Entrevista a Horacio Castellanos Moya
Presentación
El 27 de mayo debutaba el séptimo festival Assises du Roman International de Lyon. Entre los autores de habla hispana, el autor Horacio Castellanos Moya ha estado presente y ha presentado en Francia su última novela, La sirvienta y el luchador, editado en las ediciones Métailié en 2013 bajo el título La servante et le catcheur.
Horacio Castellanos Moya nació en Tegucigalpa (Honduras) en 1957. De padre salvadoreño y madre hondureña, a los cuatro años regresó con su familia al Salvador, donde vivió hasta 1979. Dejó el país debido a las numerosas revueltas sociales que tenían lugar en aquella época para exiliarse a Toronto. En 1980 se trasladó a Costa Rica, país que dejó al año siguiente por México, donde estuvo instalado hasta 1992. Trabajó como periodista y se ocupó en aquella época de cubrir especialmente la guerra civil del Salvador. Además de periodista, Horacio Castellanos Moya ha trabajado como profesor en Pittsburg y en Tokio, entre otras ciudades.
El objetivo de Horacio Castellanos Moya no fue desde el principio escribir literatura. Su pasión era la música, así que empezó a escribir para componer canciones de rock. Sin embargo, con el tiempo se dio cuenta de que la música no era lo que más le convenía, así que empezó a escribir libros. Sus primeros intentos de publicación tuvieron lugar en El Salvador sin mucho éxito. Pocas son las editoriales que se encuentran en el país centroamericano, y ninguna parecía interesada por nuestro autor. Fue en México que parte del milagro se produjo. En 1988 publica su primera novela, La diáspora, que recibe el Premio Nacional de Novela de la Universidad Centroamericana José Simeón Cañas del Salvador. Más tarde, perseguido por esta pasión de la escritura, intentó publicar una nueva novela en España, objetivo que vio cumplido gracias al trabajo de un agente literario. Pero Castellanos Moya recuerda esta época con cierta melancolía y recuerda que sus primeros intentos en la edición no dieron los frutos esperados. Al dedicarse profesionalmente al periodismo, seguía escribiendo ya sin esperar mucho a cambio de su trabajo literario. Sin embargo, cuando no esperaba demasiado, la suerte le llegó de golpe y la editorial Tusquets se interesó por su novela publicada anteriormente en España, El asco, y le propuso la publicación del texto que estaba escribiendo en aquel momento, Desmoronamiento. Gracias a El asco, Castellanos Moya consiguió una repercusión internacional. Se publicó en 1997 y, sólo en El Salvador, donde se convirtió en libro de culto en los últimos años, ha conseguido siete ediciones.
Horacio Castellanos Moya ha publicado una decena de novelas, entre ellas Baile con serpientes (1996), La diabla en el espejo (2000, finalista del premio Rómulo Gallegos en 2001), El arma en el hombre (2001), Insensatez (2004), Tirana memoria (2008) y la última, publicada en español en 2011, La sirvienta y el luchador. Castellanos Moya ha publicado numerosos cuentos, además de algunos poemas y ensayos.
Actualmente, trabaja en la Universidad de Iowa y es columnista regular para la revista Sampsonia Way Magazine.
Obligado por la situación o simplemente por curiosidad, Castellanos Moya es un viajante, sin embargo, al contrario de otros muchos “escritores viajeros”, nunca ha hecho de esos viajes la fuente de inspiración para sus obras. Nunca se aleja de su patria cuando se trata de literatura.
El Salvador está presente, pero su objetivo no es realizar un retrato ideal o alejarnos de los clichés. Horacio Castellanos Moya se sumerge en la historia de su país para compartir con el lector las impresiones de una época tocada por la revuelta, la guerra y la violencia sin ahorrarse ningún detalle. De la obligada presencia del Salvador en su obra, de su novela La sirvienta y el luchador y de su forma de concebir la literatura nos habla en esta entrevista.
Video de la entrevista con Laura Sillero
https://video.ens-lyon.fr/eduscol-cdl/2013/2013-05-27_ESP_Castellanos.mp4
Transcripción
- La primera pregunta concierne su novela La Sirvienta y el Luchador. Ésta se enmarca en una época de revueltas, donde la corrupción y la violencia están muy presentes. Las diferencias sociales también lo están, así como las injusticias ¿Busca realizar el retrato de la sociedad de una época o crear una especie de denuncia? Y ¿se considera un autor comprometido?
- En sus obras, la muerte y la violencia, toman un rol principal ¿Se definiría como un escritor de temas oscuros?
- Y hablando de personajes, todos los que aparecen en la novela son muy diferentes entre ellos. Ninguno se presenta como un héroe pero tampoco podríamos decir que sean antihéroes, como si todos tuviesen su parte mala y su parte menos mala. ¿No existen para usted los héroes ni los villanos, con todas sus características típicas?
- María Elena es aparentemente una mujer inocente y algo ignorante pero que va averiguando todo lo relativo a las desapariciones. El Vikingo presume de un pasado glorioso como luchador, pero la enfermedad está acabando con él. ¿Por qué estos personajes, casi marginales, llevan todo el peso de la historia? Y ¿cómo nacen estos personajes? ¿Se inspira en personas reales para crear a sus personajes?
- Conocemos muy poco a sus personajes. Algunas de sus características físicas se esbozan, sus personalidades se conocen sobre todo con respecto a la relación que tienen con otros personajes, poco se sabe de sus vidas. ¿Podríamos decir que en sus novelas la historia es más importante que los personajes que la cuentan?
- Porque esa es otra de las características de su escritura, todo sucede muy rápido. Es como que de un segundo a otro puede cambiar completamente la situación, y a veces me hacía pensar en una película, como si las escenas se sucediesen como en una película. ¿Podría tener su literatura una influencia cinematográfica o es simplemente el enfoque que prefiere darle? Y, con respecto al hecho de que la novela sucede en dos días, ¿Por qué prefiere concentrar la historia en tan poco tiempo?
Yo creo que todos estamos influenciados por el cine, pero yo creo que yo particularmente no. Diría que veo muy poco cine. No tengo la pasión cinematográfica. Quizá la tuve de más joven, veía más películas, pero ahora cada vez veo menos. Y no pienso en eso. En primer lugar porque yo vengo de un país donde nadie hace películas. Así que nadie va a hacer películas de mis libros. No tengo esa preocupación. Es porque ese es el tiempo interno de la obra, entonces si el tiempo interno de la obra requiere esa velocidad y tiene esa forma de desenredar la trama, eso es lo que hago, pero cuando hay otros tiempos, se requiere una velocidad más lenta. Pues juego con los períodos. Yo no estoy seguro de que sean dos días, no recuerdo ahora. Creo que parece que son dos días, pero es casi una semana, va muy lento, pero se tiene esa sensación.
- La contraportada nos dice que son dos días, y al leerla también tuve esa impresión. Como en Baile con serpientes.
Tendría yo que ver mis esquemas de cuando la escribí. Pero sí, corren mucho. Hay una acción concentrada. Por eso, porque se está trabajando el presente, se está en un presente caliente, hirviente, acosado por la muerte, basado en la acción, pues el tiempo se dilata.
- El lector puede tener a veces la impresión de que el azar y la coincidencia juegan un papel muy importante en el desarrollo de sus historias, quizá por aquello de la rapidez. ¿Sabe usted todo lo que va a suceder antes de escribir sus novelas o desde que empieza hasta que la termina cambian muchas situaciones? ¿Influye esto en la elección de sus finales, bastante sorprendentes?
Hay dos niveles en eso. Uno es que cada libro es distinto. No sólo en lo que es en sí, sino en mi forma de trabajo. Digamos, en esta novela, yo escribí la parte del Vikingo y no sabía qué más iba a hacer. La primera parte del Vikingo, las primeras cincuenta o sesenta páginas de la novela, las escribí y no sabía si eso era un relato corto, no sabía nada, y la guardé, pasó un tiempo, y después escribí la parte de María Elena, la segunda parte. Igualmente la terminé y no sabía qué venía, la guardé. Incluso me fui seis meses a Japón y no escribí ninguna línea, regresé y ahí se me desató toda la otra mitad. Entonces yo no tenía ningún plan, es decir, es una novela que se fue construyendo poco a poco, o no poco a poco pero tuvo como dos, tres momentos. Tuvo un momento del Vikingo, un momento de María Elena, un momento muerto, y luego como una explosión, cómo relacionar las dos cosas y cómo montar el final. Ahora, el final quedó secreto, porque ese capítulo es un capítulo que yo escribí cuando escribí la parte del Vikingo, de pronto no me cabía, y de pronto descubrí que este era el final de la novela. Entonces no sabía yo que era el final de la novela, hasta que iba trabajando en el tercer momento, desarrollando todo, y cuando iba releyendo todo me saltó el capítulo ese. Entonces hice el enrosque. Así que esa novela es así, fortuita. Escrita al azar. O por destino, porque uno con el azar o el destino pueden traer una función que nunca acaba porque nunca sabes… Y yo no sé si es destino o es azar, y creo que así es la vida, uno no sabe si hay azar o destino. Uno puede decir que es destino, uno lo puede creer, pero eso es una convicción. Pero de otro punto de vista uno dice “eso es azar”. Fue azaroso que ella se encontrara al Chicharro, o fue azaroso que a ella se le ocurriera que el Vikingo pudiera ayudarla… ¡No..! Ella sabía quién era el Vikingo. Pero sí fue azaroso, fue destino, que Joselito disparara a su madre.
- Como autor traducido a otras lengua, ¿controla de alguna manera las traducciones que se publican de su obra?
No. Yo confío fundamentalmente en el criterio del editor, que va a contratar a un traductor que haga bien su trabajo, porque yo tendría que hablar muchas lenguas para eso. La única que reviso es el inglés, porque es la única otra lengua que manejo a un nivel como para pretender corregir, o al menos chequear que lo que se esté diciendo corresponde a lo que yo he escrito, más allá de los matices de estilo, que se me van. Pero no, fundamentalmente confío en la experiencia y el conocimiento del editor en encontrar a un traductor de su confianza.
- Y la última pregunta que tengo. Ha viajado usted mucho, viviendo en diferentes países, y sin embargo el escenario de sus novelas se suele limitar a El Salvador, o América central. ¿No se ve tentado por salir de esas fronteras, o todavía queda mucho que contar?
En este momento, no sé. Acabo de terminar una novela, publicarla en español, que sigue después de esa [La sirvienta y el luchador], y estoy como en un período de reflujo. Pero a este respecto, hay dos tipos de escritores que viajan mucho y viven en distintos países. Yo he vivido en varios países, varios continentes. Y es un tipo de escritor que escribe sobre el lugar al que va. Por lo general tiene que ver con un escritor imperial, metropolitano, un escritor que venga de una metrópolis imperial casi siempre. Un escritor como Graham Greene, vaya donde vaya escribe su novela sobre eso; ahora escritores españoles, siempre lo han hecho. Un escritor que viene de un país periférico, escribe sobre lo que vivió y no sobre los países a los que va. No necesariamente, hay escritores de culturas periféricas que escriben sobre los países a los que van. Es decir, hay como una tendencia. Joyce era de un país periférico, sometido como Irlanda, y nunca pudo dejar de escribir sobre Dublín, en cualquier ciudad donde estuviera. En mi caso, yo puedo vivir dos años en Alemania, en Japón, ya llevo cinco o seis años en Estados Unidos, en España, y no salgo de mi zona. Pero más que mi zona, es cierto tipo de personajes en un período de tiempo. Mi zona corre de México hasta el Salvador y Honduras, Guatemala… Mi última novela sucede en México, mi primera novela sucede en México, pero siempre con personajes centroamericanos moviéndose en el exilio, conspirando, etc. ¿Si tengo tentación? Sí, a veces me gustaría escribir una novela pero no me sale. Y hasta que me salga.
Pour citer cette ressource :
Laura Sillero, Horacio Castellanos Moya, Entrevista a Horacio Castellanos Moya, La Clé des Langues [en ligne], Lyon, ENS de LYON/DGESCO (ISSN 2107-7029), juin 2013. Consulté le 24/11/2024. URL: https://cle.ens-lyon.fr/espagnol/litterature/entretiens-et-textes-inedits/entretiens/horacio-castellanos-moya