Respuesta transnacional frente a catástrofes naturales: mexicanos reaccionando desde Bélgica como resultado de los terremotos
Introducción
El transnacionalismo es un fenómeno ampliamente estudiado entre los científicos sociales para definir los lazos que mantienen las comunidades migrantes entre su lugar de origen y su lugar de residencia. Los intercambios transnacionales pueden ser de tipo económico, político y social y pueden variar según su naturaleza, su frecuencia y los resultados que produzcan.
Los académicos en migración han desarrollado diferentes herramientas analíticas y teóricas para comprender mejor la dinámica e implicaciones detrás del flujo de ideas, dinero y valores que atraviesan las fronteras constantemente. Por ejemplo, Guarnizo (2000) hace una clara distinción entre lo que denomina el “transnacionalismo nuclear” y el “transnacionalismo expandido”. De acuerdo con este autor, el “transnacionalismo nuclear” incluye todas las actividades que forman parte integral de la vida habitual de los migrantes y las que se realizan periódicamente. En otras palabras, los intercambios realizados en el “transnacionalismo nuclear” son hasta cierto punto predecibles. Al contrario, los lazos que se hacen en la esfera del “transnacionalismo expandido” (Guarnizo 2000 en Levitt 2001) son aquellos que ocurren en momentos de crisis políticas y de desastres naturales. Por consiguiente, el “transnacionalismo expandido” se refiere a acciones esporádicas e impredecibles.
A primera vista, esta distinción parecería simple y evidente. La diferencia entre el transnacionalismo nuclear y expandido supone que las comunidades migrantes usan diferentes lazos transnacionales dependiendo si existe una crisis o no. Este artículo refuta dicha teoría al intentar demostrar que, en tiempos de crisis las redes de migrantes usan los mismos lazos transnacionales que usan en su vida cotidiana.
En este artículo se postula que, en tiempo de crisis, las comunidades migrantes explotan las mismas redes transnacionales sociales, políticas y económicas que han construido y mantenido como resultado de su experiencia migratoria. Asimismo, se sugiere que el flujo de información e intercambios entre las comunidades migrantes y sus países de origen se intensifican en situaciones de emergencia. Para poder demostrar estos argumentos, este artículo presenta evidencia empírica recolectada con la comunidad migrante mexicana en Bélgica después de los devastadores terremotos que ocurrieron el 7 y 19 de septiembre del 2017 en México.
Para esclarecer la reacción de los migrantes mexicanos viviendo en el extranjero y la manera en la que decidieron establecer contacto con su país de origen, el artículo propone analizar la respuesta como un proceso divido en siete fases. Es importante aclarar que dichas fases fueron identificadas durante la observación participante (DeWalt and DeWalt 2011) en dos grupos de migrantes mexicanos que reaccionaron inmediatamente después de enterarse de los terremotos en México. Estos ejemplos reflejan las acciones de dos colectivos integrados por migrantes mexicanos y latinoamericanos. En concreto, el artículo presenta datos de entrevistas con miembros de la comunidad mexicana y notas de terreno tomadas durante la organización de un concierto caritativo organizado por artistas mexicanos el 23 de septiembre en el Centro Cultural Bruegel y el evento Hoy por México, organizado por el colectivo Solidaridad Bélgica – América Latina el 8 de octubre de 2017 en la ciudad de Bruselas.
El proceso de participación transnacional
Van Hear (2011) desarrolló una tipología para estudiar el impacto económico de las transferencias económicas durante épocas de conflicto. De acuerdo con este autor, las diásporas primero hacen transferencias para la supervivencia de las personas que están en grave peligro. Estas transferencias sirven para ayudar a las familias más afectadas por el conflicto. El segundo tipo de transferencias que realizan los migrantes son las remesas para hacer frente a la crisis. Este tipo de remesas son destinadas para satisfacer las necesidades diarias de los damnificados. Finalmente, la tercera categoría identificada por Van Hear (2011) se refiere a las transferencias para la acumulación de capital, las cuales se usan para reconstruir la infraestructura después del conflicto.
Esta tipología es útil para entender hasta cierto punto las dinámicas económicas durante tiempos de conflicto y el impacto del envío de remesas. Sin embargo, esta tipología no incluye el carácter social del transnacionalismo. Asimismo, dicha tipología refleja muy sutilmente los diferentes pasos que constituyen una reacción colectiva de grupos migrantes con su país de origen en tiempos de crisis.
Para entender la participación política y social de la diáspora mexicana residente en Bélgica, este artículo propone conceptualizar su reacción en un proceso de siete fases. Es importante recalcar que estas fases son el resultado del análisis exhaustivo de las prácticas de dos colectivos de migrantes mexicanos y latinoamericanos que reaccionaron dentro de las primeras tres semanas de los terremotos. Sin embargo, para llegar a las conclusiones presentadas en este artículo, el análisis integra documentación etnográfica recolectada durante doce meses de trabajo de campo en Bélgica.
Fase 1: Seguridad y bienestar de las personas más cercanas
Una vez ocurrido el terremoto, lo primero que hicieron los mexicanos en el extranjero fue comunicarse con sus familiares y amigos para informarse sobre los acontecimientos. Inmediatamente después del temblor, la diáspora mexicana contactó a sus conocidos en México para verificar que se encontraran fuera de peligro. Gracias a las redes sociales y a los diferentes servicios de telefonía, los migrantes mexicanos lograron comunicarse inmediatamente con sus seres más queridos.
María, una migrante mexicana viviendo en Bélgica desde hace 16 años aseguró que en cuanto se enteró del temblor se comunicó de inmediato con su familia en México. Asimismo, recalcó que cuando llegó a Europa en el 2001, era mucho más difícil comunicarse instantáneamente con sus familiares. Ahora utiliza aplicaciones móviles para tener noticias y saber rápidamente de la seguridad de sus familiares (Entrevista semi-estructurada, 17 de octubre 2017, Bruselas).
La acción de verificar el bienestar de sus familiares refleja dos flujos transnacionales interesantes. El primero, es el uso de la tecnología como medio de comunicación instantáneo subrayado por varios actores y el cual demuestra la permeabilidad de las fronteras y la fluidez de mensajes entre las comunidades migrantes y miembros de su país de origen (Boccagni, P., Lafleur, J-M. and Levitt: 2015). En segundo lugar, la situación de crisis demuestra que los migrantes hacen uso de las redes de comunicación que usan cotidianamente. El estado de emergencia no provocó la generación de nuevos canales de comunicación, simplemente se intensificó el uso de las redes de comunicación establecidas desde antes del terremoto.
Fase 2: Confirmar el bienestar de la diáspora mexicana en Bruselas
La segunda acción por parte de la comunidad mexicana viviendo en Bélgica fue asegurarse de que sus amigos mexicanos viviendo en el extranjero no hubieran sufrido daños graves a causa de los terremotos. Esta acción, al igual que la primera, demuestra la importancia de las extensas redes de comunicación transnacionales (Kaldor, 2003).
Roberto, un migrante mexicano que vive en Bruselas desde hace más de seis años aseguró que la sensación de no poder ayudar personalmente le afectó emocionalmente. Una vez que comprobó el bienestar de su familia y amigos en México, confirmó el estado de sus amigos mexicanos en Bruselas:
"Cuando se acabó el temblor, mi hermano me escribió y me sentí horrible. Una impotencia. Me daban ganas de estar allá y no aquí. Es como una irrealidad. Te dices ¿qué hago aquí? Mi familia y mis seres queridos están allá. Aquí hay personas que también quiero, pero la gente de toda la vida está allá. Yo les escribí el segundo día del temblor a mis amigos mexicanos de aquí."(Entrevista semi-estructurada, 13 de octubre 2017, Bruselas).
Pedro, un mexicano viviendo en Bruselas desde hace poco más de un año también interrumpió sus clases de neerlandés para comprobar el estado de sus familiares en México. En seguida mandó mensajes a sus amigos en México y después a continuación se aseguró de que los pocos mexicanos que conoce en Bruselas estuvieran a salvo al igual que sus familiares:
“Le pregunté a una colega del trabajo mexicana como le había ido con el temblor. A ella le fue bien porque su familia vive en Chihuahua” (Entrevista informal, 20 de septiembre 2017).
Los testimonios presentados en esta sección demuestran que una vez que lo migrantes mexicanos se aseguraron del bienestar de las personas más cercanas, se dedicaron a preguntar a los otros mexicanos cómo habían vivido el terremoto desde el extranjero y como se encontraban sus allegados en México. Es importante recalcar que estas acciones tienen un objetivo social y psicológico importante. Al compartir experiencias similares de frustración, tristeza y dolor, los inmigrantes mexicanos lograron tranquilizarse. El compartir experiencias similares con otros mexicanos fue importante para algunos migrantes para aliviar el sentimiento de impotencia al no poder ayudar presencialmente en la búsqueda de escombros o llevando víveres a albergues.
Fase 3: Compartir información en redes sociales
La tercera acción por parte del grupo de mexicanos viviendo en el extranjero fue el compartir información por redes sociales. En las horas siguientes al temblor, las redes sociales se llenaron de mensajes señalando los puntos más afectados por los terremotos y en donde se necesitaba asistencia médica de inmediato. Asimismo, muchos de los mensajes que circularon a las pocas horas del terremoto, solicitaban rescatistas, alimentos y víveres para salvar a las personas atrapadas en los edificios que colapsaron.
Desde un punto de vista analítico, es importante destacar que incluso si los mensajes difundidos fueron escritos en México, los miembros de la comunidad mexicana en Bélgica los compartieron con el fin de aumentar su alcance y contribuir a mitigar los estragos de los desastres naturales.
La iniciativa de los migrantes mexicanos viviendo en Bruselas, de difundir la información originada en México es parte de un proceso teorizado previamente por Keck y Sikkink (1998) en el estudio de activistas sociales transnacionales. De acuerdo con Keck y Sikkink (1998), los activistas han desarrollado una estrategia transnacional de buscar ayuda en el extranjero para apoyar una causa política o social nacional. Esta estrategia conocida como el “modelo boomerang” ha sido utilizada principalmente en campañas a favor de los derechos humanos. En el caso del terremoto en México, los migrantes mexicanos viviendo en Bruselas fungieron el rol de diseminadores de información para buscar ayudar entre sus contactos tanto en México como en Bruselas. En otras palabras, a través de los mensajes compartidos en sus redes sociales lograron incrementar la ayuda para los damnificados y la solidaridad con el pueblo mexicano desde el extranjero. Para poder llegar a un mayor público, los mexicanos tradujeron los mensajes en español, en inglés, neerlandés y francés.
Es importante recalcar que la acción de compartir mensajes en redes sociales demuestra que, en tiempo de crisis, las diásporas actúan conforme a su voluntad y capacidades disponibles (Koser 2007). En el ejemplo de los mexicanos en Bruselas reaccionando a los temblores se puede observar que, durante el tiempo de crisis aguda, sus acciones se limitaron a informar y a buscar ayuda entre sus contactos personales. Sin embargo, con el paso de las horas y superando el estado de shock, la diáspora mexicana reaccionó de manera colectiva.
Fase 4: Organización de eventos con miembros de la comunidad mexicana
El cuarto proceso de reacción por parte de los mexicanos en Bélgica para hacer frente a los terremotos fue la organización de eventos para recaudar fondos para las víctimas. El primer evento organizado a cuatro días después del temblor fue convocado por músicos mexicanos viviendo en Bélgica desde hace más de seis años. La iniciativa fue organizada por los grupos Mariachi Sabor a México, 4 Cascabel y Bruxsel Fandango Project (Notimex 2017).
Este concierto se pudo llevar a cabo exitosamente gracias a los contactos personales de los participantes, los cuales les ayudaron con la logística, difusión y organización del evento. El concierto organizado por los músicos para recaudar fondos para México fue esporádico y dependió en su totalidad de la participación voluntaria de los mexicanos que sintieron necesidad de apoyar a su país desde el extranjero (Van Hear, 2011). El concierto organizado el 23 de septiembre del 2017, demuestra que los mexicanos en Bruselas pidieron el apoyo de sus conocidos y familiares para responder eficazmente a una emergencia desde el extranjero.
El primer concierto organizado en Bruselas para recaudar fondos para México muestra dos aspectos interesantes sobre la reacción de las diásporas ante un desastre natural. Primero, la velocidad y eficacia de la respuesta de los migrantes en el extranjero dependen de los recursos humanos y financieros que existían antes del estado de emergencia. Segundo, es importante subrayar que la movilización de las diásporas respondiendo a catástrofes naturales difiere de las diásporas respondiendo a un conflicto o a una guerra. En una primera instancia, las diásporas respondiendo a una catástrofe natural se movilizan por un estado moral de shock (Jasper 2010) apolítico. En otras palabras, las diásporas que se movilizan en respuesta a un desastre natural tienen el objetivo principal de proporcionar ayuda humanitaria inmediata a los damnificados. En palabras de uno de los músicos del evento:
“El evento de hoy fue exitoso porque nos enfocamos en los objetivos. Es un ejemplo de la buena organización y la disposición de las personas. Con organización se pueden alcanzar muchas cosas.” (Entrevista semi-estructurada, 23 de septiembre 2017, Bruselas).
Fase 5: Solidaridad de la diáspora latinoamericana
La quinta fase de reacción de los migrantes mexicanos residiendo en Bélgica ocurrió una vez pasado el estado crítico de emergencia y el estado de shock moral. Varios migrantes mexicanos en Bélgica invitaron a miembros de la comunidad latinoamericana a organizar un evento cultural y gastronómico con el fin de recolectar fondos y enviarlos exclusivamente a proyectos sociales en México dedicados a reactivar la economía de las zonas más afectadas del país. El segundo evento que se organizó en Bélgica para apoyar a los damnificados en México contó con la participación de migrantes de otros países latinoamericanos y una mayor planificación.
El segundo evento cultural y gastronómico llamado Hoy por México, fue organizado por el comité Solidaridad Bélgica-América Latina, el cual ya tenía experiencia realizando eventos de recaudación de fondos en situaciones de catástrofes naturales. En 2016, el Comité de Solidaridad Bélgica-América Latina organizó un evento para apoyar a los damnificados del terremoto de Ecuador. La experiencia previa del comité y la movilización de sus organizadores permitieron la organización exitosa del evento Hoy por México en dos semanas.
La organización del evento Hoy por México se dividió en varios comités especializados en: comunicación, logística, animaciones, artistas, finanzas, bebidas y cocina. Los organizadores del evento optaron por la división del trabajo en comisiones para poder optimizar los recursos, energía y trabajo de todos los participantes. Al menos dos miembros de cada comisión contaban con experiencia y una gran red de contactos en Bruselas que facilitó el acceso a recursos humanos y materiales en tan poco tiempo. Por ejemplo, en la comisión de cocina trabajaron varios cocineros mexicanos y ecuatorianos con experiencia cocinando para cientos de personas. La comisión de finanzas contó con la participación de Lucía, una migrante de origen ecuatoriano con años de experiencia en ese sector. Finalmente, la comisión artística encargada de diseñar el programa del evento y de invitar a músicos y bailarines contó con la participación de una de las cantantes mexicanas más importantes en Bruselas. Esta última invitó a sus colegas y amigos a formar parte del evento para apoyar a los damnificados en México.
El evento Hoy por México refleja tres aspectos relevantes en términos del estudio de las diásporas reaccionando ante un desastre natural. Primero, que los eventos organizados a mediano plazo cuentan con mayor personal, con mayor experiencia y con más recursos. Contrariamente al evento espontaneo del 23 de septiembre, Hoy por México necesitó mucho más compromiso por parte de los organizadores, los cuales se reunieron en cuatro ocasiones antes del evento y dedicaron varias horas del día a la organización del evento por dos semanas. En segundo lugar, los eventos organizados a mediano plazo dependen de la red de contactos y de los recursos de los que disponen los organizadores. Varios miembros del grupo tuvieron que cubrir ciertos gastos por adelantado. Sin la existencia previa de esos recursos, el evento nunca se hubiera podido llevar a cabo. Finalmente, cada miembro que participó en la organización del evento fungió un rol en el cual tenía experiencia previa o en el que podía aportar mayor beneficio al equipo.
Fase 6: Envío de los fondos recaudados
Una vez concluidos los eventos, los organizadores decidieron a quién y cómo mandarían las donaciones recolectadas el 23 de septiembre y el 8 de octubre del año en curso. En ambos eventos se insistió mucho en la importancia de apoyar a proyectos sociales, de enviar directamente los fondos a personas de las comunidades afectadas y de asegurar una completa transparencia al realizar las transferencias económicas.
Tanto los organizadores como los participantes de los dos eventos acordaron que la mejor manera de enviar los fondos recaudados a México era enviando el dinero directamente a las personas afectadas sin pasar por ningún intermediario institucional o gubernamental. A raíz de esto, se acordó que los fondos se enviarían por medio de sistemas de envíos de remesas, el mismo sistema que uno de los migrantes utiliza regularmente para enviar dinero a México.
Asimismo, varios de los migrantes mexicanos propusieron enviar parte de los fondos recaudados a organizaciones que conocían antes de mudarse a Bélgica y con las que mantenían un contacto desde antes de los terremotos. Por ejemplo, María propuso enviar parte del dinero recaudado a una asociación cultural en el Estado de Morelos, la cual empezó a funcionar como centro de acopio después de los sismos. De acuerdo con María:
“Yo propuse enviar parte de los fondos a la asociación cultural de Morelos porque ellos están llevando ayuda a los pueblos más necesitados. Ellos son esos pueblitos y saben quién está afectado. Ellos llevan la ayuda directamente (…) además yo sé que son gente de bien y les tengo confianza” (Entrevista semi-estructurada, 17 de octubre 2017, Bruselas).
El interés de los migrantes en mandar dinero directamente a asociaciones civiles refleja la desconfianza que tienen en las instituciones gubernamentales. Asimismo, el querer enviar directamente los fondos a personas que conocían previamente a su experiencia migratoria demuestran los lazos transnacionales sociales y de confianza mantenidos a través de los años. Tanto los canales por los cuales se enviaron las donaciones como las organizaciones receptoras son prueba de que los migrantes mexicanos utilizaron su experiencia y relaciones transnacionales mantenidas con México por sus intereses personales.
Fase 7: Seguimiento de las transferencias
Actualmente esta fase está en proceso sin embargo en las reuniones de los dos grupos presentados en el artículo se hizo énfasis en dar un seguimiento a los proyectos apoyados. El seguimiento es importante por dos razones. Primero, para demostrar que los comités que organizaron los eventos enviaron las donaciones de manera transparente. En segundo lugar, es importante demostrar que las iniciativas organizadas por miembros de la diáspora mexicana desde el extranjero tienen un impacto positivo en las localidades más dañadas por los sismos.
Conclusión
El presente artículo presentó dos ejemplos de iniciativas organizadas por miembros de la comunidad mexicana viviendo en Bruselas en respuesta a los terremotos ocurridos en septiembre del 2017. Este texto se enfocó en demostrar que los migrantes mexicanos hicieron uso de sus contactos personales, recursos financieros y experiencia para poder organizar dos iniciativas que reunieron aproximadamente 11,000 euros que se destinaron a proyectos sociales y de desarrollo local en México.
Al analizar la reacción de los migrantes mexicanos en siete fases fue posible identificar las emociones, estrategias y dinámicas de movilización desde el extranjero. Asimismo, a partir de este proceso fue posible identificar las diferencias en organizar eventos espontáneos y a mediano plazo. Ambos proyectos cumplieron sus objetivos y lograron demostrar que los migrantes pueden contribuir al alivio de los daños ocasionados por desastres naturales.
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Pour citer cette ressource :
Larisa Lara Guerrero, Respuesta transnacional frente a catástrofes naturales: mexicanos reaccionando desde Bélgica como resultado de los terremotos, La Clé des Langues [en ligne], Lyon, ENS de LYON/DGESCO (ISSN 2107-7029), novembre 2017. Consulté le 21/11/2024. URL: https://cle.ens-lyon.fr/espagnol/civilisation/histoire-latino-americaine/mexique/respuesta-transnacional-frente-a-catastrofes-naturales-mexicanos-reaccionando-desde-belgica-como-resultado-de-los-terremotos