passer d'un mode d'écriture à l'autre soit aussi difficile que de changer de combinaison spatiale, comme il l'explique.

Dans la première partie de l'entretien nous avons abordé certaines caractéristiques de son œuvre, telles que les références qui y abondent, ou le  rôle de l'enfance ou de la mort dans son écriture. Dans une deuxième partie il nous a parlé de ses auteurs-phares et de ses scènes préférées de la littérature, nous offrant un peu de son monde de lecteur.

Historia Argentina, qui à un moment donné est définie comme L'hystérie Argentine travaille l'histoire d'une façon particulière, selon ses possibilités, comme on le fait dans une uchronie. La première narration décrit l'arrivée en Argentine de deux explorateurs espagnols stupides, d'autres parlent de la guerre contre l'Angleterre pour le territoire des îles Malouines. C'est-à-dire que chaque histoire fait  une distorsion de l'histoire réelle sans qu'elle perde sa crédibilité. Que changeriez-vous dans l'histoire récente des dix dernières années? Pourriez-vous reconstruire le monde et nous donner une autre vision des faits?

Je ne sais pas si je changerais quelque chose, parce que cela me semble une affaire d'une grande responsabilité. Dans tous les cas, l'auteur est constamment en train de jouer avec l'Histoire et avec des histoires dans son travail. Être écrivain, c'est supposer que vous ne pouvez pas changer l'Histoire, mais vous pouvez rajouter ou enlever une scène, la raconter de façon différente (plus humble ou plus noble que la réalité) et ainsi la façonner de la manière qui vous plaît.

Comme vous l'avez indiqué dans vos interviews, les Argentins aiment faire des références, et vous êtes un exemple extrême de ce type d'auteur. Par exemple, dans le roman Esperanto la scène où le personnage Esperanto rencontre un journaliste qui ressemble à Ringo Star m'a fait rire, parce que si nous regardons vos photos, on ne peut penser qu'à vous. Ou encore, quand vous mentionnez Dylan en utilisant son vrai nom... Est-ce que vous utilisez ces références pour que les lecteurs qui les reconnaissent mettent un sourire à leurs lèvres et aient véritablement la sensation de partager votre univers? Ou est-ce une façon de dire que nous partageons simplement ce monde et que nous ne pouvons pas échapper à la mondialisation?

Je pense qu'il y a un peu de vrai dans toutes les options que vous envisagez. Borges, le grand écrivain argentin, totémique, est bien sûr truffé de références. Je dis toujours que l'une des choses les plus spécifiques qui m'ait influencé, en tant qu'écrivain, n'est pas strictement littéraire. C'est une scène dont je me souviens avec beaucoup de tendresse, quelque chose de très intrigant et qui m'a beaucoup surpris. Je me souviens à la perfection de ce jour : j'étais enfant, j'avais 5 ans, et mon père est arrivé à la maison avec la pochette de Sgt. Peppers Lonely Hearts Club Band, où l'on voit tant de personnages. Je me souviens  de mon envie de savoir qui ils étaient et pourquoi ils étaient là. Mes livres répondent plus ou moins à ce que vous suggérez. J'essaie de donner une idée plus ou moins complète du  monde. C'est comme flirter aussi, j'aime provoquer une certaine reconnaissance chez le lecteur et en même temps respecter la première grande intrigue de mon enfance, c'est-à-dire « pourquoi sont-ils ici ? » Je veux que mes livres ressemblent à la couverture de cet album.

Dans le texte La vocation littéraire, qui se trouve dans Historia Argentina, il y a un enfant qui est kidnappé parce que ses parents ne sont pas à la maison. Vous avez subi la même expérience dans votre enfance. J'ai le sentiment que la réalité et la fiction se confondent. Dans Les Jardins de Kensington il y a une réflexion passionnée sur l'enfance. Vous avez également déclaré dans une interview que la chose la plus importante qui puisse arriver dans notre vie se produit avant l'âge de 12 ans. Votre questionnement  provient de cette période? Avez-vous l'intention de jouer avec l'ambiguïté pour tromper le lecteur?

Tous les airs ou tous les motifs musicaux de toute une vie sont exécutés pendant l'enfance, ensuite ce ne sont que des variations. Peut-être que la seule chose qui reste à découvrir, à moins d'être très précoce, est le sujet de la sexualité. Mais je pense que oui, que l'enfance est le stock déductif de presque toute La vocation littéraire qui est l'histoire la plus strictement autobiographique que j'ai écrite. C'est un peu étrange, parce que quand j'ai écrit ce texte, je devais me rappeler ce qui s'était passé et, à force de coucher tout cela sur le papier, au bout d'un moment et au fil des années, la version officielle est plus l'histoire que j'ai écrite que la réalité, dont je me souviens très peu. Donc, maintenant, je ne pourrais plus faire la distinction entre la fiction et la réalité. L'histoire a été dévorée par la réalité, la fiction a mangé la non-fiction. Mais fondamentalement, ce que j'ai écrit est vrai.

Vous jouez avec les icônes de la mondialisation pour offrir, selon vos propres termes, un irréalisme logique. Je me demande si ce n'est pas également un réalisme hallucinogène?

Sûrement. L'irréalisme logique est une étiquette que j'ai inventée moi-même, parce que j'étais un peu fatigué de répondre aux questions sur le réalisme magique du boom de la littérature latino-américaine, surtout à l'étranger. Chaque fois c'était un peu une réponse au spectre du réalisme magique. Depuis on a ajouté à tout cela un nouveau fantôme, qui est celui de Roberto Bolaño, comme une référence. C'était comme si tout le temps j'essayais de me défendre, même si je n'ai aucun problème avec le réalisme magique, et d'ailleurs j'ai été très ami avec Roberto aussi.  Mais il y a une sorte de travail constant de l'écrivain qui se doit de prendre position. Je suis très ennemi des étiquettes, je n'aime pas les groupes ou les générations. Je pense que lorsqu'on commence à écrire, au-delà de tous les motifs littéraires sophistiqués que l'on peut avoir, en réalité ce qu'on cherche c'est se retrouver seul, lire et écrire seul.

Dans votre livre, Les Jardins de Kensington il y a les phrases suivantes:

"Se necesitan muertos para fabricar fantasmas. (on a besoin des morts pour fabriquer des fantômes)" [...] "Barrie siempre lo ha sabido, desde el principio, desde la muerte de su hermano David: hasta que no tienes fantasmas no puedes considerarte un hombre verdaderamente rico. Si tienes fantasmas lo tienes todo. (Barrie l'a toujours su, depuis le début, depuis la mort de son frère David : tant que l'on n'a pas de fantômes à soi, on ne peut pas se considérer comme un homme vraiment riche. Si on a des fantômes, on a tout)" [...] "Siembra muertos y cosecharás fantasmas". (sème les morts, et tu récolteras des fantômes) [...] "Los muertos son, siempre, obras maestras de la literatura (les morts sont, toujours, les chefs d'oeuvre de la littérature)"

Qui nourrit des relations avec la mort devient-il un écrivain?

Je suis né cliniquement mort, donc j'ai nourri une relation depuis le début avec  la mort. J'ai commencé par la fin, et c'est peut-être pourquoi  la plupart de mes livres  commencent par les scènes finales, puis je reviens au début.  Mais oui, cela est clair, la mort est la fin de quelque chose et les écrivains ont toujours été  préoccupés par la fin. Je veux dire, par l'idée d'une fin. C'est comme l'idée du début, de l'enfance, ce sont des motifs très présents dans toute œuvre littéraire. La mort est intéressante. Ce qui m'intéresse  dans la mort n'est pas la mort des morts ou ce qui arrive à quelqu'un quand il meurt, parce que la mort dure une seconde pour les personnes qui s'en vont.  Ce qui m'intéresse c'est ce qui arrive aux survivants, ceux qui vivent l'expérience de la mort, et la façon dont cette mort les affecte, un peu comme un fantôme. Je ne parle pas d'un fantôme qui agite un drap blanc et des chaînes, mais de la mémoire ou de ce qui reste : la vie et l'œuvre.

Dans Le Fond du ciel il y a une critique adressée aux livres électroniques : "Cierro el móvil y abro el libro y los libros nunca se descargan, los libros siempre funcionan, los libros siempre están tan dispuestos a ser leídos" (Je referme mon téléphone portable et j'ouvre le livre et les livres ne se déchargent jamais, les livres fonctionnent toujours, les livres sont toujours prêts à être lus). Un black-out pourrait effacer toutes les donnés enregistrées. Pensez-vous que les nouvelles technologies pourraient changer le format des livres ou que les livres vont résister à l'électricité et la vitesse des choses?

J'aime penser que les livres resteront toujours des livres et qu'ils auront toujours cet aspect artisanal. J'ai coutume de dire que le fait  que le mécanisme physique d'un livre soit le même que celui d'une porte, qui peut s'ouvrir et se fermer, et vous enfermer, n'est pas une coïncidence. Tandis qu'un écran est comme une fenêtre fermée et puis il y a la limite du cadre. Je pense qu'il ne faut pas confondre un moyen avec un genre. J'attends toujours le grand roman électronique ou le grand blog-roman et jusqu'à présent il n'a pas encore été écrit. Bientôt il surgira, mais je continue à acheter des livres, je n'aime pas vraiment la lecture sur l'écran ni télécharger des trucs.

Un homme de théâtre et "provocateur" brésilien (Antonio Abujamra) a dit : « La philosophie est imbattable face aux maux du passé et de l'avenir, mais ne peut rien face aux maux du présent ». Est-ce que c'est là qui réside la mission de la littérature? Est-elle un lieu qui reconnaît la dissolution du monde et l'auteur est-il un constructeur qui le reconstitue de façon absurde?

La fonction de la littérature est beaucoup plus simple et complexe à la fois. Je pense que si on est un écrivain, ou si on n'est pas un écrivain mais un lecteur, ce que nous offre la littérature c'est la possibilité d'expérimenter d'autres vies. Elle nous permet de vivre certaines alternatives à notre propre vie. Quand on parle des avatars ou de second life sur internet, je peux comprendre que cela soit attrayant pour beaucoup de gens, mais ne je ne vois rien de nouveau là-dedans. Les livres font cela depuis la nuit des temps. Je suis aussi contre l'idée de l'écrivain qui prétend être engagé. Je pense que le seul engagement social de l'écrivain est celui de créer de nouvelles histoires et de nouveaux lieux à visiter. À ce stade de ma vie il me semble très difficile d'imaginer que je pars sur un bateau à la chasse à la baleine. Je n'ai plus assez de temps pour un changement si radical dans ma vie. Je peux toujours lire Moby Dick autant de fois que je le souhaite et vivre cette expérience d'une façon beaucoup plus sûre.

J'ai toujours trouvé intéressante la rubrique de littérature d'un journal brésilien (O Estado de São Paulo) qui cherche à montrer le côté lecteur des écrivains. C'est pourquoi je profite de cette interview pour vous poser certaines de ces questions. Vous aimez réécrire vos livres, car vous acceptez que votre œuvre ce ne soit pas parfaite ni achevée. Si vous pouviez le faire avec n'importe quel auteur, quel livre changeriez-vous après l'avoir relu? Et comment le feriez-vous?

À chacun son truc. Je me mêle seulement de mes livres. Je ne mettrais jamais la main sur quelque chose qui n'est pas à moi.

Ne supprimeriez-vous pas quelque chose? Un morceau de Thomas Mann?

Quand il y a des histoires que vous aimez et un livre que vous n'aimez pas, je pense que ce livre que vous n'aimez pas sert à montrer  pourquoi vous aimez les autres.

Je sais que vous n'aimez pas critiquer les livres que vous avez lus, mais est-ce que vous pouvez nous en citer un qui a frustré vos meilleures attentes?

Il m'est de plus en plus difficile de trouver un livre que je n'aime pas. C'est comme une chose olfactive,  vous vous rendez compte que certaines choses  ne vous intéressent pas et ainsi vous ne tombez plus dans certains pièges. Je ne sais pas, je n'arrive pas à trouver un, mais je suis sûr qu'il y en a beaucoup...

Et un livre étonnant, c'est-à-dire, un livre qui a la lecture s'est révélé bien meilleur que ce à quoi vous vous attendiez ?

La plupart. N'importe quel roman de John Banville, un auteur irlandais que j'admire beaucoup, dépasse toutes mes espérances. Chaque fois qu'un nouveau livre de cet auteur paraît, c'est pour moi une sorte de célébration.

La bonne littérature est pleine de scènes marquantes. Parlez-nous un peu de votre anthologie personnelle.

Je pense à ma préhistoire. Voyons... le suicide de Seymour Glass dans Un jour parfait pour le poisson-banane (JD Salinger). Lorsque Gatsby jette toutes les chemises de sa garde-robe. La fin de L'Invention de Morel, de Adolfo Bioy Casares. Un récit de Borges, bien sûr. Atteindre la fin de À la recherche du temps perdu, une expérience de lecture formidable. Dans Les Buddenbrook, quand Johan Buddebrook disparaît et qu'on commence à s'en douter de quelque chose.

Utiliseriez-vous ces scènes dans un de vos livres ? ou vous l'avez déjà fait, comme une autre marque de référence?

Je l'ai déjà fait. Dans Le fond de ciel il y a deux scènes que j'aime beaucoup de deux auteurs que je considère comme essentiels. Elles ont été réécrites pour s'adapter au contexte du roman. Il y a une scène de Les Wapshot de John Cheever, un écrivain que j'aime beaucoup et il y a une autre scène de God bless you, Mr. Rosewater de Kurt Vonnegut, qui est un autre auteur qui m'a formé. Le livre que j'ai plus lu dans ma vie est Abattoir 5, de Vonnegut, l'un des livres qui m'a appris la plupart des choses que je sais.

Quels sont les personnages inoubliables dans votre imagination de lecteur?

Miss Havisham des Grandes Espérances de Charles Dickens. Martin Eden, de Jack London. Dracula, j'aime le roman Dracula, car le personnage de Dracula apparaît très peu. C'est une chose techniquement incroyable, parce que dans tous les films on ne peut pas faire ainsi, on a  besoin de  montrer le personnage tout le temps, alors que dans le roman on le voit très peu. J'aime vraiment ST Garp du Monde selon Garp de John Irving. Et Faustine, le fantôme, de L'Invention de Morel.

De quel auteur avez-vous presque tout lu? Quelle est la raison de l'intérêt qu'il a éveillé ou éveille en vous?

J'ai tout lu ou presque tout de beaucoup d'auteurs. Comme je le disais, Kurt Vonnegut, John Cheever, John Irving, John Banville, Adolfo Bioy Casares, Roberto Bolaño. C'est simple, c'est une question presque gastronomique, quand vous mangez quelque chose qui vous plaît, vous voulez répéter l'expérience aussi souvent que possible, vous ne serez jamais rassasié. C'est comme tomber amoureux et revenir encore et encore à ce lieu où vous avez passé un bon moment.

Citez-nous un livre qui a été fondamental à votre formation, y compris un qu'aujourd'hui vous ne considérez plus si bon qu'au moment où vous l'avez lu.

Fondamental, c'est Abattoir 5, que je considère bon, voire meilleur à chaque lecture. Généralement je garde toutes mes premières amours, je n'en ai abandonné aucun. Pour répondre à votre question, ce ne sont pas les livres, mais plutôt les bandes dessinées, comme Hugo Pratt, c'était un genre qui me plaisait, les BD européennes...

Quel livre avez-vous compris seulement longtemps après sa lecture?

Les grands livres tels que À la recherche du temps perdu, ce sont des livres qu'on ne finit jamais de lire, même si on les a lus. Il n'est pas vraiment question de les comprendre beaucoup plus tard, parce que ce sont des livres qui nous donnent sans cesse des choses nouvelles. Abattoir 5 est un de ceux-là, aussi.  Ce sont des livres qui sont trop généreux, ils ne cessent jamais de donner.

Quels sont les livres qui vont à l'encontre de vos convictions, et dont pourtant vous jugez la lecture indispensable ?

Je suis athée et agnostique et donc je suppose que ce sont les textes religieux, le Coran est très intéressant, et la Bible. Ce sont des textes très amusants et également très dangereux, à cause de l'usage que l'on peut en faire, en tant que norme. Ce n'est pas que je les nie, mais je ne les lis pas de la manière dont ils sont lus par de nombreuses personnes. Ou bien encore les livres qu'on appelle best-sellers. Quand un best-seller est bon structurellement et narrativement, je peux apprendre beaucoup de la littérature populaire, dans le sens le plus populaire.

Vous avez écrit de nombreuses préfaces encourageant à la lecture de toutes sortes d'auteurs. Durant les dix dernières années, avez-vous écrit la préface d'un livre que vous  déclareriez aujourd'hui classique?

Oui, je l'ai même fait. J'ai préfacé toute l'œuvre de John Cheever. Ces dernières années,  Estrella distante de Roberto Bolaño, Una casa para siempre, de Enrique Vila-Matas. Un des livres qui m'a inspiré beaucoup de haine, dans le meilleur sens du terme, quand je l'ai lu, car il me semblait parfait, c'est The Virgin Suicides de Jeffrey Eugenides. Et John Banville aussi.

Un lecteur du Brésil qui vous admire m'a demandé de vous poser la question suivante: Y a-t-il une quelconque influence du polonais Witold Gombrowicz dans votre travail? Selon ce lecteur, les thèmes et les styles ont quelques points en commun, outre le fait que Gombrowicz a vécu plus de vingt ans en Argentine. De plus, des phrases en polonais apparaissent sporadiquement dans vos romans.

Il y a des phrases en polonais qui apparaissent dans mes romans?[je lui montre un passage du récit La vocación literaria, dans Historia Argentina]. C'est une phrase qui apparaît dans un livre de John Cheever. Lorsqu'il faisait des crises d'épilepsie, il entendait ces paroles. Quelqu'un m'a dit que ces mots étaient en polonais, mais je les ai pris d'une langue épileptique. Je sais beaucoup de choses à propos de Gombrowicz, j'ai beaucoup lu sur Gombrowicz, mais je n'ai pas lu les livres de Gombrowicz. Je connais  beaucoup de gens qui sont fans de Gombrowicz, mais je ne me suis pas encore confronté à lui, dans le meilleur sens du mot.  Cette influence est plus issue d'une respiration que d'autre chose.

Quelle est la plus grossière erreur que les gens commettent lorsqu'ils parlent de vous?

Voyons... Quelle est la plus grande erreur que l'on commet quand on parle de moi? On parle plus de moi que de ce que j'écris, il y a une sorte d'idée fixe, peut-être parce que j'ai une forte présence dans les médias. Les gens parlent plus de ce que j'écris dans les journaux que de ce que j'écris en tant qu'écrivain. Comme le disait Truman Capote, citant un vieux proverbe arabe « les chiens aboient, la caravane passe ». Que les gens pensent ou imaginent des choses sur vous, c'est quelque chose qui vient avec le travail, et cela crée un sous-genre littéraire, ils vous inventent un personnage. J'espère qu'au cours des prochaines années, on m'écrira et décrira mieux...

Traduction : Fernanda Vilar et Christine Bini  

Pour citer cette ressource :

Fernanda Salomão Vilar, "Entrevista a Rodrigo Fresan", La Clé des Langues [en ligne], Lyon, ENS de LYON/DGESCO (ISSN 2107-7029), juin 2011. Consulté le 05/11/2024. URL: https://cle.ens-lyon.fr/espagnol/litterature/entretiens-et-textes-inedits/entretiens/entrevista-a-rodrigo-fresan