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Situación del narcotráfico a principios de 2011 en México

Par Sylvia Perrin : Master 2 Pro "Traduction littéraire et édition critique" - Université Lumière Lyon 2
Publié par Christine Bini le 30/03/2011

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Article qui présente l'organisation du trafic de drogues au Mexique et la politique de Felipe Calderón Hinojosa.

Topografía y organización del narcotráfico: cárteles y estados

Los carteles

1 : Aguascalientes (Aguascalientes)  9 : Durango (Durango) 17 : Nayarit (Tepic) 25 : Sonora (Hermosillo)  2 : Baja California (Mexicali)  10 : Guanajuato (Guanajuato)  18 : Nuevo León (Monterrey)  26 : Tabasco (Villahermosa)  3 : Baja California Sur (La Paz)  11 : Guerrero (Chilpancingo de los Bravo)  19 : Oaxaca (Oaxaca de Juárez)  27 : Tamaulipas (Ciudad Victoria)  4 : Campeche (San Francisco de Campeche)  12 : Hidalgo (Pachuca de Soto)  20 : Puebla (Puebla de Zaragoza)  28 : Tlaxcala (Tlaxcala de Xicohténcatl)  5 : Chiapas (Tuxtla Gutiérrez) – 13 : Jalisco (Guadalajara)  21 : Querétaro (Santiago de Querétaro)  29 : Veracruz (Veracruz)  6 : Chihuahua (Chihuahua)  14 : México (Toluca de Lerdo)  22 : Quintana Roo (Chetumal)  30 : Yucatán (Mérida)  7 : Coahuila de Zaragoza (Saltillo)  15 : Michoacán de Ocampo (Morelia)  23 : San Luis Potosí (San Luis Potosí)  31 : Zacatecas (Zacatecas)  8 : Colima (Manzanillo)  16 : Morelos (Cuernavaca)  24 : Sinaloa (Culiacán)  Distrito Federal = Ciudad de México

 ¡Ojo ! este mapa no pretende representar exactamente la realidad ;
sin embargo, sirve para comprender la organización
compleja del narcotráfico mexicano.

Los cárteles mexicanos suelen llevar el nombre de las zonas en que emergen. Sería fácil ubicarles si no se extendieran, con el objetivo de controlar cada vez más territorio. Intentaremos a continuación explicar primero cuales son los principales cárteles para destacar luego los estados más codiciados. Este breve panorama permitirá entender el funcionamiento del narcotráfico y su evolución. Sin embargo, tratando de un tema tan inestable, hay que tener presente que esos datos cambian día a día.

Empezamos pues por un recorrido de los principales cárteles. El más conocido lleva el nombre de una ciudad famosa por su violencia y sus raptos de mujeres, el Cártel de Juárez. El capo era hasta 1997 Amado Carrillo Fuentes, pero murió a causa de una intervención quirúrjica que tenía que cambiarle la apariencia. Lo dirige actualmente Vicente Carrillo Fuentes. Este cártel tiene influencia en el Estado desde el sexenio de Ernesto Zedillo Ponce de León (PRI : 1994-2000). Se considera de hecho como la organización criminal mejor relacionada con el poder. Tiene presencia entre los estados de Chihuaha, Querétaro, Estado de México, Michoacán, Veracruz, DF y Tabasco.

Muy importante también es el Cártel de los Beltrán Leyva. Su organización resulta un poco compleja debido a los últimos cambios generados por la política de Calderón. Originalmente, el capo Joaquín Gúzman Loera, « El Chapo » Guzman - el « capo consentido del gobierno federal » y el « amo y señor del negocio de las drogas en México » según Roberto Ravelo - dirigía el Cártel de Sinaloa. Gozaba del respaldo de los cinco hermanos Beltrán Leyva y de un grupo de sicarios. Al ser capturado Alfredo Beltrán Leyva « El Mochomo » el 20 de enero de 2008 por el ejército mexicano, los Beltrán Leyva le echaron la culpa a Joaquín Gúzman. El cabecilla fue entonces uno de los hermanos, Arturo Beltrán Leyva, pero murió en un enfrentamiento con el ejército el 16 de diciembre de 2009. Ahora siguen dirigiendo los demás hermanos. El Chapo Gúzman y los hermanos Alfredo y Arturo Leyva se conocían bajo el nombre de Los Tres Caballeros. Este cártel logró tener presencia en Chihuaha, Querétaro, Estado de México, Michoacán, Veracruz, DF y Tabasco en gran parte gracias a la ayuda armada de Edgar Valdez Villareal, alias « La Barbie » o « El Tigrillo », hasta su detención el 30 de agosto de 2010. El cártel también llegó a controlar Guerrero, Jalisco, Colima, Nuevo León y Tamaulipas, en el cual le declaró la guerra a Osiel Cárdenas, capo del cártel del Golfo. Ahora Joaquín Gúzman Loera anda de fugitivo tras haberse escapado de una cárcel en que purgaba una pena de 20 años.  

Otro cártel preponderante es el Cártel del Golfo, cuyo amo y señor se nombra Osiel Cárdenas. Tomó el control del cártel del Golfo tras la caída de Juan García Ábrego, La Muñeca, capo de los capos bajo Carlos Salinas de Gortari (PRI : 1988-1994). Para llegar al poder, mató a uno de sus amigos, Salvador Gómez Herrera, El Chava, lo que le valió el apodo de El mata amigos. Osiel Cárdenas encarna pues la segunda generación del cártel. Goza del soporte armado de los Zetas. Es rival del cártel de Sinaloa en la lucha por controlar el país, sobre todo en el Estado de Tamaulipas, lugar donde llega la droga desde Colombia para ir hacia Michoacán. El cártel del Golfo no ha sufrido cambios en su estructura pero se debilitó ya que varios miembros de la organización se deterioran por el uso de drogas. Podemos citar el caso de Gregorio Sauceda El Goyo, alias El Caramuela, uno de los personajes fuertes que fue destruído por la cocaína. Tenía que controlar dos zonas estratégicas codiciadas por el cártel de Sinaloa : Reynosa y Matamoros por las que, según la PGR (Procuraduría General de la República), entre 1996 y 2004, pasaban unas 30 toneladas de cocaína al mes a Estado Unidos. En 1995, Osiel Cárdenas fue encarcelado y extraditado. Dirige en su ausencia su mano derecha, Eduardo Costilla El Coss.

El cártel de Michoacán, dirigido por La Familia Michoacana, cobró importancia tras la política represiva de Felipe Calderón, en el propio estado del presidente. Todo empezó cuando el PRI se fue del poder. Antes, el PRI lo controlaba todo (los gobernadores, los alcaldes, los jefes de policía, los sindicatos...). Cualquier pleíto entre los policías de diferentes demarcaciones se saldaba con una discusión en que se escuchaba al poder central. Ahora ya no es lo mismo y cada cuerpo policial defiende sus posiciones. En Michoacán, el poder federal se hizo cada vez más ausente de modo que los narcos cobraron espacio. La Familia que lleva unos 20 años allí ya controla el tráfico de heroína y marihuana (dicen que hay plantaciones de amapola en 37 de los 113 municipios). También controla el puerto de Lázaro Cárdenas al que llega la cocaína del sur de América y la efedrina de Asia y Europa, rumbo a Estados Unidos. Esta organización defiende una filosofía de muerte y venganza y desempeña una violencia extrema. Fue el primer cártel en hacerse una publicidad a destinación de los demás cárteles : en vez de matar a alguien, lo matan con una violencia extrema para firmar su asesinato. Suelen cortar las cabezas de sus víctimas y exponerlas a la vista con un letrero en que amenazan a sus enemigos (sobre todo a los Zetas) y en que designan a sus próximas víctimas. La particulariad de dicho cártel es que sus ambiciones van más allá del tráfico de drogas. Cultiva una relación corrupta con las autoridades y todos los comerciantes deben pagarle un impuesto para ser protegido por esa mafia. También controlan los prostíbulos, las máquinas tragaperras, la piratería, la venta de armas y, claro, el tráfico de drogas. Calificado por la PGR como una extensión del cártel del Golfo, opera en 87 de los 113 municipios del Estado de Michoacán y ya se extendió mucho más allá de las fronteras, con un ejército de 4.000 integrantes. Según la DEA (policía antinarcóticos noerteamericana), también está presente en 16 de los estados de Estados Unidos. La Familia está dirigida por dos capos : El Chango y El Chayo, también conocido como El Más Loco. Buscan sus colaboradores entre los drogatictos de la calle. Los sacan de la adicción y enrolan a sus familiares, logrando hacer lo anhelado por el gobierno : sacarlos de la pobreza y ofrecerles una idea de una vida mejor. Pero a cambio les piden una fidelidad. Esos miembros se encargan de la distribución de droga al menudeo o hacen de « halcones » avisando a los narcos de los movimientos de la policía y del ejército. Otros, los sicarios, se encargan de secuestrar a los vendedores de droga de los demás cárteles y de hacerles una oferta : o trabajas para nosotros o ya sabes... Además, dicho cártel quiere ejercer una presión social y espiritual en la población. Así, los miembros suelen desempeñar funciones propias del Estado para ganarse la confianza del pueblo. Pretenden querer instaurar una relación de confianza con la policía y la población. Para tener una presencia en los medias, incluso nombraron a un hombre, El Tío, como responsable de prensa. Lo más sorprendente es que usan los periódicos principales (como La Voz de Michoacán o El Sol de Morelia) para pasar sus anuncios. Pretenden luchar contra el crimen organizado, proteger a la gente de las drogas, limpiar el Estado y salvarlo de la violencia. Lamentan el hecho de tener que recurrir a estrategias muy fuertes pero confiesan que lo hacen cuando es necesario. Dicen haber tenido ya muy buenos resultados. Tranquilizan a la gente que tiene un trabajo decente, pero declaran la guerra a los que vienen de otros estados (todos los miembros tienen que ser michoacanos) y que quieren controlar « otro tipo » de actividades. La Familia acabó por convertirse en una verdadera empresa que manipula mucho dinero y crea trabajo. Sigue dependiendo del cártel del Golfo pero quiere independizarse. Pretende que los Zetas no son rivales y que lo único que quiere, es establecerse en Michoacán para limpiar el Estado. Pues se notan grandes paradojas entre el discurso, los actos y la principal actividad del cártel que sigue siendo la venta de drogas.

Podemos destacar a continuación el cártel de Tijuana de los Arellano Félix cuyo poder estriba en su relación con la policía basada en una lealtad inconmensurable. Sin embargo, recientemente y frente a la presencia cada vez más fuerte de los cárteles de Juárez y de Sinaloa, los policías se fueron dividiendo : unos siguieron apoyando a los Arellano Félix mientras que otros escogieron a sus rivales. Esta situación desencadenó muchos ajustes de cuenta. La creciente corrupción desembocó en asesinatos. En 2006 se encontraron las cabezas de tres policías - el subcomandante Ismael Arellano, el escolta Benjamín Ventura y Jesús Hernández - asesinados y decapitados con un cúter. Estos asesinatos fueron atribuidos a Arturo Villareal, el Nalgón. Este y El Tigrillo (uno de los hermanos Arrellano Félix) están ahora presos en Estados Unidos.

Este estudio no sería completo sin mencionar al grupo de Los Zetas, encabezado por Heriberto Lazcano Lazcano El Lazca y cuyos miembros son desertores del Grupo Aeromóvil de Fuerzas Especiales y desertores del Grupo Anfibio de Fuerzas Especiales, o sea del ejército. Son sicarios, un verdadero ejército de gatilleros, y los encontramos en todo el país.

Para acabar este recorrido del narcotáfico, sólo citaremos un par de cárteles más : el cártel del Milenio de los hermanos Valencia Cornelio y el cártel de la Federación o cártel del Pacífico, herencia de 70 años del PRI durante los cuales se estableció la corrupción policial e la impunidad judicial. También podemos terminar evocando la mara salvatrucha que a pesar de no ser un cártel de droga propiamente dicho, lleva relaciones con el narcotráfico ya que se incorporó al cártel de Sinaloa. Debe su reputación a los asaltos que comete en contra de los clandestinos que intentan pasar por América central para llegar a Estados Unidos y a sus métodos violentísimos, semejantes a los de los Zetas.  

Las luchas

Vamos a evocar ahora las luchas que se dan para controlar los estados más afectados por el narcotráfico. Estos son principalmente Nuevo León, Guerrero, Michoacán, Baja California, Sinaloa, Chihuaha, Tamaulipas, Sonora, Querétaro, Veracruz, México y Tabasco, ¡o sea buena parte del país!

El Estado de Michoacán es un lugar ideal para la recepción de la droga - la cual llega por el puerto de Lázaro Cárdenas o por carretera - y permite conectarse con cualquier punto del país. En éste opera el cártel del Milenio y también tiene presencia La Familia. Según la PGR, en Michoacán se consumen todos los días 16 kilos de cocaína, lo que representa 4 millones de pesos diarios. El Estado de Sonora es el escenario de la lucha entre el cártel de Sinaloa y La Familia, mientras que en el Estado de Nuevo León están asentados los cárteles de Sinaloa y del Golfo así como la familia Valdez Martínez, muy famosa en Monterrey. El Estado de Tamaulipas constituye una frontera estratégica en el tráfico de drogas ya que ofrece muchas facilidades. La zona está controlada por el cártel del Golfo pero el cártel de Sinaloa le está declarando la guerra para vengarse de que Osiel Cárdenas haya asesinado a Arturo Guzmán Loera, El Pollo, en diciembre de 2004, dentro del penal de La Palma. Este territorio es tan importante, debido a su situación, que la lucha entre los cárteles incluso llegó a Estados Unidos. El Estado de Sinaloa también constituye un lugar primordial por las mismas razones. Pues ahí se están desarrollando las peores luchas para controlar la zona ; él que domina está zona controla el tráfico de droga. En el Estado de Chihuahua se enfrentan los cárteles de Juárez, Sinaloa y Michoacán. En Ciudad Juárez, se cuentan 5 muertes violentas al día por 1,5 millón de habitantes. Se multiplican las violaciones, los ajustes de cuenta, la impunidad, los asesinatos y la corrupción policiaca. Se conoce por ser la ciudad más violenta de México. En el Estado de México, la zona del aeropuerto de México conoce las luchas entre los cárteles de Sinaloa, la Familia, el cártel del Milenio y el de Valencia. Para terminar, en el Estado de Baja California, donde se encuentra la famosa ciudad de Tijuana, se está desempeñando una lucha entre tres cárteles : el cártel de Tijuana ya asentado en el estado que goza del respaldo del cártel de Juárez, una nueva banda que emergió de la propia organización, dirigida por Ismael El Mayo Zambada (apoyada por el cártel de Sinaloa) que logró disminuir la unidad y el poder de los Arellano Félix, y los Beltrán Leyva, asociados con los Zetas.

En resumidas cuentas, la situación actual en el norte de México es complicadísima y espantosa. Los narcotraficantes son cada vez más numerosos y poderosos, y eso a pesar de las medidas emprendidas por Felipe Calderón.

La política de Felipe Calderón Hinojosa (PAN)

Al llegar a la presidencia, Felipe Calderón Hinojosa hizo del narcotráfico y de la lucha contra el crimen organizado el caballo de batalla de su sexenio. Primero veremos qué reforma puso en marcha y destacaremos luego las consecuencias de esta medida.

Aunque el país ya sufría de la recurrencia de levantones, ejecuciones y otras decapitaciones el actual presidente mexicano no le dio tanta importancia a la lucha antinarco en su campaña presidencial. Sin embargo, como mucha gente dudaba de la legitimidad de su elección (llegó a la presidencia en medio de polémicas debidas a un supuesto fraude electoral), el presidente tuvo que imponerse como personaje fuerte. Vicente Fox había dejado un estado degradado por la corrupción. Había declarado que iba a luchar en contra del narcotráfico mediante el programa México Seguro, pero sólo se había notado un aumento del tráfico de droga y de la corrupción. Según investigaciones de la SIEDO (Subprocuraduría de Investigación Especializada en Delincuencia Organizada), Nahúm Acosta, un espía mandado por los hermanos Beltrán Leyva y socio del Chapo, había sido funcionario de Los Pinos (la casa presidencial). Durante los seis años foxistas, el narcotráfico penetró la policía federal y estatal. Vicente Fox no logró acabar con el tráfico de droga porque el Estado mexicano ya estaba demasiado corrupto. Los asesinatos de policías aumentaban y los muertos habían superado los 3.000 durante este sexenio. Dado el alto nivel de corrupción del Estado del que había heredado y que tenía que padecer a fuerza, además de la ola de violencia y del poder creciente de los narcos, Felipe Calderón decidió recurrir como última solución a las Fuerzas Armadas. Apenas diez días después de haber llegado a la presidencia, anunció la puesta en marcha del Operativo Conjunto Michoacán que tenía que desarrollarse en el Estado de Michoacán, su tierra natal. Luego lo extendió a todo el país bajo otros nombres. En Ciudad Juárez, se enviaron un total de 7.500 soldados, 6 hélicoptéros y un hércules para luchar en contra del narcotráfico y de la corrupción policiaca y judicial. En 2006, se despelgaron un total de 36.000 soldados en 12 estados del país.

La reforma implicaba también cambios constitucionales a nivel judicial, como permitir juicios orales con público y aumentar el principio de presunción de inocencia. Hasta entonces, las audiencias se hacían a puerta cerrada lo que facilitaba la corrupción y numerosos encarcelamientos sin sentencia. La ausencia de presunción de inocencia significaba que uno era culpable y encarcelado hasta que se declarara lo contrario, lo que facilitaba la confesión bajo la tortura. El objetivo del gobierno de Felipe Calderón estribaba en construir una justicia más accesible al ciudadano. La situación alcanzó tal punto que en 2008 se consideraba que el 90% de los delitos no se denunciaban por desconfianza de la justicia y la Comisión de los Derechos Humanos había denunciado la corrupción de la seguridad pública mexicana, declarando que la impunidad alcanzaba los 99%.   Felipe Calderón se dio un lapso de 8 años para cambiar las cosas. Creó el Sistema Nacional de Seguridad Pública para seleccionar, evaluar y certificar a los 400.000 policías del país. Hasta ahí, no había ningún mando central, lo que facilitaba la corrupción. El 22 de agosto de 2008 se hizo el Acuerdo Nacional por la Legalidad y la Seguridad. Se trataba de 23 puntos que imponer entre seis meses y tres años. Este acuerdo preconizaba la construcción de nuevas cárceles de máxima seguridad, una reforma judicial para que los secuestradores cumpliran las penas íntegras, la formación de jueces especializados, la creación de una base nacional de teléfonos móviles, un programa de recompensas... Los 23 puntos se pueden consultar en http://www.eluniversal.com.mx/notas/532069.html. Todo ello con el objetivo de combatir contra los narcotraficantes, los secuestradores, la impunidad y la corrupción. El pacto se firmó entre el Gobierno, el Poder Judicial, los Medios de Comunicación y unas organizaciones empresariales y ciudadanas.

Felipe Calderón tomó pues medidas draconianas. Por desgracia, dicha política resulta ser un fiasco y engendra una serie de consecuencias funestas. Primero, la corrupción llegó al propio ejército y se constata todavía más impunidad que con la política de Vicente Fox. Según Ricardo Ravelo, el fracaso de las medidas emprendidas por Felipe Calderón se debe a la ausencia de una verdadera estrategia y a que no se depuraron las instituciones. Recalca que a demasiada gente le importa más salvar sus intereses que luchar en contra del narcotráfico. Lejos de hecharle toda la culpa a Felipe Calderón, el periodista subraya que la situación se heredó de la política de Carlos Salinas de Gortari, Ernesto Zedillo y Vicente Fox por lo menos, quienes habían dejado empeorar la situación cada vez más hasta llegar al incontrolable estado actual.

Por lo que es de la decisión de mandar al ejército en el terreno, las consecuencias fueron desastrosas y no se hicieron esperar. La presencia del ejército, en vez de acabar con la violencia, la incrementó. Entre 2004 y 2007, los secuestros aumentaron del 40% y se llegaron a denunciar dos secuestros al día. Además aumentaron los robos, las violaciones, el chantaje con amenaza de muerte y claro, los asesinatos. Según cifras oficiales, la violencia aumentó de 5.000 muertes más en 22 meses de mandato. En septiembre de 2008, ya se contaban 2.700 asesinatos de los cuales 300 policías por lo que iba del año. Se notó un fuerte aumento de las ejecuciones en los primeros meses de presidencia de Felipe Calderón en los estados de Michoacán, Nuevo León, Tamaulipas, Baja California, Sinaloa, Sonora y Guerrero. En mayo de 2007, con el asesinato de Nemesio Lugo Félix, uno de los máximos jefes en la lucha contra el crimen del DF, el país alcanzaba un millar de muertos en un año en el marco de la lucha antinarco. Y sobre todo, se multiplicaron tremendamente las decapitaciones. Los estados de Sinaloa, Michoacán, Guerrero, Nuevo León y Sonora, por donde pasa la droga rumbo a Estados Unidos, llegaron a una media de 7 asesinatos al día. Las mismas cifras se dieron en agosto de 2008 en Ciudad Juárez, el único lugar del mundo en que el alcalde, José Reyes Ferriz, no vive en la ciudad, ni siquiera en el país, sino en El Paso, una ciudad de los Estados Unidos. Se fue al recibir amenazas de muerte, no sabe por parte de quién. Muchísima gente hizo lo mismo, sobre todo la clase social que se lo podía permitir, o sea los ingenieros y los comerciantes. En Ciudad Juárez, se contaron en  2008 casi 1.500 asesinatos relecionados con el narcotráfico. En fin, desde diciembre de 2006, hubieron unos 10.000 muertos, entre narcos y policías. Asimismo, Nuevo León se convirtió en una plaza estratégica, debido a su cercanía con Tamaulipas y Estados Unidos. Hasta 2007, el gobernador negaba la violencia de su estado y decía que sólo ocurría en los suburbios pero acabó por pedir la presencia del ejército. Entre 2005 y 2006, el narcotráfico se incrementó en Nuevo León, a pesar del empeño del gobernador.

Hay que reconocer que la política de Felipe Calderón también tuvo como consecuencia positiva muchas capturas de narcotraficantes, extradiciones de capos hacia Estados Unidos y confiscaciones de droga. Desde enero de 2007, hubieron 60.000 detenciones de personas. El problema es que esas capturas desembocaron en unas luchas tremendas para recuperar el control de los cárteles lo que explica que el 85% de los asesinatos se cometan en las propias organizaciones. Es lo que paso cuando detuvieron los capos Osiel Cárdenas (cártel del Golfo), Benjamín Arellano Félix (cártel de Tijuana) y Alfredo Beltrán Leyva « El Mochomo » (cártel de Sinaloa). En octubre de 2008, la creación de un nuevo cártel en Tijuana ocasionó 53 muertes. La lucha se daba entre los Arellano Félix que controlaban la plaza y una nueva banda, emergida de la propia organización y que beneficiaba del apoyo del cártel de Sinaloa.

La ola de violencia es espantosa entre los narcos, pero también lo es contra el cuerpo policiaco. La policía y los jueces son tan penetrados por el narcotráfico que la mayoría de sus asesinatos no se deben a que luchen en contra del narco sino a sus propios papeles en las organizaciones. En efecto, muchos ajustes de cuenta se dan por parte de los propios colegas : como hay luchas entre los diferentes cárteles para ocupar un lugar, los policías involucrados tienen que tomar parte por algunas de las bandas y uno acaba siendo rival de su propio compañero de trabajo. En resumidas cuentas, las muertes se dieron muchísimo en el seno de la policía a causa del gran número de personas corruptas. En octobre de 2008, muchas de las muertes ocasionadas durante la creación del nuevo cártel en Tijuana se dieron entre la policía que respaldaba a los narcos. Ahora, la PGR considera todaviá que muchos de los 2.300 policías y demás agentes municipales son miembros activos del cártel de Tijuana.

Otra consecuencia de la política de Calderón fue el verdadero efecto cucaracha respecto a la dispersión de los narcos. En efecto, al ser perseguidas, las bandas tuvieron que huir, lo que tuvo por consecuencia el aumento de sus territorios hacia las partes rurales. Otro efecto fue el querer conquistar la frontera estadounidense. El Chapo Gúzman ordenó que los suyos tiraran sobre la policía estdounidense, a pesar de que antes no solían enfrentarse con esas autoridades. Barack Obama destinó 350 millones de dólares para luchar contra el fenómeno. En El Paso, una base militar, el Fort Bliss, dirige las operaciones antidrogas. Parece que los narcos mexicanos hayan corrompido a los aduaneros estadounidenses. La situación llegó a tal punto que todos los partidos políticos de Ciudad Juárez están a favor de medidas draconianas, incluso el partido Verde que tuvo un eslogan de lo más extraño : « ¡Vote verde par la pena de muerte ! ». La política de Calderón aumentó entonces los controles en la frontera con Estados Unidos, lo que tuvo como resultado un aumento del  autoconsumo de droga en el territorio mexicano y nuevos combates para controlar el narcomenudeo (tráfico local).

Se compara mucho la situación del narcotráfico en México con la de Colombia. Lo cierto es que la primera depende de la segunda. En Colombia también se llevó a cabo un lucha antidroga que ha cambiado del todo el sistema del país. En México, los críticos reprochan al gobierno una ola de violencia similar a la de Colombia por haber tomado la mala medida que ya había tomado Álvaro Uribe : desplegar al ejército. Genaro García Luna, secretario de seguridad Pública, reconoció en 2007 que los narcos saben lo que representa políticamente el hecho de desarrollar tanta violencia. Según Vanda Felbab-Brown, los nuevos capos, más jóvenes, son todavía más violentos. La presencia de las fuerzas armadas no es una situación que puede durar en el tiempo. Fracasó en Colombia y está pasando lo mismo en México : los capos vuelven a ocupar sus sitios cuando se van las autoridades. Los sicarios han mostrado que pueden vencer al ejército. Tienen una organización interna sólida y disponen de las armas y de la tecnología (suelen mandar vídeos de amenazas) suficiente para resistir al Gobierno y al Ejército. Todavía no se sabe como va a evolucionar el problema del narcotráfico en México, pero lo que sí está seguro, es que estamos asistiendo a una situación transitoria que va a esbozar un nuevo panorama. Si bien Felipe Calderón logró capturas y ejecuciones importantes, hasta la fecha el balance no está a su favor.  

Anuncios de la DEA

 

Pour citer cette ressource :

Sylvia Perrin, Situación del narcotráfico a principios de 2011 en México, La Clé des Langues [en ligne], Lyon, ENS de LYON/DGESCO (ISSN 2107-7029), mars 2011. Consulté le 24/11/2024. URL: https://cle.ens-lyon.fr/espagnol/civilisation/histoire-latino-americaine/mexique/situacion-del-narcotrafico-principio-de-2011-