Encuentro con Maite Carranza
Habitualmente escribo en catalán
Habitualmente escribo en catalán, aunque he escrito también obras en castellano. Mi primera obra era en catalán y se llamaba Ostres, tu, quin cacau!, que no se llegó a traducir al castellano. La traducción sería “qué lío tan tremendo” pero no tiene traducción, es una frase hecha. Era una novela para niños de 11 o 12 años, es mi edad preferida, me gusta mucho escribir para esa edad. Hay humor, son historias de niños y sus relaciones con la familia, los amigos, la escuela. Fue hace ya 26 años, en 1986.
Una fuente de inspiración diferente
En cuanto a lo que me inspira cada creación, cada personaje, cada historia que cuento, tiene una fuente de inspiración diferente. Pueden haber recuerdos de cuando yo era niña. Pueden haber historias que me cuentan de una amiga de mi hija. Pueden haber noticias en la prensa o en televisión.
He escrito una novela policíaca, Palabra envenenadas, es la primera que he escrito y me ha gustado mucho escribirla. Esta es de humor y fantasía. Me siento muy cómoda con el humor, no sé contar chistes pero me gusta mucho escribir acerca de situaciones humorísticas. Cuando escribo sobre situaciones muy duras, necesito reírme al escribir. De mis géneros me quedo con el humor.
Como lectora durante mucho tiempo fui muy aficionada a la novela histórica y la ciencia ficción, como géneros.
He escrito para niños pequeños y para adultos
He escrito para niños pequeños y para adultos. Me resulta más difícil escribir para niños que para adultos, porque tengo que adaptar las historias para que sean comprensibles por los niños. Las novelas más fáciles de escribir son novelas de mundos que conozco. El mundo de las brujas tuve que inventarlo, y tuve que inventar las reglas del mundo de la brujería, con miedo de equivocarme. Es más fácil escribir sobre Barcelona en 2012, en una casa que es como en la que vivo, porque no tengo que buscar documentación. Cuando salgo de ese mundo tengo que leer muchos libros. Cuando soy un personaje diferente tengo que documentarme y procurar no perderme, no equivocarme. Cuando escribía sobre las brujas, por ejemplo, inventé el “embrujo de ilusión” y después al cabo de un mes me había olvidado y lo rescribía diferente. Resulta más fácil hablar sobre todas aquellas cosas que ocurren todos los días. Mejor aún escribir sobre una señora, madre de familia, de mediana edad, antes que pensar que soy un policía de 65 años o una chica joven de 14. Lo más fácil para un escritor es ponerse en su misma piel.
Mi primera novela no era juvenil. No es que dijese “voy a escribir para jóvenes”. Mis personajes que fueron premiados eran jóvenes. Me presenté a premios, y aquellos cuentos premiados estaban protagonizados por personajes jóvenes. Entonces me dijeron que era literatura juvenil. Pero no fue un propósito previo, fue casual.
Las obras que se traducen...
Las obras que se traducen dependen del interés de otras editoriales. Mi editorial tiene agentes literarios que venden a otros países. Yo no hago ese trabajo. Palabras envenenadas está siendo traducido, creo que saldrá este año. Si un editor duda sobre si traducirá una novela, el que tenga un premio es un argumento más para convencerle. De todas formas la trilogía de las guerras de las brujas ha sido traducida a 24 lenguas y no había recibido ningún premio. A veces son otros caminos los que siguen las traducciones.
Heroínas y héroes
En mi novela La guerra de las brujas, la protagonista es una mujer y es verdad que se trata sobretodo de relaciones femeninas. En Palabras envenenadas la protagonista es también una chica : Bárbara. Sin embargo, escribí también novelas con hombres porque en Sin invierno - una novela de ciencia ficción para los adultos - , el protagonista es un hombre, un médico. En los libros de Víctor, el protagonista es un niño. No todos mis protagonistas son mujeres.
Es difícil cambiar de sexo, es lo que llamamos en nuestro trabajo travestismo. Es como un actor o una atriz que tiene que ser muchos personajes. ¿ Cuál es el más difícil ? El que más se le parece, a mi me cuesta pensar como un chico. ¡ Nunca he sido un chico !
El próximo libro
Ahora he acabado una novela y la estoy corrigiendo. Saldrá probablemente a finales de este año, en diciembre. Es una novela para adultos porque es un tema difícil, más parecido a Palabras envenenadas. No es fantasy, no es humor, es sobre unas historias de una mujer gambiana que ha llegado a Barcelona. He dudado para decidir si era para adultos o para niños, es también una historia de mujeres : hay dos mujeres adultas y una adolescente de quince años. Las tres son protagonistas pero el peso de las dos adultas hace que la novela no sea juvenil.
Referencias mitológicas y religiosas
Para volver a mis antiguas novelas, quería escribir una historia sobre el Mediterráneo y la tradición de la brujería en Cataluña. Buscando los orígenes, los fui a buscar en las tradiciones greco-romanas. Grecia y Roma fueron la cuna, los inicios de nuestra civilización mediterránea. En la mitología griega encontré los nombres de los personajes : Selene, Deméter, Gaia, Helena. Mi personaje Anait es Diana, la diosa romana que es la transformación de Artemisa, la diosa cazadora de los griegos. Hay otras referencias mitológicas y religiosas porque éso es la fuente de nuestra civilización. Lo único que hago es recuperarlo. Es lo que hacen los ingleses también, tienen su mito artúrico y sus historias celtas. Sus libros de fantasía beben de su mitología celta o escandinava.
Pour citer cette ressource :
Eugenia Auzas Mota, Caroline Bojarski, Carlos Benguigui, "Encuentro con Maite Carranza", La Clé des Langues [en ligne], Lyon, ENS de LYON/DGESCO (ISSN 2107-7029), mai 2012. Consulté le 07/10/2024. URL: https://cle.ens-lyon.fr/espagnol/litterature/entretiens-et-textes-inedits/entretiens/encuentro-con-maite-carranza