«La vida entera» de Juan Martini
La vida entera : El presagio y la violencia
Un presagio es la irrupción de un Otro en el presente. Un presagio, por lo tanto, presupone un destino trazado, ineludible. Los intentos por esquivar aquello que anuncia un oráculo son vanos. Las tragedias griegas son el ejemplo paradigmático. La vida entera comienza con un sueño:
– La Hermana soñaba que en los límites de la villa, en lugar de los sauces y el pantano, ella veía el mar, Madre, veía el mar pero no podía acercarse, mojar sus pies ardientes, inclinarse, recoger espuma con las manos, no pudo Madre, se despertó sudando, perturbada, al borde del llanto, con los pies hirviendo todavía, y ahora delira por la fiebre: cayó de pronto, al despertar, en el fuego de la fiebre y delira, ¿qué podemos hacer, Madre? ¿Qué haremos?
La vida entera fue escrita entre los años 1973 y 1980. La primera edición aparece en el año 81. Él autor la comenzó en Rosario y la acabó en Barcelona. Durante ese período en la historia argentina sucedieron acontecimientos cruciales. En el año 73 Perón vuelve al país luego de dieciocho años de proscripción. Más tarde se convierte en presidente. Tanto la extrema izquierda como la extrema derecha se denominan peronistas. De hecho, el día previsto de la llegada de Perón al país se produce la masacre de Ezeiza en donde se matan entre ellos los seguidores del líder. Quizás para evadir a la pregunta acerca de su posicionamiento político con respecto a los movimientos que se proclamaban peronistas, Perón elige como vicepresidenta a su mujer -Isabel Perón-. La mano derecha de Isabel Perón es López Rega. López Rega se convierte en Ministro. A López Rega le dicen El Brujo por sus inclinaciones al tarot y la brujería. Él arma la triple A: la Alianza Anticomunista Argentina, organización que amenaza, asesina y desaparece a todos aquellos con quienes no comparte sus ideas. En el año 74 Perón muere. Isabel Perón es la presidente del país. López Rega continúa con sus métodos salvajes. La violencia crece. Dentro del peronismo hay traiciones y luchas internas. Los militares presionan: quieren tomar el poder. El 24 de marzo del 76 se produce el golpe militar más sanguinario de la historia Argentina. Durante los seis años que duró la dictadura, en el país desaparecieron 30 mil personas. Las torturas y las violaciones a los derechos humanos son permanentes. Estos episodios, en forma cifrada, pueden leerse en la novela. Los hechos aparecen en tanto predicciones -anuncio de lo que ocurrirá en el futuro- o en tanto presagios -lectura de signos en el presente a partir de los que se esboza acontecimientos a venir-.
En la vida del autor, Juan Martini, entre el comienzo y el fin de la novela hubo el exilio catalán en el año 75' luego de recibir una amenaza de la triple A. ¿Qué es el exilio? Según las palabras del teórico Edward Said, el exilio Es la grieta imposible de cicatrizar impuesta entre un ser humano y su lugar natal, entre el yo y su verdadero hogar: nunca se puede superar su esencial tristeza. ¿De qué manera influyó el exilio en la escritura de La vida entera? Jamás lo sabremos. Lo cierto es que la novela es una de las novelas cruciales a la hora de hablar de los textos que retratan los años de plomo tanto por la proximidad entre el momento de la escritura y de los hechos como por la manera en que está trabajado el tema de la violencia. La novela, por lo tanto, dentro del panorama literario funciona también como un presagio y una predicción. ¿El escritor debe agradecer al exilio por la escritura de La vida entera? Dice Said: Los logros del exiliado están minados siempre por la pérdida de algo que ha quedado atrás para siempre. De alguna manera, desde el comienzo del relato, y puesto que la escritura comenzó en el año 73, La vida entera es una especie de fresco impresionista en donde se muestra, en forma alegórica, la lucha por el poder desencadenada en los años setenta en la Argentina y trabaja, a la vez, los crímenes cometidos por la dictadura. Por ende, los sueños de la Hermana funcionan como revelaciones singulares: ellos anuncian lo que sucede en el presente y que, en realidad, a los otros se les aparece velado o reprimido -en los dos sentidos del término reprimido-. El tratamiento del tiempo es particular: próximo a la lógica inconsciente, el tiempo en el que transcurren las historias no es el tiempo de la cronología. No hay una idea de causa y consecuencia sino más bien se trata de una pluricausalidad omnipresente en la lucha que llevan a cabo los personajes de la novela por obtener el poder en la ciudad de Encarnación y en la villa del Rosario. Otros, en cambio, aquellos que saben que no lograrán jamás el poder, están preocupados por saber si sobrevivirán -y de qué forma-.
En La vida entera el acceso al poder presenta reglas específicas y lugares extraños: quienes llegan a regentear los garitos, los juegos clandestinos y los prostíbulos del lugar son quienes, por extensión, dominan la zona. Si en la Argentina la casa de gobierno es la Casa Rosada, en la novela también hay una Casa Rosada pero en ella no se toman decisiones. Más bien se trata de un lugar inhabitable, en donde crecen árboles en forma misteriosa.
– Corrieron hacia la casa rosada donde vivían Hermelinda y el Rey, la casa de muros altos y techos derruidos, de ventanas de madera con los cristales rotos, en medio del cañaveral, junto a la orilla norte del pantano.
A pesar de lo que podría creerse, el personaje del Rey no detenta ningún poder. Es una figura, por así decir, inútil. Pero el Rey está rodeado de los tres músicos. Los tres músicos tocan música bajo las ruinas de la zona, indiferentes al resto. Al Rey, augura uno de los personajes, le llegará la muerte dentro de la casa rosada: puesto que él no se mueve y la casa está cada vez en peores condiciones, quizás le caerá un día el techo encima. ¿Acaso en ese momento los tres músicos -¿alegoría de las tres fuerzas armadas?- barrerán los restos del lugar?
Martini escribió una novela en absoluto complaciente. El lector tiene que reconstruir todo el tiempo la historia. La lógica es la lógica de los sueños -o, más bien, de las pesadillas-. En varios pasajes -sobre todo en los pasajes en donde aparece el personaje del Oso Leiva- los personajes dudan acerca de su propia vida: ellos no saben si están vivos o muertos. El infierno se convierte en la redención esperada.
La luz del infierno es roja, debe ser roja, profundamente oscura, como la sangre de una mujer, devoradora, impiadosa, para descender con espanto hasta el último reducto, hasta el inviolable claustro de toda la verdad, allí donde ella es el origen, el fuego blanco, y la luz desesperada, enceguecedoramente blanca, y el calor de la muerte, íntimo, abrasador, incomprensiblemente doloroso porque aquél y sólo aquél es el momento de la más pura identificación, del más hondo reconocimiento, cuando ya no hay límites entre el cuerpo y los mares del fuego...
El texto, por momentos, es la descripción del infierno: una pesadilla interminable y de la que, por lo tanto, los personajes, piden huir. Y ante la condena del infierno la única salida es la muerte definitiva.
– Nada se respeta ya en esta tierra -continuaba ella-. Vinimos aquí para morir, pero en lugar de hacerlo nos hemos puesto a parir miseria, a parir locura, a parir enfermos, y en vez de morir agonizamos, y en vez de redimirnos nos condenamos...Este es nuestro destino, y esto es el infierno.
La novela no es un oráculo sino más bien el síntoma de su tiempo. Un síntoma, por definición, es una solución de compromiso ante un conflicto reprimido. En un síntoma confluyen varios hechos. Los sueños de la Hermana, como se dijo, anuncian aquella parte no dicha, no aceptada por los otros. De hecho, la Madre de la Hermana maldice a sus hijos. No es que la Madre no soporte a sus hijos, aquello que ella no soporta es que la Hermana diga lo que sucede -en esas condiciones anticipar la violencia no es difícil-. El Tonto, a diferencia de la Madre, cree que los sueños de la Hermana se harán realidad.
¿Cuál es la trama de la novela? Las historias se expanden. Cualquier intento por resumir es un intento fallido. El lector es quien reconstruye las historias. Y hay varias historias. En todas aparece la lucha por el poder o por la supervivencia. Sobrevuela, también, cierta resignación ante los abusos cometidos por algunos. Podríamos decir que la novela ocurre en la villa del Rosario y en la ciudad llamada Encarnación. En la villa del Rosario asistimos a la agonía del líder. El líder y la villa llevan el mismo nombre: Rosario ¿Cuál es la relación entre Rosario y la ciudad?
...bajo el cielo todavía claro, vio a la gente que rogaba y reverenciaba frente a la choza del Rosario, frente a la morada del fundador de la villa, frente a las latas y a las maderas que alguna vez se habían alzado por primera vez en las cercanías de Encarnación como un desafío, como una manifestación de resistencia, como la expresión de un derecho que continuaba vivo a pesar de la resignación.
¿Qué es, a su vez, Encarnación?
-Un lugar lleno de jugadores y de putas.
Desde la casa parece que la llanura termina o comienza allí; en realidad, Encarnación está rodeada por el llano, y aunque crezca, desde la casa hacia el oeste, hacia el norte y el sur, siempre será sólo una pequeña construcción en medio de la llanura infinita.
En la ciudad de Encarnación el Alacrán maneja los hilos. Abusa de las mujeres. Maltrata a los empleados. Asesina y ordena. La ley, para él, es su capricho. El Alacrán, caudillo salvaje y feroz, a pesar de que alguna vez había dicho que jamás volvería, decide realizar el viaje a la gran ciudad. ¿Cuál es el motivo del viaje?
-Porque el Alacrán fue a la ciudad grande -respondió el Apóstol-. Dicen que se enteró que allá vive la mujer mala y fue. Está allá para traerse a Encarnación a esa mujer.
En ese espacio extraño, entre urbano y rural, llamado Encarnación el lector asistirá a los combates por arrogarse el mando de la zona. Los antiguos líderes están próximos a la muerte y, si bien ellos eran crueles, la batalla por ocupar ese puesto se supone más salvaje todavía.
¿Qué representa la obtención del poder en la novela? La obtención de mujeres. El poder se ejerce desde los prostíbulos. Los juegos de apuestas y las mujeres son los símbolos privilegiados. Las mujeres traen clientes a los prostíbulos y así dinero. Pero las mujeres también son una mascarada para los hombres, algo de lo que vanagloriarse. Las mujeres, por lo tanto, se transforman en un símbolo. De manera paradójica, quienes son los caudillos, los hombres más poderosos -El Alacrán y El Potro, por ejemplo- son dos hombres impotentes. Quien tiene acceso a todas las mujeres no tiene acceso al goce. La paradoja remite al texto de Freud Tótem y tabú, texto en donde Freud teorizaba acerca del origen de la organización social. Freud decía que las sociedades se fundan en un crimen: el asesinato del padre de la horda primitiva. Freud hipotetizaba con una sociedad originaria en donde existía un padre que tenía acceso a todas las mujeres. Una vez, los hijos, hartos de quedar por fuera de los privilegios del padre, traman una venganza conjunta y asesinan al padre. En ese momento, ellos comprenden que aquel lugar es un lugar único, impar, y que por lo tanto ellos no pueden ocuparlo. Deciden, en cambio, hacer un pacto: celebrar y conmemorar la memoria del padre -a través de la creación de un tótem- y erigir el tabú del incesto -para que exista un verdadero acceso a la mujer, tiene que haber, por ende, una ley de base-.
¿Qué lugar ocupan las mujeres en este panorama? La mayoría de los personajes femeninos muestran una laxitud extrema: las mujeres se abandonan a las voluntades -y, sobre todo, a los abusos- de los hombres. En tanto que símbolos, ellas desaparecen como sujetos. Así, por ejemplo, cuenta el personaje llamado El Oso Leiva.
-Vivía con una paraguaya enorme que me daba cama y comida. No hablaba, no se reía, no hacía nada. Sólo sabía esperar y abrir las piernas. Siempre abría las piernas. Yo llegaba, a cualquier hora del día o de la noche, y ella no me saludaba, abría las piernas.
– Pero incluso las relaciones de amor son descriptas en forma violenta.
– (...) pero de pronto quedó ciega de dolor, la boca abierta en una muda arcada sin aire sobre un abismo infinito y centelleante. Entonces se supo penetrada, excitada, rota, estremecida por los embates de un animal sanguinario en busca de otro templo en el que sólo hallaría cenizas de un fuego olvidado.
– No sólo hay mujeres sumisas, sino que también hay mujeres alucinadas: la Hermana tiene sueños; la mujer mala sangra por su cuerpo la sangre del Alacrán. Parece, por tanto, que alguna de las mujeres se posicionan más cerca de las verdades de lo que sucede. Y si bien la autoridad se manifiesta en la relación y en el abuso cometidos por los caudillos contra las mujeres, en ocasiones, el vínculo parece el inverso y, de ese modo, por ejemplo, el Alacrán le tiene miedo a Amalia Fuentes porque ella es zahorí. Amalia Fuentes es la hija que el Potro -otros de los caudillos de la zona- tuvo con una india. Las mujeres -todavía más si son indias o zahoríes- se presentan a los líderes como un otro misterioso y amenazante. De ahí, quizás, el maltrato para con ellas.
Las mujeres cobran un rol fundamental. Si la villa del Rosario se llama así porque el nombre del caudillo es Rosario, Encarnación debe su nombre a la primera mujer del Alacrán, Encarnación. El Alacrán estaba enamorado de Encarnación y en esa época fundó la ciudad y le dio el nombre de la mujer amada. Pero luego, al igual que todas las mujeres de las que él se rodea, Encarnación se fue con otro hombre, con otro caudillo.
– -El Alacrán quizás no sería la mierda que hoy es si un buen día no hubiese descubierto que Encarnación lo engañaba con el Rosario. Eso lo puso loco.
– Las vejaciones esconden las mediocridades
– -El Alacrán es un hombre extraño, mala gente, por supuesto, de la peor que he conocido en toda mi vida, pero yo creo que es también un hombre con temores, con turbios y horribles temores que le hicieron casi siempre ponerle límites a su maldad.
La decadencia de la zona y de los personajes va más allá: Gardel frecuenta el prostíbulo y canta Arrabal amargo o Cuesta abajo. Al igual que el Rey no tiene poder, Gardel -que es y no es Gardel- también aparece como una figura decadente. Puesto que el lector, de a ratos, tiene la impresión de leer una historia que transcurre entre personajes muertos, la aparición de Gardel, por así decir, cuaja. La novela es una metáfora de los años setenta en Argentina. ¿Los desaparecidos, acaso, no son muertos vivos? Si bien es una alegoría, la narración no pretende la moraleja sino que, más bien, despliega todas las aristas de aquella época. Una alegoría busca lo general en el caso particular. Pero, si bien La vida entera juega con las alegorías, la narración no es una generalización totalizadora. El imaginario logrado es un imaginario fragmentado, un imaginario creado en clave, que trabaja con los mitos del peronismo y de la historia del país. El relato genera incertidumbres en el lector y una sensación de encierro y violencia.
La figura de Perón, inevitable al hablar de la historia Argentina de los años setenta, se refleja en la novela sobre todo en dos personajes: en el Alacrán -el caudillo cruel y personalista, hombre con una particular relación con las mujeres y de quien se dice que es impotente- y en el Potro -otro líder, de a ratos demagogo, militar, quien juega con el poder en forma histérica: la gente de la villa del Rosario quiere que él sea el nuevo líder y él dice que no lo será aunque, al final, por supuesto, terminará por tomar el lugar de Rosario-. La Hermana remitiría a la figura de Evita.
Si retomamos el texto de Freud Tótem y tabú, podríamos realizar un paralelo entre la figura del padre y la figura de Perón. A partir, entonces, de la muerte del padre -la muerte de Perón- se desencadenan las guerras fraticidas para lograr el puesto vacante -en clave, así, aparecen las luchas dentro del movimiento peronista-. La sociedad, según Freud, se funda en un asesinato, siempre y cuando se funde la ley luego de la muerte del padre de la horda primitiva. Un líder o un dios, para Freud, son representaciones de padre. Benjamin asegura que La violencia mítica en su forma ejemplar es una simple manifestación de los dioses. Tal violencia no constituye un medio para sus fines, es apenas una manifestación de su voluntad y, sobre todo, manifestación de su ser. La violencia en la novela La vida entera no es una violencia que se presente como un medio para obtener un fin justo. Más bien, la violencia es un medio para obtener un fin personal -el poder mismo-. Todos luchan -para seguir con la hipótesis freudiana- por llegar al lugar impar del padre. El problema es que hay un solo lugar para demasiados candidatos. Como dice un personaje
-Todos quieren la manija pero ninguno sabe bien dónde está ni cómo agarrarla.
Las traiciones están presentes todos el tiempo, incluso para aquellos que todavía mandan:
Y el Alacrán mira entonces a Ignacio, escruta su rostro curtido, la mirada firme, ¿hasta cuándo me obedecerá?, ¿hasta cuándo respetará mi decadencia este hijo de puta?
Sin embargo, aparentemente, no siempre las cosas fueron de esa manera. Los derrotados recuerdan otros tiempos.
-Todavía se me pone la piel de gallina al acordarme, porque es como para no creer lo cerca que estuvimos de la victoria y que se nos haya escapado de las manos por un pelo, por una boludez, yo no sé, no termino de entenderlo.
Cerca de Encarnación hay un Basural. En ese lugar, según los hombres del Alacrán, vive la inmundicia. Entonces, el Alacrán y sus hombres lo prenden fuego. El Alacrán despliega su perversión:
-Quiero saber todo lo que pueden aguantar antes de morir.
El Basural es un refugio en donde viven los excluidos. Quizás pueda leerse allí los sobrevivientes de la masacre de José León Suárez: aquel grupo de hombres fusilados por rebelarse contra la dictadura que derrocó al gobierno de Perón en el año 55, aquellos hombres que sobrevivieron al fusilamiento fallido efectuado fuera de la ley por los militares -episodio de la historia argentina que dio nacimiento a uno de los libros capitales de la literatura argentina, Operación masacre de Rodolfo Walsh-. Así, por lo tanto, La vida entera se expande: abarca no sólo el pasado sino también el presente y el futuro.
Cifrados, aparecen los acontecimientos sanguinarios de la dictadura militar:
(...) muertes habrá en esta tierra y se cumplirán los sueños, todo lo que queda por perder ya está perdido (...)
las desapariciones,
-Un día nos van a pescar apoliyando y nos van a dejar achicharrados.
los vuelos de la muerte
Lejanas en su memoria surgen imágenes aisladas y entre ellas se abren hondos vacíos donde sólo existen voces, mensajes que se suceden en un único, intraducible discurso. Imágenes de un intenso salto de agua, de una daga penetrando en un vientre, de un hombre devorado por un lobo, de una multitud ahogándose en un ancho y sucio río, de un desierto en el más puro silencio, de una ciudad en voraces llamaradas.
y los exilios.
-Te vas a ir, ¿verdad? En algún momento vos también te vas a ir. Todos se van. Tengo miedo.
– Se avisora, ya, el problema de la memoria y de la reconstrucción de la historia.
– - (...) todavía hay gente en esta villa que lo ha vivido todo desde el principio, pero pronto dejará de ser así, y entonces no será suficiente la memoria para explicar las raíces de la realidad- dijo el Potro.
– Y bajo los crímenes y los temores, el personaje de la Rusita formula una pregunta, una pregunta sin respuesta que esconde un deseo:
– ¿Sabés cuánto hacía que no olía perfume de jazmines? ¿Sabés cuánto hacía que no caminaba por esta ciudad, a la noche, sin miedo, sabiendo que voy a dormir y que me voy a despertar y que voy a salir al balcón, entusiasmada, para mirar los árboles, la calle, el sol? ¿Sabés cuánto hacía?
Bibliografía
- Martini, Juan, La vida entera, Editorial Norma.
- Said, Edward, Reflexiones sobre el exilio, Editorial Debate
- Benjamín, Walter, Para una crítica de la violencia, Editorial Leviatán
- Freud, Sigmund, Tótem y tabú, Editorial Amorrortu
Argentine
Géographie littéraire de l'Argentine (Juan Martini - Marcelo Cohen - Néstor Ponce) Littérature argentine - Motifs et thématiques (Quino - Eduardo Berti - Julio Cortazar - Guillermo Martinez)Pour citer cette ressource :
Martín Lombardo, La vida entera de Juan Martini, La Clé des Langues [en ligne], Lyon, ENS de LYON/DGESCO (ISSN 2107-7029), juin 2008. Consulté le 22/11/2024. URL: https://cle.ens-lyon.fr/espagnol/litterature/litterature-latino-americaine/la-dictature-dans-la-litterature/la-vida-entera-de-juan-martini