La lengua común en la internacionalización de la economía española. Caso de estudio: Telefónica
El presente artículo es una reproducción aproximada de la presentación efectuada por el mismo autor el 30 de Noviembre de 2009, en la Universidad de Lyon 3, Escuela de Lenguas, atendiendo a la invitación conjunta del Instituto Cervantes de Lyon y la Universidad de Lyon efectuada a Telefónica y en el contexto del ciclo de conferencias – coloquio “La dimensión económica del español” del curso académico 2009/10. El autor agradece al Sr. Don Arturo Lorenzo, Director del Instituto Cervantes de Lyon, al Sr.D. Jean-Louis Chauzit, Decano de la Facultad de Lenguas de la Universidad de Lyon 3 y a la Dra. Matilde Alonso Perez catedrática especialista en economía española y latinoamericana de la Facultad de Lenguas de la Universidad de Lyon 2, por la invitación efectuada a Telefónica y al suscrito para participar en el ciclo de conferencias 2009/2010 sobre “La dimensión económica del español”.
Resumen
Telefónica es, sin duda, una de las empresas emblemáticas en la internacionalización de la economía española. En los últimos veinte años, Telefónica pasó de ser la empresa doméstica española de telefonía para convertirse en una corporación multinacional proveedora de soluciones integradas de TICs con presencia en veinticinco países, tercera en el ranking mundial del sector telco por capitalización bursátil y la quinta operadora mundial por número de accesos. En tal acelerado y continuo crecimiento, sus operaciones en Latinoamérica representan casi el 40% de los ingresos y el 60 % del número de sus accesos totales. Así que surge la interrogante sobre el rol que en tal expansión ha podido tener la existencia del español como lengua común precisamente en los mercados de mayor peso en el Grupo: España y Latinoamérica.
El desarrollo del presente artículo sigue el orden lógico consecuente, comenzando por una revisión de diferentes estudios que tratan sobre el valor económico del español, la dimensión de su comunidad lingüística y el impacto de la compartición de un lengua en los flujos comerciales internacionales. Continúa con una breve caracterización de la dimensión del negocio de Telefónica ilustrando el peso de Latinoamérica en aquella, para identificar las características económicas de la lengua que efectivamente pudieran haber jugado un rol diferenciador ofreciendo ventajas competitivas a Telefónica. En tales características resaltarán la reducción de los costos de transacción, el amortiguamiento de carencias en calidad institucional en diversos países, un mejor aprovechamiento de sinergias proveniente de economías de escala y en general la privilegiada captación de los diferentes entornos con sus dinámicas, que puede ofrecer el compartir una lengua. Para finalizar y tomando en cuenta el contexto académico en el que se realiza esta presentación se enumeran once resultados del trabajo, a guisa de conclusiones.
Introducción
El efectuar un análisis sobre el impacto o peso que una lengua determinada pueda tener en un proceso socio económico, requiere tomar una serie de precauciones en materia metodológica, lo cual, si bien es aplicable a cualquier investigación formal, se presenta particularmente imperioso en el tema que nos atañe, habida cuenta de: a) lo peculiar de la variable bajo análisis, el lenguaje, elemento constitutivo de la realidad institucional, de la sociedad tal y como la conocemos y por ende, presente o subyacente en la totalidad de nuestra realidad y, b) la necesidad de definir con precisión y medir el impacto o peso que tal variable genera en un sector en particular. En una perspectiva Searliana ((Por John R. Searle (2004) Social Ontology: Basic Principles. Berkeley US.)), podemos preguntarnos: ¿Cómo medir y con cuáles criterios, sólo algunas manifestaciones de la lengua, objetivamente epistémicas de una subjetividad ontológica generada –sine qua non- por la misma lengua?
Asumiendo la viabilidad del enfoque, si el sector escogido es la esfera económica, el planteamiento se traduce en la detección y delimitación de aquellas manifestaciones económicas que en la esfera macro de la globalidad económica, puedan ser atribuídas a la lengua.
Y tal fue el planteamiento abordado en España y para el idioma español, por Martín Municio, quien a partir de estudios macroeconómicos basados en las Tablas de Origen y Destino (1995 – 2001) de la Contabilidad Nacional Española y predicciones econométricas (2001 -2004), estimó un valor económico del español de aproximadamente un 15% del PIB de España para el año 2000 ((Ángel Martín Municio, et al. (2003), El valor económico de la lengua española, Espasa Calpe, Madrid.)).
A posteriori del estudio pionero de Municio, se darán una serie de análisis, básicamente informados por un enfoque ((José Luis García Delgado (Mayo 2007),”El valor económico del español: Una incitación” Circunstancia IUI Ortega y Gasset.)) que caracteriza a la lengua con tres funciones: la de soporte de industrias culturales, la de medio de comunicación compartido y la de generación de identidad colectiva. Tales funciones estarían potenciadas por los niveles de internacionalización de mercados y procesos productivos, por el aumento de la demanda de los productos culutrales y por el despliegue de la Sociedad del Conocimiento.
En tal perspectiva, la Fundación Telefónica puso en marcha en el 2005 un proyecto de investigación: “El valor económico del español, una empresa multinacional” ((El estudio está dirigido por José Luis García Delgado, catedrático de Economía Aplicada de la Universidad Complutense de Madrid, y codirigido por José Antonio Alonso, así mismo catedrático en la materia en la misma Universidad y director del Instituto Complutense de Estudios Internacionales, y por Juan Carlos Jiménez, profesor titular de Economía Aplicada de la Universidad de Alcalá.)) orientado a cuantificar el impacto que en las economías de habla hispana tiene aquella actividad productiva o de intercambio que encuentra en la lengua algún tipo de soporte y a crear opinión sobre la importancia y carácter estratégico de la lengua en cuanto activo intangible.
La primera fase del proyecto (2006 – 2010) presenta como resultados más de nueve libros y catorce documentos de trabajo, para conformar el mayor proyecto de investigación sobre el tema que haya existido al momento y constituírse en fuente insoslayable de consulta. Será pues con tal referencia y en este marco conceptual de donde abordamos nuestro preliminar análisis sobre la lengua española como activo intangible en la internacionalización de Telefónica.
El valor económico de la lengua
El valor económico a lo interno de un País
En Octubre 2009 la Fundación Telefónica publica “Las cuentas del español” ((Francisco Javier Girón (dir) y Agustín Cañada (2009) “ Las cuentas del español”, Colección Ariel; Fundació Telefónica.)) trabajo en el que los autores perfeccionan tanto método como tratamiento de datos del modelo original de Municio, identificando al idioma como cuasi factor susceptible de medición económica y efectivamente realizando tal medición al asignarle un valor al activo intangible. Su ventana de análisis se circunscribió a la década 2000 – 2010
El trabajo realizado utilizó diferentes fuentes de datos según disponibilidad y por ende tuvo que incorporar diferentes métodos de tratamiento y compatibilizar los mismos. Lo que los autores denominan cálculos estructurales se aplicaron a las Tablas de Origen y Destino –TOD- de la Contabilidad Nacional Española de los años 2000, 2001 y 2004. El resto de los años hasta el 2007 se nutrieron de la información contenida en las cuentas de producción y explotación aplicándoles un tratamiento econométrico y del 2008 al 2010 se realizaron previsiones con análisis de sensbilidada sobre la evolución de la economía española.
Van a utilizar dos procedimientos: el primero, denominado “Procedimiento de producto” parte de la clasificación de ramas de actividad de la Contabilidad Nacional de España, para seleccionar aquellos productos relacionados con la lengua española a los que se les estimará su valor monetario en cuanto a bienes y servicios relacionados. Los resultados parciales son ajustados tanto para suplir carencias estadísticas, como para asociar sus valores con las categorías agregadas de productos de las cuentas nacionales – las TOD – ; así se determina el Valor Agregado Bruto relacionado con la lengua, VAB Re, el cual, con adicionales ajustes, se relacionará con el PIB de España; el segundo procedimiento, denominado “Procedimiento ampliado” complementario con el anterior, persigue dar un mayor alcance a la evaluación incorporando una nueva variable, ésta es el tipo de tareas desarrolladas por los trabajadores en sus puestos de trabajo, procediéndose a la oportuna selección de ocupaciones desde la Clasificación Nacional de Ocupaciones vigente en España, estimando que el número de trabajadores ubicados en las ocupaciones relacionadas con la lengua, generan una parte del Valor Agregado Bruto proporcional al número total de trabajadores empleados en el mismo sector; nuevamente y a efectos metodológicos y de tratamiento de data se efectúen ajustes eliminando posibilidad de duplicaciones entre los dos convergentes procedimientos; a la postre, se obtiene la relación VAB Re en función del PIB. El serio pero complejo estudio alcanza sus objetivos ofreciendo resultados cuantitativos para el valor económico de la lengua española, en España.
Así, en el contexto, alcance y marco metodológico explícito por los autores, hay consistencia para indicar una cifra en el entorno del 15% del PIB en cuanto a la participación de la lengua española como insumo directo o indirecto en una multiplicidad de bienes y servicios en la economía española. Ahora bien, de aplicarse el mismo marco conceptual y metodología a otro País con perfil comparable al de España e intentar detectar el peso de su lengua mayoritaria en su economía, los resultados podrían ser similares. Un análisis que pudiera tomarse como indicio de lo antedicho son los resultados del estudio elaborado, utilizando el modelo de Municio, sobre la economía de Polonia ((Carrera y Ogonowski DT 09/07 El valor económico del español: España ante el espejo de Polonia. Documento de Trabajo, Fundación Telefónica.)). Y, es que el valor económico de la lengua, en cuanto a su reflejo en el PIB de un País específico no satisface condición de suficiencia para detectar el valor económico diferencial de esa lengua respecto de otras o para estimar la existencia de ventajas competitivas en la utilización de una lengua respecto otra en relación con una serie de mercados internacionales.
El valor económico diferencial
En la introducción de esta presentación, mencionamos las funciones y potenciadores de una lengua; del desarrollo de tales ejes van a desprenderse una serie de características económicas de la lengua ((Para un amplio desarrollo sobre tales cara terísticas ver: “Economía del Español, Una Introducción” (2008) Cap I La naturaleza económica de la lengua. José Luis García Delgado, José Antonio Alonso y Juan Carlos Jiménez. Colección Ariel. Fundación Telefónica.)), algunas de ellas especialmente útiles para indagar sobre valores diferenciales y ventajas competitivas entre una lengua y otra ((Los análisis de valor comparativo o de ventajas competitivas de la utilización de una lengua común, están relacionados con los intercambios económicos o financieros en el foro internacional, lo cual es cuasi evidente si se consideraa que a interno de las fronteras donde se utiliza o predomina una lengua originaria no sería aplicable su contrastación con otra lengua.)) entre las que destaco en este momento: a) La lengua como bien de club y como tal, multiplicando la capacidad de comunicación de la colectividad que comparte tal bien y difundiendo las diferentes externalidades de red; b) La lengua como reductora de los costes de transacción a lo interno del club y c) La lengua común como afianzador de identidad compartida y en consecuencia como amortiguadora de la distancia psicológica entre los mercados.
Se colige que las escogidas y mencionadas características tendrán un peso correlacionado positivamente con el tamaño del club, es decir con el tamaño de la comunidad lingüística y la existencia de ventajas diferenciales también con la relación entre tal comunidad lingüística y otras comunidades en un ambiente global donde la contrastación en la utilización de lenguas diferentes es posible. Por ello, se hace necesario el efectuar una breve mirada a las dimensiones de la lengua española en cuanto a su comunidad lingüística. La figura ((Elaboración propia con datos tomados dee: Atlas de la lengua española en el mundo. Francisco Moreno Fernández y Jaime Otero Roth, Colección Ariel. Real Instituto Elcano, Instituto Cervantes y Fundación Telefónica (2007).)) con corte a finales del 2005, es indicativa. Se estima que al cierre de 2009 la cifra alcanzará los 450 millones de hispanoablantes, lo cual hace del español la tercera lengua mundial después del Chino y el Inglés, siendo seguida por el Hindi, representa la segunda lengua de comunicación internacional y la segunda en tasa de crecimiento, después del árabe. Su demografía se extiende a través de mas de treinta países, abarcando España, Latinoamérica, resto de la Unión Europea, Estados Unidos, Brasil, Filipinas, Guinea Ecuatorial y otros. Es previsible el estimar que para el 2050 la lengua española seguirá estando entre las primeras cinco lenguas con más hablantes nativos. Su peso relativo pivotará sobre la continuidad de su desarrollo como lengua de comunicación internacional y de la fuerza económica que presenten sus comunidades.
Con tales dimensiones de la comunidad lingüística hispanoparlante es razonable el considerar la posibilidad de existencia de una renta diferencial que podría ser detectada por la acción de las características ya señaladas y en tres ámbitos ((Ver La Economía de la lengua: una visión de conjunto. Juan Carlos Jiménez DT 01/06 (2006) Fundación Telefónica.)): El español en el comercio internacional de bienes y servicios, el español en los flujos internacionales de capital y, el español en las corrientes migratorias.
En mayo 2008, la Fundación Telefónica promovió ((En colaboración con Casa de América y en el marco del proyecto mencionado: “Valor económico del español: una empresa multinacional”. 8 de Mayo 2008. Madrid.)) la clebración del IV Seminario sobre el Valor económico del español, presentando diez medulares documentos de trabajo. Entre ellos, el análisis de tipo valor diferencial se encuentra explícito en un extraodinario trabajo sobre los flujos de comercio internacional ((“El español en el comercio internacional” Juan Carlos Jiménez, Aránzazu Narbona. DT 10/08 Fundación Telefónica 2008.)) en el que se identifica y cuantificar la importancia relativa de los elementos que determinan los intercambios comerciales bilaterales. Para ello se tomó una muestra de 51 países ((22 en Europa, 13 en América, 5 en África, 10 en Asia y 1 en Oceanía. : Alemania, Austria, Belux, Dinamarca, Eslovaquia, España, Francia, Finlandia, Grecia, Holanda, Hungría, Italia, Irlanda, Polonia, Portugal, Reino Unido, República Checa, Rusia, Suecia, Suiza, Ucrania, Turquía, Argentina, Bolivia, Brasil, Canadá, Chile, Colombia, Ecuador, Estados Unidos, México, Paraguay, Perú, Uruguay, Venezuela, Argelia, Egipto, Marruecos, Nigeria, Túnez, China, Filipinas, Hong Kong, India, Israel, Japón , Pakistán, Singapur, Taiwan, Vietnam, Australia.)) y su comportamiento en comercio internacional durante diez años, (1994 – 2004) generándose una base de datos en panel a la que se aplicaría un modelo de gravitación por etapas, a partir de una ecuación básica de gravedad formulada con las variables representativas de la esfera económica (PIB, PIB/cap), la distancia geográfica, condiciones fronterizas, la existencia o no de lengua común y la asociación a bloques regionales. A tal ecuación se le aplica, en una segunda etapa, las variables adicionales de calidad y distancia institucional ((La distancia institucional la definen los autores según la metodología de Kogut y Singh (1998) aplicada a las seis dimensiones de Kaufmann (2003). La calidad institucional es la media simple de las seis dimensiones. Las dimensiones de Kaufmann son: “Voto y Control”; “Estabilidad Política”; Efectividad gubernamental”; “Calidad Regulatoria”; “Estado de Derecho”; “Control de Corrupción”.)) y en una tercera etapa las variables de familiaridad y distancia cultural ((La distancia cultural es la definida por Hoefstede (1980, 2001) quien utiliza sesis dimensiones: “Distancia al poder”; “Individualismo vs. Colectivismo”; “Masculinidad vs Feminidad”; “Índice de rechazo a la Incertidumbre” y, “Orientación a largo plazo” La familiaridad cultural la representan los autores mediante las variables “dummies” de existencia o no de vinculación histórica y colonial, y lo propio referido a afinidades religiosas.)). En una última etapa todas las variables son incorporadas en la ecuación ampliada de gravedad.
Los resultados son categóricos: el compartir una lengua común conlleva un factor multiplicativo del comercio de un 190%; pero, compartir el español, controlados los otros factores se correlaciona con un aumento en el comercio bilateral del 286% en tanto que compartir el inglés lo hace en un 237%. Así mismo, la calidad institucional presenta una mayor peso que la distancia institucional, y de aquella, la del País importador más que la del exportador. La ventaja indicada del español vs el inglés podría provenir del hecho que el español, como lengua común, actúa como factor de cohesión que neutraliza parcialmente el impacto potencial de carencias en calidad institucional y buen gobierno. Resumiendo el presente acápite y en palabras de los autores: “España comercia con los países americanos de habla hispana mas del doble que lo hace Italia, casi dos veces y media mas que Alemania, y en torno del triple que el Reino Unido o Francia. Lo que no se justifica, puede añadirse, ni por su dimensión económica ni por su nivel de renta relativa, y que ha de tener parte de su explicación, junto con otros factores de identidad común, en uno que, además, reduce los costes de transacción, multiplica externalidades positivas, acorta la distancia psicológia, trenza vínculos de confianza y de creación de capital social y constituye la materia prima de una industria cultural de dimensión internacional: el español” ((Jiménez y Narbona. Op. Cit. Pg 39.))
El estudio realizado se basa y analiza los flujos de comercio bilateral y por ende no es formalmente inmediata su extensión a los flujos internacionales de capital. Sin embargo sería exceso de celo formalista el desconocer que: a) Algunas manifestaciones del comercio bilateral internacional en el sector servicios, van asociadas indefectiblemente a la inversión de capital necesario para tal comercialización y para su mantenimiento en el tiempo, por lo que el comportamiento detectado en este tipo de comercio bilateral conlleva en sí la correlación positiva en el flujo de capitales relacionados, y b) Una formulación, aún no efectuada, del comportamiento de los flujos internacionales de capital, utilizando ecuaciones de gravitación, difícilmente excluiría las hipótesis / variables utilizadas por Jiménez y Narbona para el flujo comercial. Si bien no son estimables los resultados cuantitativos, no vemos elementos contundentes para suponer que el comportamiento cualitativo de las mismas tenga que ser diferente.
El caso de Telefónica podríamos insertarlo representando, precisamente, la combinación de comercialización internacional en el sector servicios y de generación de flujos internacionales asociados de capital, todo ello en un enfoque de búsqueda del eventual rol que el español como lengua haya podido tener en la expansión mundial de tal compañía.
Telefónica y su Internacionalización
Telefónica es hoy en día una corporación en continua expansión internacional, insertada en el mercado bursátil global y con cerca de dos millones de accionistas. Sin embargo, por múltiples factores entre los cuales no son menores su historia y el enclave de su casa matriz, se considera una corporación española. Por ende, pudiera prestarse a equívocos el desvincular la dinámica de expansión de la Corporación, del perfil de su entorno originario, como sería el de la presencia y dinámica de la empresa española en el mundo. En efecto, en el trienio 2005 – 2007, España ocupó a nivel mundial el quinto lugar en exportación de Inversión Extranjera Directa (IED), insertó tres trasnacionales entre las 100 primeras de índole no financiera, (Telefónica, Repsol y Endesa), dos entre las financieras (Santander y BBVA) y diez entre las trasnacionales de intraestructura ((Telefónica (3), Ferrovial (10), Endesa (12 ), Abertis (26 ), Iberdrola (49 ), Unión Fenosa (52 ), Gas Natural (59 ), Grupo Agbar (62), Grupo ACS (72 ), Obrascón Huarte Lain (76 ) Cierre a Dic 2006. A posteriori, algunas de éstas trasnacionales han efectuado fusiones entre ellas.)) ((Fuente: World Investment Report 2008 UNCTAD.)).
En el caso específico que, por la presencia de una comunidad lingüística, nos va ser de particular interés, Latinoamérica, España representó, entre 1999 y el 2003, el 22% de su Inversión Extranjera Directa Total, (IEDTot) manteniéndose en más de un 10% a partir del 2004 y hasta el 2008 ((Fuente: Comisión Económica para América Latina y El Caribe (CEPAL) a Mayo 2009.)) y, entre 1996 – 2006, el 42% de la IED en Infraestructura, liderando abiertamente en los sectores de Telecomunicaciones, Energía, Agua y Transporte
En tal dinámica, Telefónica ((Salvo indicación de lo contrario todos los datos referentes a los resultados o dimensión del negocio de Telefónica provienen de los resultados publicados del tercer trimestre 2009.)) mantiene evidente puesto descollante. Hoy en día, Telefónica ocupa el tercer lugar mundial en capitalización bursátil en el sector de las telecomunicaciones, con 133,7 mil millones de US$ ((Fuente: Bloomberg Noviembre 2009.)), la mejor relación de rentabilidad y crecimiento ((Primer Semestre 2009: 1,5% crecimiento de ingresos con cerca del 40% de margen de OIBDA. Fuente: Morgan Stanley a partir de información pública de las compañías.)), el quinto lugar en cuanto a accesos totales (268,6 millones) ((En realidad, Telefónica ocupa el segundo puesto, por número de accesos en el mundo Occidental, siguiendo a Vodafone. Las otras tres compañías son China Mobile, China Telecom y China Unicom.)) y operaciones en España, Reino Unido, Irlanda, Alemania, República Checa, Eslovaquia, y Latinoamérica. Mantiene alianza estratégica con China Unicom y alianza industrial con Telecom Italia.
En cuanto a su presencia en Latinoamérica, Telefónica mantiene operaciones en trece países ubicándose entre el primer y segundo lugar de posición en los mercados, para un total de 163,7 millones de accesos ((Datos a Septiembre 2009.)). Esta presencia nos es de particular interés en el contexto del presente artículo habida cuenta de dos factores relevantes: la importancia y peso que tiene la Región en la actividad de Telefónica y la compartición de una misma lengua: el español.
En efecto, para Telefónica, Telefónica Latinoamérica “T-LatAm” representa el 60.9% de los accesos totales, el 39,8% de los ingresos y el 39,9% del OIBDA total ((Datos a Septiembre 2009.)) y mantiene la mayor tasa de crecimiento del negocio global. No en vano, Telefónica es considerado como el mayor inversor mundial en infraestructuras ((UNCTAD 2008. Datos 2006 – 2007 Inversión en Infraestructura. Telefónica : US$ 24,785.0 millones. Se uido por AES Corp (2), Telecom Italia (3) y América Móvil (4). Telefónica en el primer puesto, invierte el doble que el segundo puesto.)) en Latinoamérica. Adicionalmente, la inversión total de Telefónica en la Región en los últimos 20 años (1990 -2010) se acerca a los cien mil millones de euros.
La presencia de Telefónica en LatAm no puede dejar de ser enfatizada porque así como la Región es fundamental para la Corporación, ésta a su vez incide de manera categórica en aquella, no sólo por los montos de IED o por la prestación masiva de servicios de TICs, sino por su impacto en el PIB, en la generación de empleo directo e indirecto ((Al cierre de 2008, Telefónica generaba en Latinoamérica más de 173.000,0 empleos directos y 239.000,0 indirectos.)), en la utilización de más de ocho mil suplidores locales, en el ejercicio de una responsabilidad social corporativa sin par y en una perspectiva de prestación capilar de los servicios alcanzando todos los diferentes segmentos poblacionales.
Mas la pregunta a intentar responder es simple: ¿En cuánto, tal historia de éxito pasado, presente y probable a futuro, ha estado influída por la utilización de la lengua española?
La lengua común y la expansión de Telefónica
Los comienzos de la expansión de Telefónica. Algunas precisiones
El proceso de expansión internacional de una compañía de servicios está informado por la concurrencia de múltiples factores entre los cuales se pueden señalar, entre otros, la posición económica y financiera de tal compañía, su consolidación relativa en sus mercados internos, la existencia de una visión clara a y de futuro con capacidades directivas, gerenciales y profesionales apropiadas para abordar tanto una expansión internacional como las transformaciones organizacionales internas asociadas, la existencia de condiciones exógenas que permitan la internacionalización de los mercados y el comercio internacional de servicios y la detección de oportunidades de negocio apropiados.
Para Telefónica y otras compañías, en el segundo quinquenio de los 80, el antedicho conjunto de factores se iba progresivamente consolidando, propiciando un proceso de expansión, sólo pendiente de ejecución a la aparición de las condiciones y de la oportunidad en los mercados allende fronteras. Cabe recordar que el negocio de Telefónica para la época eran las telecomunicaciones y éstas se explotaban a nivel mundial en su alcance mayor, el público, por vía monopólica y en la mayoría de los casos como monopolio estatal. A nivel global, el proceso de desmonopolización de las telecomunicaciones, apertura a la competencia, privatizaciones y apertura del sector en general a la inversión extranjera, estaba forjándose.
A más de veinte años de distancia observamos que Telefónica habría comenzado su proceso de expansión internacional en cualquier mercado donde las oportunidades de negocio le hubieren sido atractivas. Ello, independientemente del factor lengua, lo cual no fue exclusivo de Telefónica, como se desprende de la dinámica internacional y de aquellas compañias que resultaron con una base de clientes mayoritaria fuera de sus mercados originales domésticos, lo cual ha sido certeramente identificado por García Delgado et al ((Economía del Español. Una Introducción. Op cit. Pgs. 197 – 199.)), aseverando que, en efecto, la existencia de una comunidad lingüística internacional no es condición para la internacionalización.
Pero, en todo caso, la realidad internacional fue determinante: En el continente americano se dieron, durante la década de los 90, procesos concentrados y acelarados de privatización sectorial a ser seguidos por desmonopolización y por apertura a la competencia en los mercados. El mercado estadounidense continental, duramente competido –y también protegido- no era el más atractivo para Telefónica a tal momento; pero Latinoamérica era otra cosa: mercados emergentes de alta potencialidad de crecimiento como consecuencia de demandas históricas represadas, baja penetración de telecomunicaciones y novísima apertura a la inversión extranjera. Y aquí, sí, la existencia de una misma lengua, el español, común al ámbito histórico original de su actuación económica y a tales nuevos mercados potenciales trasnacionales, conjuntamente con factores de familiaridad cultural, menor distancia cultural, presunción de obtención de sinergias, etc., pudo representar para Telefónica una variable que informara, en conjunto con otras, la táctica del proceso específico de su estrategia corporativa de expansión internacional.
Pero ello, sin duda razonable y probable, difícilmente pueda ser formalmente demostrado y en el mejor de los casos tengamos que remitirnos a elementos testimoniales por parte de los decisores que en su momento abordaron la expansión de la Corporación en el primer quinquenio de los noventa.
A falta de estudios econométricos que hayan analizado precisamente el valor diferencial de la lengua común en la Inversión Extranjera Directa y adicionalmente aplicados a Telefónica como caso específico, no efectuamos aseveraciones cuantitativas sobre el peso que la lengua española ha tenido en el inicio de la expansión de Telefónica y es que, como se mencionó anteriormente, la comunidad de lengua no fue condición necesaria y la oportunidad apropiada se dio precisamente en América Latina. Sin embargo, una aproximación, prudente y sensata al tema sí la consideramos posible si reenfocamos el análisis hacia el proceso de expansión y a la dinámica estable de la Telefónica expandida en la que más del 70% de los ingresos o de la base de clientes de la Corporación ocurre en países compartiendo el español como lengua común.
El rol de la lengua común, el español, en los negocios de Telefónica en Latinoamérica
Como se observa en el gráfico anterior, durante la primera década de los 90, Telefónica comienza su despliegue en Latinoamérica. La circunstancia y la oportunidad moldearon el alcance inicial de su acción en los diferentes países. Bien fuere como accionista mayoritario como en el caso de la adquisición de la antigua Entel – Perú (1994), bien fuere asociada minoritariamente como en el caso de la adquisición de CANTV – Venezuela (1999), o asumiendo la gestión de CTC en Chile (1990) o en la adquisición de la dividida Entel – Argentina (1990), Telefónica continuó aumentando progresivamente su presencia en la Región, con resultados progresivamente mejorados y cada vez con mayor voluntad de permanencia. Un indicador emblemático es la anteriormente mencionada maximización de inversiones efectuada por el Grupo, cercana a los cien mil millones de euros a lo largo de veinte años. Mas allá de una determinada política corporativa de voluntad de inversión y reinversión, éstas, no se hubieran efectuado si los resultados económicos financieros no fueran acordes y evidentemente atractivos al negocio. Negocio diseñado, desarrollado, trabajado y mantenido por Telefónica en la interrelación con los diferentes mercados en los diferentes países, con éxito mantenido en todos ellos ((Véase la figura xy en la que Telefónica aparece en el primer o segundo lugar en share de mercado en las operaciones en Latinoamérica.)) a pesar de las diferentes dinámicas y comportamientos que exigen dirección y decisiones no estandarizadas sino adaptadas al mercado específico.
Es el reconocimiento de la especificidad, de lo único y diferenciador de cada mercado, o sea, la captación certera del entorno, lo que estimamos constituye uno de los factores de éxito de Telefónica. Y tal captación del entorno presenta como instrumento fundamental la lengua en que el entorno se desenvuelve y que, ciertamente, es la lengua común entre España y los Países Latinoamericanos: el español.
i) La lengua y el amortiguamiento de la distancia psicológica entre mercados
Es que hay que señalar que la internacionalización de Telefónica en Latinoamérica se dió en un ambiente en el que actores y competidores de peso internacional, decidieron desinvertir y abandonar la Región: fue el caso de Bell South International, de AT&T, de Verizon, de MCI, de France Telecom y de TIW. Entre los múltiples aspectos que llevaron a tales operadores a salir de la Región, o sea, a considerar que el costo de la oportunidad de mantener negocios en ella no era ya de interés, uno fué, sin duda, el riesgo estimado. Cualquier percepción de riesgo que tales actores tuvieron fue ciertamente ponderada de manera diferente a Telefónica quien optó por quedarse y, adicionalmente, medrar en la Región.
Es que, nuevamente, la certera evaluación del riesgo tiene mucho que ver con el conocimiento del entorno interpretado via el instrumento por excelencia: la lengua de uso mayoritario en tal entorno. Y tal capacidad que el uso común de la lengua española le da a Telefónica representa un valor económico diferencial, que en este caso se manifiesta como representativo del amortiguamiento de la distancia psicológica entre los mercados, permitiendo una diferente evaluación ante mismos estímulos y circunstancias, viabilizando así decisiones originales que, en éste caso, fueron acertadas.
Tal diferente evaluación de los síntomas indicadores de riesgo que se dieron en Latinoamérica durante los veinte años de inversión mantenida por parte de Telefónica, está a su vez relacionada con las variables, que en el mencionado modelo de los flujos comerciales bilaterales, se definieron como Familiaridad y Distancia cultural, y Calidad y Distancia Institucional. ¿Cómo no identificar la presencia de Telefónica en LatinoAmérica con un ejemplo sin par de la conclusión de Jiménez y Narbona en cuanto que el español, como lengua común, actuaría como factor de cohesión que neutraliza parcialmente el impacto potencial de carencias en calidad institucional y buen gobierno si, precisamente, los países en que opera Telefónica en LatinoAmérica, salvo Uruguay y Chile, aparecen bajo el puesto medio (66) a nivel mundial ((The World Competitiveness Report 2009 – 2010. WEF. En una muestra de 133 Países, y en el contexto de la evaluación del Índice de Competitividad Internacional, la variable Pilar Institucional arrojó los siguientes resultados: Venezuela (133-último); Argentina (126), Ecuador.(125), Nicaragua (119), Guatemala (108), Colombia (101), México (98), Brasil (93), El Salvador (91), Perú (90), Panamá (69), Uruguay (40), Chile (35), Suiza (1).)) en materia de fortaleza instituc onal, al mismo tiempo que los Operadores que abandonaron la Región ninguno era hispanoparlante?
ii) La lengua común como reductora de los costos de transacción y aprovechamiento de sinergias
Así, fue por la vía del conocimiento del entorno específico y en éste, de la dinámica única de sus mercados que se hizo posible mantener un crecimiento de la base de clientes como el indicado en la figura xy1 y convertir a las operaciones de Telefónica en Latinoamérica en operaciones competitivas a nivel global con resultados similares a los de España y superiores a otros países
europeos, según se puede observar en la figura xy2 ((Resultados y estimaciones de XY1 Y XY2 a Setiembre 2009.)).
El alcance de tales resultados conlleva un aumento progresivo de la eficiencia, con ajustes progresivos en reducción de costos y aprovechamiento de sinergias
a. Ejemplos de la reducción de costos de transacción
a.1 La lengua común: Fundamental en los esquemas controlados como el de las Telecomunicaciones.
Desde el comienzo de la explotación de los servicios de telecomunicaciones, en su momento, de radiotelegrafía, en el siglo XIX, la actividad se convirtió en una altamente regulada. La Unión Telegráfica Internacional, fundada en 1865 fue el primer organismo internacional que existió, décadas antes de que el multilateralismo proliferara en el mundo. Tal entidad instauró la regulación internacional de ese sector. Desde entonces no ha dejado de estar regulado; tanto en el foro internacional como en las instancias nacionales, y con la natural adecuación de cada País. Tal adecuación, respondiendo a los independientes procesos legislativos y entornos, constituyen ordenamientos jurídicos específicos de las telecomunicaciones y diferentes por País. Para Telefónica, la utilización de una lengua común, el español, en catorce Países, con catorce ordenamientos jurídicos diferentes, representa una ventaja competitiva sustancial, que facilita tanto la comprensión de las limitaciones y posibilidades jurídicas y regulatorias en las que se desenvuelve el negocio, así como la interrelación con las instancias estatales pertinentes encargadas del seguimiento, vigilancia y control del cumplimiento de tales regulaciones. Tal interrelación, a efectos formales, efectuada en lengua española, en documentos jurídicos, regulatorios, o simplemente formales de comunicación, no sólo reduce costos de transacción, sino que reduce riesgos de interpretaciones equívocas.
Por otra parte, la magnitud y extensión de las operaciones de Telefónica, conlleva la interrelación en Latinoamérica con mas de ocho mil suplidores, la inmensa mayoría de ellos compartiendo la lengua común, y tal lengua, la española, siendo la oficial en decenas de miles de contratos negociados y ejecutados. La dinámica de tal interrelación entre Telefónica y ocho mil actores compartiendo la misma lengua, el español, genera sin duda un valor económico diferencial que se traduce en ventaja competitiva para Telefónica
a.2 La lengua común en innovación
La dinámica global de las Tecnologías de Información y Comunicación y el desarrollo de la sociedad de la información va de la mano de un continuo y acelerado proceso de innovación. Una innovación que se ha centrado en los intereses, demandas y necesidades de los clientes. Telefónica invierte el 8% de su ingreso total en investigación, desarrollo e innovación con centros de I+D en España, Latinoamérica, y China
Parte, a su vez, de la actividad de innovación es la adecuación de productos, genéricamente similares o sustentados por mismas plataformas, para responder a demandas de mercados enclavados en realidades diferentes. En efecto, la misma necesidad genérica de un servicio determinado, por clientes en diferentes entornos socio culturales no se satisface necesariamente con idéntico producto, pues éste debe responder, como mínimo en cuanto a la interfaz con el usuario, a la específica conformación de la necesidad en cuestión en el entorno socio económico específico donde se ataca al mercado. La lengua común no sólo reduce sustancialmente los costos de adecuación de interfaces con usuarios diferentes en diferentes entornos, sino que facilita la detección certera de los elementos diferenciadores entre mercados aparentemente similares mas que requieren la “personalización” diferenciada del producto.
b. Dos ejemplos de aprovechamiento de sinergias
La lengua común: La facilidad relativa para regionalización y el Recurso Humano
Las posibilidades que ofrece la economía de escala y de alcance para una corporación global, como es Telefónica, se traducen en sinergias aprovechables en diferentes ámbitos de la actividad operativa. En tal contexto, el compartir una lengua común, amplía los ámbitos de obtención de tales sinergias y reduce costos adicionales en otras. Un área de actuación tradicional en la consecución de sinergias es la regionalización de plataformas operativas (por ejemplo de facturación, control contable, inclusive de atención remota al cliente), lo que conlleva costes menores y en especial menores riesgos si la lengua es común a todos los clientes y operaciones.
De forma similar, la ampliación de facto de las posibilidades de carrera del recurso humano asociadas a una movilidad tanto horizontal como vertical, se facilita por el compartir una lengua en 14 países donde la Corporación mantiene operaciones. Tal movilidad no está restringida a directivos y se presenta en los diferentes estratos jerárquico funcionales. La realidad de inserción inmediata funcional del empleado movilizado, sin necesidad de procesos de aprendizaje o perfeccionamiento de la lengua de destino, no sólo reduce costos, sino que amplía las posibilidades de carrera para tal empleado.
Conclusiones
A lo largo de esta presentación hemos revisado una serie de aspectos entre los cuales cabe destacar:
- La identificación la la lengua como factor susceptible de medición económica
- La medición de tal factor, indicando que para el caso de España, la participación de la lengua española como insumo directo o indirecto en bienes y servicios es del orden del 15% del PIB
- Tal medición, en sí, no detecta valor diferencial de un lengua con respecto a otra
- El valor económico diferencial de una lengua respecto a otra pasa por las dimensiones de la comunidad lingüística y específicamente en cuanto a su efectiva capacidad de reducción de costes de transacción, disminuir distancia psicológica entre mercados, y maximización de externalidades de red
- La variable lengua común supone un aumento del comercio entre los países que la comparten en torno al 190%.
- Compartir el español –controlados otras variables- supone un aumento del comercio bilateral del 286%, mientras que compartir el inglés representaría un aumento del 237%
- La ventaja relativa del español vs. el inglés puede ser atribuída a la función de la lengua como factor de cohesión que amortigua el impacto de la baja calidad institucional presente en muchos países de Latinoamérica.
- La existencia de una comunidad lingüística internacional no es condición para la internacionalización corporativa y como otras compañías, Telefónica aborda su proceso de expansión global a principios de la década de los noventa respondiendo a una serie de variables no lingüísticas.
- La lengua común, el español, en los negocios de Telefónica en Latinoamérica representa un valor económico diferencial que genera ventajas competitivas.
- A través de la lengua común, el español, Telefónica reconoce la especificidad, lo único y diferenciativo de cada mercado, lo cual le permite la mejor interrelación con los múltiples diferentes entornos y una apropiada valoración del riesgo.
- En la actividad económica de Telefónica en Latinoamérica, se identifican características económicas de la lengua en común: a) La lengua como reductora de los costes de transacción a lo interno de la comunidad lingüística, b) La lengua común como afianzador de identidad compartida y en consecuencia como amortiguadora de la distancia psicológica entre los mercados, c) La lengua como facilitadora de aprovechamiento de sinergias.
Madrid, Diciembre 2009
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Notas
Pour citer cette ressource :
Miguel de la Rosa Marras, La lengua común en la internacionalización de la economía española. Caso de estudio: Telefónica, La Clé des Langues [en ligne], Lyon, ENS de LYON/DGESCO (ISSN 2107-7029), septembre 2010. Consulté le 21/11/2024. URL: https://cle.ens-lyon.fr/espagnol/civilisation/economie/grandes-entreprises-espagnoles/la-lengua-comun-en-la-internacionalizacion-de-la-economia-espanola-caso-de-estudio-telefonica