Entrevista a Felipe Hernández
Video de la entrevista
https://video.ens-lyon.fr/eduscol-cdl/2014/2014-05-25_ESP_Hernandez.mp4
Transcripción de la entrevista
Primero, noté que en sus novelas, la Partitura y Edén, me parece que siguen una línea muy parecida, no en cuanto a la historia, sino en cuanto a cómo se desarrollan las acciones, cómo va aumentando el ritmo. En cuanto a los personajes, ¿qué distancia toma con los personajes? Es decir ¿qué tanto son usted o no son usted? Porque usted es traductor, músico, escritor… y los personajes son escritores, traductores, músicos…
Claro, es que estos personajes, los protagonistas, son en cierta manera extensiones de uno mismo pero con matices muy distintos, con distintas personalidades pero extensiones quizá de las muchas maneras que uno se podría contar a sí mismo, que eso es una clave de la literatura muy interesante, es decir, tú mismo ampliarte, distorsionarte, estar en otro lugar, cómo reaccionarías. Y otros personajes, de hecho llegaría a más, pueden ser contraposiciones, pueden ser partes de ti mismo pero contrarias. En realidad la vida es así, porque todos compartimos cosas y en otras somos opuestos. Y de lo que tú dices, narrativamente, que las historias son completamente distintas, los escenarios completamente distintos, pero desde luego hay una técnica literaria parecida y de hecho pienso seguir en esta misma técnica porque me gusta mucho ser muy estricto con la argumentación, con la tensión, con el aumento de la tensión y no cambiar de punto de vista, trabajar desde un solo punto de vista y de hecho tengo un proyecto de cuatro novelas en que seguiré este mismo proceso que es muy complicado en realidad.
¿Y también la misma temática? Es decir, una analogía de temas, no sé si llamarlos bíblicos, pero religiosos.
Sí, son bíblicos, es que la Biblia en realidad ha influido a todo Occidente, entonces nosotros en realidad… ¿Qué es el mundo? ¿Qué es la realidad? Hablo del alma humana en este vocabulario que habéis hecho. Hace tiempo, leyendo a un científico justamente, decía que el alma es la narración que uno hace de sí mismo. Entonces nuestra historia en Occidente quizá tenga que ver mucho con la narración que hemos hecho de nosotros mismos a partir de la Biblia. Y en la Biblia se nos presenta, en el Antiguo Testamento sobre todo, que es el que más ha influido, porque si hubiera sido sobre el Nuevo Testamento creo que nuestra historia no tendría nada que ver con ésta, pero el Antiguo Testamento, la presentación de Dios, del concepto de Dios, que influye mucho luego en el desarrollo de las costumbres, de cómo se desarrollan las personas, ya se ve ahora los conflictos religiosos que hay, que van en aumento. Entonces siempre me ha preocupado, es decir, me preocupa esa extensión de mí mismo, me preocupa la narratividad y me preocupa cómo evoluciona nuestra historia y cuál es el futuro. De hecho ahora el futuro por cómo se ha hecho nuestra cultura. Y la Biblia, a menudo me extraña que los escritores la olviden o que olviden el libro de Gilgamesh, que tiene una influencia impresionante en nuestro modo de ver el mundo y en los cambios que ha habido. Y no lo entiendo pero la vida se ha olvidado mucho. Incluso, mis próximos proyectos, no tienen nada que ver con estos, narrativamente sí, pero serán del futuro y muy tecnológicos, todo lo contrario, estaban despojados de tecnología. Y sin embargo tengo en cuenta, para la visión del futuro, todo lo que ocurrió en el imperio romano, ese concepto de Dios, que luego se transformará en el concepto de inteligencia artificial, etc. Estoy relacionándolo todo, ahora tengo una edad que ya puedo comenzar a tener una visión del mundo que a lo mejor… esos libros están escritos en mi treintena, fueron escritos hace muchos años.
Pero casi se acaban de traducir al francés.
No, hace diez años que se tradujeron. Siguen vigentes pero, por suerte, estos no.
Hablaba del futuro, que planea escribir sobre esto, ¿pero sus libros no son ya una especie de futuro alternativo?
Es un futuro pasado, pero es un concepto que vuelve, lo he visto últimamente. Claro, yo cuando pensaba, esto era en los años noventa y no había visto mucho de futuro pasado, había visto distopías y tal, y yo pienso un futuro pasado, en que el pasado y el futuro fueran una sola cosa, explicar la torre de Babel que nadie explicó cómo se hizo, yo quería explicarla pero en un futuro no tecnológico. Y ahora, afortunadamente, la transformación del mundo en estos años ha sido tan alucinante, que de repente me ha dado, ya estos últimos años, cómo será la inteligencia en el futuro, cuáles serán las tecnologías, la inmortalidad, todos los temas, que están planteados en los libros, por ejemplo la inmortalidad, es un tema muy interesante de cara a los próximos cincuenta años, o el alargamiento enorme de la vida. Y en realidad, tú no lo habrás visto, pero ahora, a posteriori, yo no lo vi cuando lo escribí, son libros de ciencia ficción.
Sí, es justamente lo que platicaba yo, lo veía un poco como ciencia ficción, incluso me venían a la mente algunos escenarios de películas de ciencia ficción cuando leía esto, pensaba “esto es futuro, es un presente no tan presente”.
Pues has acertado, incluso La partitura, que parece que no tenga absolutamente nada de ciencia ficción, me ha dado las mejores ideas para los libros de ciencia ficción. Porque hacer de una persona música y eternizarla a través de la música, seguramente será como se haga. De otra manera, a través de ondas, pero seguramente en el futuro podemos estar en inteligencia artificial pero de un modo en la luz, pero bueno, no te lo voy a contar esto. Pero realmente fue una ocurrencia totalmente absurda o extraña, ser inmortal, bueno, no tan extraña, pero no será tan equivocado. Son cosas que parecen paradójicas, pero bueno, mis libros, La deuda también, se están transformando, casi veinte años después de la deuda, que no era un libro de ciencia ficción, ni se me ocurrió, ahora se ha convertido en eso.
Sí, puede llegar a leerse así. Y justamente hablaba usted de la música. ¿Cuál ha sido la influencia de la música en su escritura? Porque esto de que avanza progresivamente, como que aumenta el ritmo conforme avanza la obra, esto a mí me pareció casi musical, no sé si sea la influencia de la música.
Sí, en la composición es muy importante, hay una serie de variaciones que hay que hacer, porque si no sería muy aburrido, la cadencia también puede ir aumentando y cómo llegan los instrumentos, también hay una serie de cambios modales que se pueden dar en literatura del mismo modo, en la estructuración de los capítulos, cómo salen los personajes, que son frases musicales. Y realmente ese modo de subir la melodía, ese modo de ir intercalándose y modulando hacia otras notas, en ciertas maneras yo lo veo muy parecido, de hecho en un momento determinado sólo me he dedicado a la música. No quiere decir que me dedicase a la música clásica, eso para nada, me he dedicado a la música de relajación y al soul, o sea que no tiene nada que ver lo que yo escribo con ese tipo de música tipo Bártoco, tipo Stravinsky.
Bueno, tal vez lo refleja de otra manera, no en música pero en los libros.
Sí, en los libros sigue un patrón bastante clásico en realidad, porque en música clásica prefiero a Bach o Pergolesi o Vivaldi, me gusta mucho la música del barroco y la manera de estructurar creo que es muy interesante. Tú puedes desestructurar, ha habido muchas modas y cada vez menos estructuradas y desestructuradoras, pero creo que lo más complejo es volver al origen y construir bien, y yo no lo veo poco. Entonces digo es escaso, es un valor que parece ya dado y sin embargo es muy escaso. ¿Cuántos Bach tenemos ahora? Eso me pregunto. Me gustaría ver un tipo componiendo una música más moderna, digamos, ambientada pero con una estructura y un placer musical que fuera inconmensurable y que llegara al alma. Esto me falta, no lo vuelvo a ver.
Esperemos verlo pronto.
Yo musicalmente te aseguro que no lo puedo hacer. Mi máxima aspiración musical es a relajar, hacer música de meditación y música para escribir. Tenía muchas músicas para escribir yo porque la memoria y la concentración van muy asociadas a la música, me especialicé en eso y he hecho mucho, entonces para otros escritores puedo aportar algo. Pero ese nivel musical no. En literatura veríamos, habría que esforzarse para llegar a ciertos niveles pero el placer es probarlo y seguiremos en ello, claro.
Leí algunos comentarios sobre sus obras en los cuales le comparan con Kafka, o con influencias kafkianas. ¿Qué piensa de esto? ¿Sí es una influencia para usted?
No es ninguna locura, pero es demasiado simplista, porque en realidad Kafka quizá dice lo contrario de lo que yo digo, más bien estoy contestando. Él tiene algunas cosas interesantes, ese modo de contar, el tener en cuenta lo absurdo que es el mundo y tener una visión extraña de las cosas. El problema es que su visión quizá es la contraria de la mía, yo pienso lo contrario.
¿Es decir? Porque cuando estaba leyendo Edén y todo este papeleo que tiene que hacer el hombre, la burocracia, me pareció kafkiano totalmente, absurdo.
Sí, sí, en eso tenemos que ver, y eso me encanta de Kafka, porque lo vivimos continuamente, es decir, si no hubiera existido Kafka yo hubiera escrito lo mismo porque me ha ocurrido en mi vida y me sigue ocurriendo continuamente, entonces claro, hay que hablar del mundo burocrático en el que nos hallamos y también del mundo sociopolítico pero desde una visión no partidista, no ideológica, sino desde una visión vivida y ésa es muy extraña. Y Kafka aporta algo gigantesco, creo que es el que más aporta de hecho, porque los otros describen. Herman Melville quizás se acercaría más a mi modelo, Bartleby o cosas así que también es el absurdo, es decir, estamos conectados en eso. Lo que ocurre es que mi visión final no tiene que ver con la de Kafka, pero esas ambientaciones me encantan, me gustan y lo tomo como base. Y además en la ciencia ficción se trabaja también más con eso, porque Philip K. Dick, viendo las actualizaciones, vemos cómo en la ciencia ficción se habla mucho de las distopías, de cómo la sociedad a una persona la aplasta, como en 1984, la mayoría de obras del futuro son distopías que tienen que ver con la obra de Kafka. Sin embargo mi visión es muy distinta, mi visión del futuro no es ésa, es totalmente contraria, es positiva o abierta, digamos, pero no es distopía, es una visión más fría. Porque lo que narramos es lo que sucede, es decir, si Julio Verne piensa, inventa un helicóptero, inventa un submarino veremos el submarino, si tú inventas un futuro distópico, veremos un futuro distópico, y si tú piensas en un futuro posible, veremos un futuro posible. Es un poco extraño hablar así, parece supersticioso, pero es la narrativa, siempre ha funcionado así, funcionó así en el Gilgamesh, ellos creían que el infierno era un desierto y que buenos y malos iban a ese infierno, su realidad era u infierno también porque no se distinguía el bien del mal y se podía hacer cualquier barbaridad, con lo cual la vida estaba relacionada con esa narrativa, con esa inventiva, y como pienso sinceramente que es así, no estoy pensando en futuros distópicos, sino en futuros abiertos, posibles en que la ciencia tenga un papel mucho más interesante. Y el mundo virtual, porque ésa es otra, es decir, cuando yo escribí estos libros el mundo virtual no existía y yo he estado observando durante estos años qué ocurre, y he visto que en un momento determinado viviremos una realidad muy virtual y hay que pensar cómo podemos manejar esta realidad, qué se hace con ello y un escritor debe hacer estas cosas.
Esperaremos los próximos libros.
Falta porque son cuatro, son cuatro tochos que están relacionados, entonces creo que tengo algunos años de trabajo, pero bueno.
Tengo preguntas que están relacionadas con los temas de sus libros pero más con la traducción porque usted es traductor.
Traduje, no soy tantas cosas, músico sí, traductor sí, traduje varios libros pero cuando era joven, ahora estoy con el inglés y el francés, hice filología pero hace mucho que no practico. Empecé, en los años ochenta hice algunas traducciones del francés al español, pero no continué entonces no puedo decir qué sea. Si me encargan una cosa sí, pero no soy traductor.
En la traducción de sus obras al francés ¿qué relación ha tenido con el traductor o qué influencia en la traducción de las obras? ¿O prefiere no enterarse mucho del proceso?
Lo leí y me pareció que estaba muy bien traducido pero no puedo juzgarlo, desde mi francés no puedo juzgarlo. Creo que era fiel al español, me leí los libros y me gustó, pero claro, hay muchísimos matices en un idioma que yo domino en mi idioma, y el francés lo conozco y lo puedo leer perfectamente, pero decir que esta frase sería mejor que esta otra, no. De hecho yo desistí de traducir porque empecé a practicar con Proust y entonces me di cuenta de que valía más dejarlo, no estaba al nivel. Otras cosas las podía traducir, pero aquello era misterioso, intrigante e imposible de traducir, y luego he visto muchas traducciones al español que no están mal, pero son totalmente distintas.
Sí, bueno, dicen que hay tantas traducciones como traductores.
Y las mías eran malas, debo de reconocerlo.
Bueno, creo que sería todo de mi parte, muchas gracias por aceptar la entrevista y seguiremos con el encuentro.
Pour citer cette ressource :
Felipe Hernández, Paola Rho Mas, "Entrevista a Felipe Hernández", La Clé des Langues [en ligne], Lyon, ENS de LYON/DGESCO (ISSN 2107-7029), juin 2014. Consulté le 05/11/2024. URL: https://cle.ens-lyon.fr/espagnol/litterature/entretiens-et-textes-inedits/entretiens/felipe-hernandez-entrevista-air-2014-