«Magallanes» de Salvador del Solar
El director
Salvador del Solar nació en Lima en 1970. Después de estudiar derecho, cambió de carrera para ser actor mudándose varios años a Colombia para desarrollar su nueva actividad. Empezó en telenovelas hasta llegar a la pantalla grande en películas como Pantaléon y las visitadoras (1999) de Francisco Lombardi o El elefante desaparecido (2014) de Javier Fuentes-León, thriller peruano. Magallanes (2015) es su ópera prima como director y tiene la suerte de haberla realizada con el trabajo de reconocidos actores como lo son Damián Alcázar y Magaly Solier. Esta película obtuvo bastante éxito siendo nominada al Goya para Mejor Película Iberoamericana y ganando el Colón de Oro en España y el premio de público en el Festival de Lima.
La película
Sinopsis
“Magallanes” es el nombre del protagonista principal, ex militar y ahora taxista, que tiene que enfrentar los fantasmas de su pasado un día en el que sube a su carro1 una joven a quien había conocido en Ayacucho cuando el coronel, su jefe, la tenía en el cuartel. La joven, Celina, resulta ser una víctima de violaciones y agresiones sexuales por parte de todos los militares. Magallanes se había enamorado de ella y la ayudó a escapar. Nos enteramos luego de que le pidió a cambio una relación sexual, convirtiéndose así en agresor a su vez. La joven no lo reconoce hasta que vaya a cortarse el cabello y la barba a su peluquería, y cuando ella descubre esos rasgos familiares, lo bota de su local. Magallanes se presenta ante Celina porque quiere reparar el daño que ha sufrido : ingenia un plan para pedirle dinero al hijo del coronel – ya que él tiene demencia y no se acuerda de nada –. Así, con la ayuda de su hermana y luego de su amigo, extorsiona a ese rico limeño. Cuando por fin obtiene el dinero, se vuelve a presentar a Celina pero ella se niega a aceptarlo porque no pidió nada, lo único que desea es olvidarse diciéndole a Magallanes que haga lo mismo.
Análisis
La otra cara de las violencias en periodo del terrorismo
Durante los años del terrorismo peruano, hablamos mucho de la violencia de los senderistas que mataron a inocentes, pusieron coche-bombas en plenas calles de la capital entre otras violencias. Esta película habla de las violencias de la otra banda o sea de las violencias de los militares. Se trata del relato de la captura, por parte de un coronel, de una niña ayacuchana que mantuvo en el cuartel para abusar sexualmente de ella. Dada la mirada de la joven adulta cuando vuelve a pensar en su pasado, no dudamos de que hayan sido actos de atroz crueldad.
Lo que resulta extraño en este relato es que lo cuenta uno de los victimarios, o sea, un ex militar: Magallanes. Podríamos pensar que se trata de una forma de matizar las violencias militares, recordando que algunos fueron buenos, pero el propio Magallanes abusó de la niña. Descubrimos aquí uno de los puntos de la complejidad de la película ya que no se sabe si los personajes son claramente buenos o claramente malos. Sin embargo Magallanes conmueve por su buena voluntad. Parece, más bien, que él habla del tema porque necesita exteriorizar lo que vio y lo que hizo o dejó hacer. Él también fue agresor pero está arrepentido y quiere repararlo. Alonso Cueto – cuya novela, La pasajera (2015) es la base de la trama de la película – habla de culpa y rendición y parece que es lo que siente aquí Magallanes.
Por otro lado, el hijo del coronel, hombre que representa la alta sociedad limeña, después de descubrir la historia de su padre y recibir llamadas de extorsión – de la hermana de Magallanes – para que pague si no quiere ver divulgada tal historia, no parece sentir culpa al inicio. Luego, ya que se negó a pagar, lo secuestran y sufre hasta violación por parte del amigo de Magallanes para que dé el dinero, y su actitud cambia hacia la víctima. Cuando se encuentra frente a la joven, le propone dinero, como lo hizo Magallanes, para reparar los actos de su padre. Y ella no lo acepta.
Las víctimas calladas
Celina representa a todas las víctimas del terrorismo por su origen: es de la sierra, quechua-hablante y ha estado en medio de la violencia. Después de escaparse del cuartel, donde la tenían como esclava sexual, con la ayuda de uno de los militares, Magallanes, se mudó a Lima y empezó una nueva vida. Tiene un hijo con enfermedad mental, se puede suponer que es hijo del coronel. Por lo tanto, tiene que enfrentar las consecuencias de su triste pasado todos los días. Sin embargo, no deja que aquellos actos de alta crueldad le afecten su presente y se niega a dejar los fantasmas de su pasado irrumpir en su nueva vida, botando a Magallanes apenas lo reconoce. Ella considera el olvido como único medio de reparación de lo que ha sufrido.
Por otra parte, representa la honestidad. En efecto, al final, cuando enfrenta al hijo del coronel, éste, después de disculparse de los actos de su padre, le propone una buena suma de dinero porque él mismo se siente ahora responsable. La escena es clave en la película, Celina es la única mujer presente. Están dentro de la comisaría (a donde llevaron a Magallanes y a Celina después de descubrir cómo fue el asunto de la extorsión) y ella está sentada al lado de Magallanes. Después de que el hijo del coronel le ha propuesto dinero, ella contesta “dinero” y empieza a hablar en quechua, que es su idioma materno. La cámara se focaliza en ella antes de alejarse para ofrecer un plano más general con ella y Magallanes en primer plano y los demás policías que dejaron lo que están haciendo para mirarla en background. Se para y la cámara gira hacia el hijo del coronel que la mira triste y vergonzosamente, luego hacia ella otra vez y hacia Magallanes que baja la cabeza. Celina se voltea hacia Magallanes para dirigirle sus acusaciones también y se da cuenta de que está hablando sola, de que los demás se callaron para escucharla. Voltea a mirar a todos, se tranquiliza sola y pide irse al jefe de la policía que se había quedado fuera de campo. Su discurso en quechua no está traducido lo que deja al espectador en la misma posición que los hombres: la incomprensión de las palabras, pero no la incomprensión del discurso. Sin hablar quechua, podemos entender que se libera, que denuncia lo que vivió, que se enoja, que les culpa, que por fin ya no se queda callada. Eso se ve en los ojos de Celina, donde se notan el desprecio hacia ellos y el enojo y en sus labios que le tiemblan de rabia. Esta mujer da una gran lección de vida a todos los hombres presentes, muestra su fuerza y su aceptación. Ha sufrido pero no se desespera, sigue viviendo.
Esta película da la palabra a las víctimas. Muestra cómo no todas buscan venganza ni reparación material, muestra que sólo quieren vivir, olvidarse de todo y empezar desde cero. Esta actitud no es, por supuesto, la de todos, algunos quieren hablar de lo que les pasó. Para aquellas víctimas, se creó la Comisión de la Verdad y Reconciliación en Perú que toma sus testimonios.
Nota:
1 En español de Perú significa coche.
Utilizaciones posibles
Esta película se puede presentar en clase, en el instituto o en pre-grado, y puede integrarse en una noción:
-
Lugares y formas de poder (las violencias militares hacia la población)
Complementos
-
La novela de Alonso Cueto, La pasajera, Seix Barral, Biblioteca breve, Barcelona, 2015.
-
La novela de Teresa Ruiz Rosas , La mujer cambiada, Editorial San Marcos, Lima, 2008, 159 páginas, ISBN: 978-9972-38-503-2
Pour citer cette ressource :
Izia Douix, Magallanes de Salvador del Solar, La Clé des Langues [en ligne], Lyon, ENS de LYON/DGESCO (ISSN 2107-7029), juin 2016. Consulté le 21/11/2024. URL: https://cle.ens-lyon.fr/espagnol/arts/cinema/magallanes-de-salvador-del-solar