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Périodes historiques récurrentes dans la peinture de Diego Rivera

Par Sylvia Perrin : Master 2 Pro "Traduction littéraire et édition critique" - Université Lumière Lyon 2
Publié par Christine Bini le 15/07/2010

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Cet article reprend les six périodes historiques que l'on retrouve principalement dans l'oeuvre de Diego Rivera : l'époque pré-colombienne, la conquête espagnole, l'époque coloniale, l'Indépendance, les invasions, et enfin la révolution sociale et agraire.

 

L'époque précolombienne (en espagnol)

No podemos abordar todas las culturas precolombinas que existieron en México así que sólo estudiaremos las que más huellas dejaron en la historia mexicana.

Los olmecas

La sociedad olmeca se desarrolló durante el primer milenario antes de Cristo en la región actual de Oaxaca, del Chiapas, de la costa Pacífica de Guatemala y de la región costera del golfo de México, o sea al sur del estado de Veracruz y al norte del de Tabasco. En esta región muy lluviosa y propensa a las inundaciones debían de vivir 350 000 personas. Los olmecas eran de tipo mongoloide con cuerpo sólido y bajo, cabeza redondeada, ojos oblicuos, labios gruesos y nariz ancha. Hoy en día, los sitios más importantes que se han descubierto son La Venta, San Lorenzo y Tres Zapotes y corresponden al auge de la civilización olmeca, entre 1200 y 500 años antes de Cristo. Dado que la región carecía de piedras, los olmecas hicieron sus construcciones muy modestamente con barro, madera o bajareque. A pesar de ello supieron manejar la escultura a la perfección y crearon magníficas obras gigantescas de varios metros. Las más importantes que hemos encontrado son trece cabezas colosales y nueve altares monolíticos de forma rectangular que llevan figuras esculpidas en los lados. También hicieron esculturas mucho más pequeñas en jade y en piedras finas. La combinación del hombre con el jaguar era un elemento recurrente en las representaciones. La asociación de un hombre con un animal era un elemento básico del pensamiento mesoamericano y los olmecas tenían la creencia de que el destino de cada hombre era ligado a la suerte de un animal que era el « nahual » de ese individuo. Otra demostración de ese pensamiento era la figura del dios-jaguar en que creían.  Al principio la economía olmeca se basaba en una agricultura muy modesta. Luego los olmecas fueron desarrollando el comercio por lo que la cultura se extendió muchísimo. No se sabe mucho de la organización política de esta civilización pero dado la importancia del territorio podemos pensar que existían varias ciudades-estados.  Fue al decaer la sociedad cuando se hicieron los mayores inventos, el calendario y el uso del cero en las matemáticas, cosa que los romanos ni siquiera habían logrado. No se sabe por qué desapareció la cultura olmeca y la región nunca recobró su importancia a lo largo de la historia mexicana.  

Los mayas

Los mayas hicieron unos aportes culturales notables sobre todo a nivel de los artes y de la arquitectura. Su territorio se extendía desde el estado del Chiapas por toda la península de Yucatán hasta Guatemala. Sus edificios se repartían en una región de 800 kilómetros. En los ocho primeros siglos de nuestra era, los mayas construyeron los sitios de Palenque, Copán, Tikal y Piedras Negras. Instauraron nuevas divinidades representadas por serpientes y jaguares. Edificaron pirámides coronadas por templos para celebrar a sus dioses. Los edificios religiosos constituían el centro de la ciudad y dominaban las humildes habitaciones de madera del pueblo. Los campesinos tenían que trabajar para los sacerdotes que detentaban el poder. Tenían una visión maniqueísta del mundo y practicaban el sacrificio humano, aunque a poca escala.   El auge de la civilización maya parece haber tenido lugar entre los siglos IV y IX. Los mayas eran pacíficos y preferían el arte y la ciencia a la guerra. La observación de las estaciones para las culturas les llevó a elaborar un calendario solar muy preciso. Crearon dos otros calendarios, uno basado en la observación del planeta Venus y otro que duraba 260 días y que servía para las ceremonias. Instauraron una escritura jerogrífica y un sistema de cálculo que abarcaba el número cero (en realidad los científicos no saben realmente quienes de los olmecas o de los mayas fueron los primeros en inventarlo). Las esculturas que seguimos encontrando sobre las columnas, además de su valor estético, ofrecen un testimonio de los grandes eventos. La habilidad de los mayas se notó también a través de las esculturas sobre madera, la confección de textiles y la creación de objetos de cerámica.   Durante el siglo IX, la civilización maya conoció una tragedia que libró la sociedad y sus construcciones al abandono. No se sabe qué sucedió realmente. Se supone que hubo un cambio climático o una epidemia muy grave. Hubo luego un renacimiento de la cultura maya en la punta de la península del Yucatán con los sitios de Chichen-Itza, Mayapán y Uxmal, que fue marcado por la paz y la prosperidad. Pero poco a poco las diferentes ciudades entraron en conflicto lo que causó el fin de la civilización maya. La última columna maya que lleva una fecha fue eregida en Tulum en 1516. Ahora, las poblaciones de Guatemala y del Chiapas siguen hablando un dialecto maya pero saben muy poco de la cultura de sus antepasados.  

Teotihuacan

Situada en el Altiplano (en los valles de México y de Puebla) a 2200 metros de altura, la poderosísima civilización teotihuacana fue una sociedad urbana como nunca antes había existido. A partir del segundo siglo antes de Cristo, unos pueblos se juntaron en un mismo lugar, atraídos por la obsidiana y los manantiales que les prometían una mejor agricultura. Las pequeñas aldeas se fueron uniendo, la ciudad tomó forma y alcanzó los 50 000 habitantes. Tenía la pretensión de presentarse como el centro religioso. Entre el primero y el cuarto siglo de nuestra era, la ciudad ya no se extindió, conservando sus 20 m2, pero siguió su labor constructivo. Empezó entonces la extensión de la cultura teotihuacana por medio del comercio y de la dominación religiosa, la cual llegó hasta Guatemala. Se construyeron otras ciudades para fortalecer el imperio, la segunda ciudad siendo la de Cholula. Siguieron planificando la ciudad de Teotihuacan, creando un conjunto monumental de pirámides alrededor de una plaza - entre los cuales las pirámides del Sol y de la Luna - que se considera ahora como uno de los mayores triunfos arquitectónicos mesoamericanos. La fachada del templo de Quetzalcóatl, el dios serpiente, es una belleza impresionante. Inventaron una nueva técnica de construcción de pirámides al cubrir las piedras con una capa de cal que les permitía pintar encima. Hay que imaginar que, como nuestras iglesias de la Edad Media, las pirámides llevaban muchos colores. Varios frescos decoraban los edificios, práctica que tuvo tanto éxito que se multiplicó en los siglos siguientes. También hicieron grandes esculturas monolíticas. Los teotihucanos no construían tumbas sino que enterraban a sus muertos en fosas o los incineraban. La ciudad llegó a su auge entre los años 350 y 650 de nuestra era. Pensamos que la población llegó a alcanzar los 200 000 habitantes. Era necesario un sistema estatal riguroso para gobernar una sociedad tan densa. Las clases sociales se dividían entre, abajo, los barrios, arriba, la sociedad imperial, y entre los dos, los mercaderes que se lanzaban en grandes expediciones, los militares (aunque Teotihuacan era una sociedad pacífica) y los sacerdotes. La religión estaba en el centro de todo y los sacerdotes detentaban un poder impresionante ya que sabían escribir y conocían lo bastante de matemáticas y astronomía como para poder medir el tiempo y elaborar calendarios. Teotihuacan llegó a ser una sociedad urbana con una economía complicada y un auténtico estado político.   Entre 650 y 700, le civilización teotihuacana sufrió varias invasiones y fue saqueada e incendiada. Hoy en día, las huellas del último incendio se siguen notando y no queda ninguna duda de que la ciudad haya sido destruída a propósito. No se sabe quién saqueó la ciudad ni por qué motivos. Se supone que la caída del imperio se debió a los numerosos grupos distintos y a un poder demasiado centralizado. Una reacción en cadena precipitó también el fin de Monte Albán y de todo el gran período maya durante el siglo IX. A pesar del triste final que conoció, la civilización indígena de Teotihuacan fue la base del mundo de los mexicas y de la sociedad mexicana actual.  

Los aztecas o mixtecas

Si nos fijamos en la cronología de las civilizaciones precolombinas, notamos que los aztecas que tanto conocemos de nombre sólo reinaron de 1325 hasta la llegada de los españoles en 1521. Además, los llamamos aztecas incorrectamente ya que deberíamos llamarles mexicas. Formaban parte de los numerosos grupos que se habían creado cuando se cayó el imperio tolteca. Estaban en guerra con los demás grupos por lo cual llegaron a establecerse en una pequeña isla del archipiélago del lago Texcoco. Ahí crearon la ciudad de Tenochtitlan que fue cobrando cada vez más independencia. El verdadero fundador del imperio, Moctezuma I, reinó hasta 1469. Organizó su estado, conquistó muchos territorios y le dio muchísima importancia al arte. En quince generaciones, el imperio se había extendido hasta Guatemala. Los mixtecas pensaban que habían llegado a crear tal imperio solamente porque se había cumplido la profecía de Huitzilopochtli según la cual eran el pueblo elegido. Aquello era la base de su visión del mundo. Pensaban que tenían que mantener a su dios, el sol, vivo, y creían que ofrecerle sangre era necesario para la sobrevivencia del mundo. Los mixtecas tenían entonces un doble motivo para hacer la guerra : la hacían por razones éconómicas y también reliogiosas ya que obsequiaban a su dios la sangre de sus enemigos vencidos. La ciudad de Tenochtitlan se componía de dos islas : la de Tenochtitlan y la de Tlatelolco. En 1521, la ciudad debía de tener unos 80 000 habitantes (en aquella época, sólo París, Nápoles, Venecia y Milán pasaban los 100 000 habitantes). La organización política y social según una división cuadripartita era muy rigurosa. La ciudad era realmente impresionante : por todos lados se levantaban pirámides rematadas por altos templos. Habían elaborado muchas construcciones para luchar contra las inundaciones recurrentes. La mayor parte del arte se había dedicado a los templos, los más importantes siendo el de Tlatelolco y el Templo Mayor. El gran auge tuvo lugar a partir de 1430. La riqueza del imperio se notaba por la ropa de algodón, las jades y turquesas, las joyas de oro y las pieles de jaguares. El mayor lujo residía en beber chocolate, el cual también se usaba como moneda. Tenochtitlan ejercía un verdadero dominio comercial. El mercado era un centro social donde acudía mucha gente para platicar, comprar, vender, festejar... El noble podía ser militar o sacerdote. Los militares gozaban de los productos de las tierras conquistadas y estaban imbuidos de gran prestigio. Los sacerdotes recibían rentas y detentaban casi todos los saberes (cultural, médico, educativo...). Encima de todo había el emperador quien también era el jefe militar. Éste era elegido pero siempre caía en la misma familia. Al llegar los españoles, Moctezuma II, gran pensador, famoso guerrero y fanático sacerdote, estaba gobernando sobre un imperio inmenso y poderoso que abarcaba la mayor parte del territorio. El emplazamiento arqueológico de Tenochtitlan sigue bajo la ciudad actual de Mexico.  

L'invasion de Cortés et la conquête espagnole (en espagnol)

El primero en llegar a Nueva España (tal era el nombre de México antes de su independencia) fue Diego Velázquez quien partió de Cuba y fundó la Villa Rica de la Vera Cruz. Cuando el ayuntamiento de Veracruz declaró a Hernán Cortés capitán general, éste desconoció a Velázquez al cual hasta entonces era subordinado. Observó a los pueblos indígenas y notó los desacuerdos que existían entre ellos y con el centro del imperio. Logró crear una alianza con Tlaxcala para poder enfrentarse con los mexicas. Según el conquistador, llegaron al imperio 1000 españoles sostenidos por 50 000 aliados indígenas. Pero cuando Cortés llegó al imperio, Moctezuma lo recibió cordialmente y el conquistador pudó observar el mecanismo de aquella sociedad. Sin embargo, este estado no duró mucho y un día conocido como la Noche Triste, los mexicas lograron sacar a los españoles de la ciudad. En fin, regresó Cortés con sus hombres, hicieron el sitio de Tenochtitlan y provocaron su caída. Hernán Cortés quedó en la historia por los episodios funestos de la matanza de Cholula y del sitio de México. Tras la conquista militar del territorio, se estableció un orden de sociedad basado sobre un desequilibrio entre dos mundos : la república de los españoles y la de los indios. Al iniciarse el proyecto de llegar a las Indias por el oeste, la corona española no tenía el dinero suficiente para financiar la expedición y había tenido que recurrir a particulares. A partir de 1519 hasta mediados del siglo, la conquista fue por lo tanto una historia de triunfo personal por parte de los conquistadores. Nadie pensaba que se acababa de « descubrir » un nuevo mundo y por lo tanto nadie había pensado que se iban a encontrar tantas maravillas « sin dueño ». Ante tantas riquezas, los españoles tuvieron que tomar decisiones sobre la marcha y se dejaron enoloquecer por el afán de poder y de dinero. No vacilaron en maltratar y explotar a los indios de manera sistemática para llegar a sus fines. Los españoles no se repartieron igualmente las riquezas encontradas y muy pocos lograron realmente enriquecerse (se estima a apenas un 4%). Ésos son los que dejaron su nombre en la Historia. La corona tuvo que enfrentarse a la codicia de los conquistadores y a su posición de ventaja al situarse a miles de kilómetros de la autoridad. Para mantener su poder, empezó por imponer que todas las tierras descubiertas pertenecieran a la corona de Castilla y exijó un quinto de los beneficios. Se crearon sistemas de repartición de las riquezas y de las tierras entre los españoles y se organizó la esclavitud de los indígenas a través de los repartimientos y de la encomienda. Sólo fue a partir de la segunda mitad del siglo XVI cuando el poder real empezó a controlar a los conquistadores imponiéndoles una política de protección del indio.   Otra forma de conquista fue la que llamamos conquista espiritual. Se trata de la cristianización de los indígenas. Este fenómeno estuvo ligado a la necesidad de justificar la expansión imperial europea. Había que encontrar un motivo para que la colonización de América pareciera justa. Esta situación problemática provocó muchas interrogaciones que se han de entender según las mentalidades de la época. En efecto, en aquel entonces, se pensaba que si un pueblo era infiel o bárbaro era justo desposeerlo de sus tierras. Hasta los años 1555, la labor de los misionarios era bastante libre e independiente. Pensaban que la educación en el idioma de los indios era la mejor manera de evangelizarlos e hicieron traducciones de los textos fundamentales cristianos a las lenguas vernáculas. A partir de la segunda mitad del siglo, el poder real quiso aumentar su control y restringió la libertad de los misioneros sometiéndoles a la autoridad de obispos. Se decidió que se hispanizaría a los indios en español, dejando de lado las lenguas vernáculas. La cristianización y la hispanización se convirtieron en una función del estado y formó parte del proceso de dominación colonial del siglo XVI. Se destruyó cualquier manifestación de la concepción del mundo prehipánico, el cual se basaba fundamentalemente en una concepción religiosa de la vida. Así desaparecieron poco a poco las antiguas culturas. Sin embargo, para combatir las prácticas y costumbres indígenas, los misioneros estudiaron la estructura interna de las principales lenguas y recopilaron importantes vocabularios con definiciones precisas. También se hicieron muchos estudios etnológicos sobre las costumbres, ceremonias y prácticas religiosas de los indígenas. Estos documentos son fundamentales para los investigadores. Uno de los más importante se debe al misionero franciscano Bernardino de Sahagún. Fue entonces durante la conquista cuando se diseñaron las líneas generales que iba a seguir la Nueva España. Este proceso no se hizo sin daños y es preciso subrayar que durante este período hubo una caída demográfica tan considerable que la población de la Nueva España sólo volvió a alcanzar sus niveles prehispánicos en la segunda mitad del siglo XVIII.  

L'esclavage et l'époque coloniale

Un nouveau système politique s'implanta peu à peu en Nouvelle Espagne. Afin de ne pas laisser les conquistadors prendre trop d'indépendance et de faire respecter le pouvoir royal, des fonctionnaires espagnols, connus sous le nom de gachupines, furent envoyés sur le nouveau continent. Depuis 1535 jusqu'à son indépendance en 1821, la Nouvelle Espagne fut gourvernée par une série de vice-rois, lesquels menaient une vie très luxueuse. Sous leurs ordres se trouvaient des corregidores et des alcaldes mayores, chargés de faire respecter les lois.   Loin du continent américain, la couronne espagnole avait une vision idéaliste de la situation et pensait apporter culture, protection et éducation à une race soumise. Elle mit du temps à s'apercevoir que les conquistadors étaient venus faire fortune en se faisant propriétaires de mines ou d'encomiendas et se montraient despotiques à l'égard des autochtones. La population du centre qui avait connu l'empire aztèque se soumit avec une relative docilité, les travaux forcés et autres impôts infligés par les Espagnols s'inscrivant dans la continuité de leur ancienne société. Cette forme d'esclavagisme entretint la chute démographique tout au long de l'époque coloniale, aggravée par les épidémies, comme la variole ou la syphilis, que les Espagnols avaient apportées avec eux. Lorsque Mendoza arriva au pouvoir en 1535, il adopta à l'égard des indigènes une attitude patriarcale. On le considère d'ailleurs aujourd'hui comme l'un des créateurs du Mexique espagnol. Le roi désirait alors abolir le système des encomiendas mais Mendoza recula devant une mesure si radicale, préférant lutter contre les excès de ce système. Il fixa des règles sur les conditions de travail des amérindiens et interdit de troubler les coutumes indigènes si elles n'étaient pas contraires au chritsianisme. Beaucoup de moyens furent déployés dans l'éducation et on construisit notamment un grand collège à Tlatelolco. Les indigènes apprenaient avec une facilité déroutante qui dérangea rapidement les colons. Ainsi, les Espagnols refusèrent de continuer à enseigner leur savoir aux amérindiens de peur de les voir devenir leurs égaux. Les évangélistes jouèrent un rôle défenseur envers les indigènes et prirent leur défense devant les encomenderos. Le célèbre moine Bartholomé de las Casas prit la défense des amérindiens et collabora en 1542 à la rédaction des Nouvelles lois pour les Indes dans laquelle il était inscrit que toutes les encomiendas devaient prendre fin à la mort de leur titulaire et que l'esclavage serait aboli. Francisco Tello de Sandoval fut envoyé en Nouvelle Espagne afin de faire appliquer ces nouvelles lois. Son arrivée suscita la panique et les colons se révoltèrent. L'application des Nouvelles lois pour les Indes ne se fit donc pas. Même les moines critiquèrent cette réforme, arguant que le sort des amérindiens ne serait pas mieux sous la direction des corregidores que sous celle des encomenderos. Il faut dire que certains religieux étaient aussi intransigeants que les encomenderos. La preuve en est la christianisation forcée et les quelques 12 000 églises qui furent bâties durant l'époque coloniale. Par ailleurs, à l'instar des conquistadors, de nombreux ecclésiastiques s'étaient rendus en Amérique pour jouir d'un pouvoir qu'ils ne pouvaient envisager d'avoir en Espagne.   En 1551, Luis de Velasco arriva au pouvoir. La couronne le chargea d'interdire l'esclavage des enfants et des femmes et de ne permettre celui des hommes que dans le cadre d'une punition. Cependant, une fois encore ces nouvelles règles ne furent pas appliquées de manière visible. Les encomiendas ne furent abolies qu'au XVIIIe siècle. Au fur et à mesure, une sorte de racisme s'instaura, les Espagnols prétendant que la couleur de la peau était un signe d'infériorité. Les écoles pour amérindiens fermèrent peu à peu et ceux-ci ne purent désormais espérer obtenir un poste de fonctionnaire, d'avocat ou de médecin. Les indigènes commencèrent donc à former un peuple prolétarien tandis que les créoles occupaient les postes administratifs. Les descendants des conquistadors profitaient bien souvent des plus hauts postes. Les principales structures économiques surgirent au cours du XVIIe siècle. L'implantation de l'agriculture était difficile à cause des conditions climatiques, le pays connaissant de nombreuses inondations et beaucoup de sécheresses. Désirant accroître le rendement, les Espagnols eurent l'idée de rassembler sous leur contrôle une grande quantité de terres pour y cultiver divers aliments ainsi que du bois et du charbon. Ils contournaient ainsi les problèmes liés à l'exploitation d'une seule et unique culture. Les terres étant censées appartenir à la royauté, il était facile pour les créoles de se déclarer propriétaires en prétendant qu'ils ne faisaient qu'occuper un terrain qui appartenait au roi d'Espagne. L'hacienda s'imposa alors comme la principale unité de production. Certaines tribus qui occupaient des régions reculées et peu attractives ne subirent pas l'invasion européenne et purent garder leurs coutumes, mais ce ne fut pas le cas de la majorité des amérindiens qui furent dépossédés de leurs terres par les Espagnols. Les indigènes durent alors se rendre dans les villes, ce qui contribua à développer le marché. À cause de la crise démographique, les colons avaient du mal à trouver une main d'œuvre fixe. Afin de conserver leurs ouvriers, les hacendados commencèrent par leur octroyer un salaire suffisamment infime pour qu'ils aient recours à des prêts. Avec la chaîne de l'endettement, ils savaient que les employés allaient obligatoirement devoir continuer à travailler dans leur hacienda. Ce système s'institutionnalisa à travers las tiendas de raya qui obligeaient le salarié à dépenser ses revenus à la boutique de son patron. Par ailleurs, les travailleurs se trouvaient dans une situation de subsistance étant donné que la hacienda leur procurait le nécessaire pour vivre. De telles conditions de vie ne les incitaient pas à s'en aller. Ils savaient qu'avec un travail indépendant, ils n'arriveraient jamais à subvenir aux besoins de leur famille. Les centres manufacturiers commencèrent ensuite à apparaître dans les grandes villes. Face à la compétition instaurée par les indigènes qui tissaient leur propre textile, les Espagnols cherchèrent une manière de recruter leur main d'œuvre. Les conditions de travail dans les manufactures étaient beaucoup plus difficiles que celles des travailleurs agricoles. Les créoles eurent donc l'idée d'employer les délinquants et les esclaves noirs qui arrivaient en masse depuis l'Afrique. L'industrie minière vint ensuite alimenter l'économie de la Nouvelle Espagne et compenser les besoins du marché espagnol. Elle eut un rôle central dans l'économie coloniale. Autour des mines se construisirent de vastes haciendas destinées à alimenter les miniers et les bêtes de somme. L'essor minier commença avec la découverte de la mine de Zacatecas en 1545 et se termina au début du XVIIe siècle. Les miniers jouissaient de conditions de travail nettement plus confortables et gardaient une certaine liberté de mouvement. Ils recevaient aussi un salaire conséquent et pouvaient toucher un revenu proportionnel à la quantité de métal qu'ils avaient extrait. Quoiqu'il en soit, l'amérindien fut toujours considéré comme un être assujetti aux créoles. Henri B. Parkes résume ainsi la situation durant la période coloniale : « La Nouvelle Espagne, en un mot, portait le fardeau d'une énorme bureaucratie de gachupines, occupés à sucer les richesses que produisait, en dernière analyse, la main d'œuvre indigène ». Cette situation dura plus de deux siècles, jusqu'à ce que le peuple mexicain reprenne l'énergie qu'il avait connue lorsqu'il avait bâti Tenochtitlan.  

L'Indépendance

Le Mexique resta sous le joug espagnol jusqu'à son indépendance. En 1808, les créoles fortunés, qui désiraient le plus voir l'Indépendance du pays être proclamée, comprirent que la situation de crise dans laquelle se trouvait l'Espagne, envahie par les troupes de Napoléon, était une opportunité à saisir. Le moine Melchor de Talamantes commença à publier des écrits subversifs dans lesquels il affirmait que le pays avait toutes les cartes en main pour prendre son indépendance. Le 16 septembre 1810, Miguel Hidalgo y Costilla, curé de Dolores, fit un discours à la sortie de la messe que les Mexicains appellent le « cri de Dolores » et qu'ils considèrent comme un des points prépondérants de leur histoire. Miguel Hidalgo désirait renverser le gouvernement. Il fut rapidement suivi par des milliers d'hommes, principalement paysans et ouvriers. L'insurection se répandit dans tout le pays. En 1812 et 1813, suite à la promulgation de la Constiution de Cadix en Espagne puis au Mexique, les insurgés reprirent le combat de plus belle. Ils renforcèrent les troupes du curé José María Morelos y Pavón - un métisse qui avait souffert des humiliations infligées aux paysans par les Espagnols - et le 6 novembre 1814, le congrès d'Anáhuac signa « l'Acte d'Indépendance ». Mais le vice-roi Calleja réorganisa rapidement son armée et battut Morelos. La Constitution d'Apatzingan qui avait été proclamée par le congrès ne fut donc jamais appliquée. Morelos fut emprisonné et fusillé le 22 décembre 1815. La lutte indépendantiste souffrait de ne pas avoir de grands chefs derrière qui se ranger mais continuait cependant. En 1820, une autre conjoncture favorable se présenta aux créoles lorsque l'Espagne dut faire face à une révolution de type libéral. Se refusant à appliquer les lois sociales de la Constitution de 1812 que Ferdinand VII se voyait contraint de mettre en place, les créoles cherchèrent une manière d'échapper à l'autorité espagnole. Homme à la fois courageux et cruel, Agustin de Iturbide fut désigné pour représenter leurs idées. La lutte des guérilleros n'était pas terminée et bien que les deux groupes - les riches créoles et les paysans - ne soient pas d'accord sur de nombreux points, ils l'étaient au moins sur le fait de vouloir se défaire de la domination espagnole. Iturbide s'allia donc avec le chef des insurgés, Vicente Guerrero, et tous deux proposèrent le Plan de Iguala, aussi connu sous le nom de Plan des Trois Garanties, à savoir la déclaration d'une religion unique - le catholicisme -, l'égalité des groupes sociaux et l'institution d'une monarchie constitutionnelle. Un nouveau vice-roi, Juan O'Donojú, arriva d'Espagne et signa le 24 août 1821 le traité de Córdoba qui ratifiait le Plan de Iguala : l'Indépendance était effective et le Mexique choisissait le modèle républicain. Guadalupe Victoria fut élu premier président de la République, puis lui succèda Anastasio Bustamente.  

Les invasions

Les premières années de l'Indépendance furent marquées par de nombreuses interventions étrangères, principalement espagnoles et américaines. La récente république était encore chaotique car libéraux et conservateurs n'arrivaient pas à se mettre d'accord. Une réforme libérale fut ébauchée. Alors que la présidence de Bustamente connaissait un grand succès, le général Santa Anna encouragea la population à prendre les armes, obligeant le président à démissionner. Homme de poigne, Santa Anna ne cessa de quitter et de reprendre le pouvoir, toujours dans l'optique de mener sa lutte contre les libéraux. En 1846-1848, le Mexique connut un des épisodes les plus tragiques de son histoire : la guerre contre les Etats-Unis et la perte du Texas. La population anglosaxonne avait récemment augmenté au nord du pays et l'esclavagisme et le protestantisme dont ils faisaient preuve allaient à l'encontre de la nouvelle législation mexicaine. Ce territoire entra donc en rebellion et proclama son indépendance. En 1848, le traité de Guadalupe-Hidalgo démunit le Mexique de la moitié de son territoire en lui retirant les terres de Californie et du Nouveau-Mexique. Santa Anna renonça à la direction des armées et abandonna le pays. Soutenu par l'armée et le clerger, il revint à la présidence pour la dernière fois en 1853 et mit en place un régime centraliste sans élections. Il instaura une dictature, imposa des mesures répressives et expulsa les libéraux les plus influants comme Benito Juárez ou Mariano Arista. Pour s'enrichir, il créa de nouveaux impôts surprenants telle que la taxe pour possession de chien ! L'autre invasion marquante fut celle des Français en 1862. Sous la présidence du libéral Benito Juárez, Napoléon III débarqua au Mexique dans le but de créer un empire latin capable de rivaliser avec la domination anglaise. Maximilien de Hasbourg, archiduc d'Autriche, fut couronné empereur en 1865. Soutenu par les Français et les conservateurs mexicains, il les déçut en refusant d'abolir les lois libérales de la réforme en cours. Juárez reçut l'aide des Etats-Unis et en 1867 les conservateurs furent enfin vaincus. Maximilien de Hasbourg fut fusillé. Le Mexique sortit fier et grandi de cette victoire sur un ennemi jugé si puissant.  

La révolution sociale et agraire (en espagnol)

La revolución mexicana fue el acto fundacional del México moderno y el proceso histórico de mayor importancia desde la conquista. No fue un evento homogéneo sino un enfrentamiento de gran complejidad compuesto por una serie de revueltas campesinas encabezadas por revolucionarios, hombres políticos y militares. Fue un verdadero período de violencia durante el cual se mató a un millón de personas y en que todos los líderes quedaron asesinados. El proceso fue bastante largo ya que cada vez los propios libertarios se convertían en autócratas y en personajes intolerantes. La revolución mexicana se reconoce como la primera gran revolución social del siglo XX. En 1910, Porfirio Díaz llevaba más de treinta años como dictador (1876-1910) y estaba esperando su reelección aunque él mismo había promulgado una ley según la cual se prohibía ser elegido dos veces. Durante su gobierno de ideología positivista, el país había conocido un desarrolllo económico pero también la dominación extranjera y capitalista. La economía había mejorado pero la situación del campesino empeoraba. El 80% de los campesinos no poseían tierras y actuaban como peones en las haciendas. La esperanza de vida al principio del siglo no rebasa los treinta años. No había libertades de expresión y asociación, tampoco el sufragio efectivo e iba aumentando el descontento general.   Francisco I. Madero, un rico terrateniente del norte, liberal e idealista, se dio cuenta de que la política de Díaz otorgaba demasiado poder económico a los extranjeros a costa de las familias ricas como la suya. Quería establecer una democracia por lo cual se impuso a la reelección del dictador. Se apoyó en la clase media nacida de la revolución industrial. Encarcelado, huyó a Estados Unidos y redactó el plan de San Luis Potosí. Llamó luego a la insurrección. El sublevamiento empezó el 20 de noviembre en Chihuaha. El campesino Emiliano Zapata, « El Caudillo del Sur » que luchaba a favor de los intereses del pueblo, encabezó el Ejército Libertador del Sur mientras que el bandido Pancho Villa, conocido como « El Centauro del Norte », se unió a las fuerzas del general Orozco en el Norte. Una verdadera guerra civil que tenía que durar unos diez años acababa de empezar.   En 1911, la lucha había estallado en todas partes y Porfirio Díaz tuvo que dimitir. En octubre, Madero fue elegido presidente pero no se preocupó por lo más importante que era la reforma agraria e hizo reformas tibias. El pueblo empezó a descontentarse. En noviembre, Zapata redactó el Plan de Ayala en el cual presentaba su reforma agraria cuyo lema era : « ¡Pan, tierra y libertad ! ». Quería devolver la tierra a los que la trabajaban. Entre el 9 y el 18 de febrero de 1913, la capital fue el escenario de una lucha sangrientísima. Queriendo acabar con las fuerzas revolucionarias, el general Victoriano Huerta traicionó a Madero, lo mandó asesinar y tomó el poder. Pero tras proclamarse jefe de las tropas constitucionalistas, Venustiano Carranza lanzó el plan de Guadalupe y encabezó un nuevo levantamiento en contra de Huerta, por el cual benefició del apoyo de los Estados Unidos. Pancho Villa y el general Obregón avanzaron hacia México y Zapata se hizo dueño del sur. Huerta abandonó el país en 1914 y Carranza y Obregón entraron en la capital en agosto. Pero los dos constitucionalistas se desunieron y Carranza que seguía con la política centralizadora de Porfirio Díaz tuvo que establecer su poder en Veracruz. En diciembre, Villa y Zapata entraron en la capital pero no supieron qué hacer con el poder ya que más que políticos, eran hombres de la tierra.   En 1917, Carranza fue elegido presidente. Llegó con intenciones sobre todo institucionalistas ya que quería ante todo fortalecer el poder ejecutivo con el fin de protegerse contra los frecuentes golpes de estado de los militares. Ante la presión de Zapata y aconsejado por Obregón, Carranza promulgó la Constitución de Querrétaro en 1917, la cual se considera como la más progresista del mundo antes de la revolución rusa. Pensaba que era la solución para que el pueblo se aliara con su política. El artículo 27 concernía la reforma agraria. Se reconocía la propriedad colectiva a través del ejido (tierra colectiva atribuida a los campesinos) y se declaraba la nacionalización de las regiones petroleras. Fue la primera constitución en instaurar los derechos de los trabajadores, los cuales beneficiaban por primera vez de la protección del Estado, del derecho de huelga y del acceso a la enseñanza. Se redució el poder de la Iglesia al instaurar la escuela laica y al prohibir a los curas los derechos civiles. Los represantantes del poder económico (los banqueros, los proprietarios y la Iglesia) perdieron mucho de sus provilegios a favor de los obreros y de los campesinos. Aunque sólo se aplicó una pequeña parte de la Constitución, las masas populares tomaron conciencia de sus derechos y nació un país democrático. Hay que subrayar que la Constitución de 1917 era difícil de aplicar sin desencadenar muchas tensiones. Los Estados-Unidos detenían muchas de las explotaciones petroleras y estaban dispuestos a ayudar con las armas a los presidentes voluntarios para impedir la nacionalización de las compañías petroleras o a pasar con ellos acuerdos tácitos. Al fin y al cabo, no se puede decir que la presidencia de Carranza haya sido un éxito : además de haber tenido una administración corrupta y un ejército violentísimo, hay que reconocer que los campesinos siguieron muy pobres. El 10 de abril de 1919, Zapata murió acribillado a mando del entonces presidente Venustiano Carranza. En 1920, Obregón hizo asesinar a Carranza, tomó el poder y fundó el P.R.I. (Partido de la Revolución Institucionalista). En 1923, Pancho Villa murió asesinado. De 1924 a 1928, gobernó Calles y en 1928, Obregón fue reelegido pero asesinado enseguida. Hubo de esperar a Cárdenas para ver el petróleo nacionalizado, en 1938. A este período de disturbios hay que añadir el descontento de la Iglesia que, en 1927, habia intentado aliarse con los partidistas del antiguo régimen e había incitado a la nación a tomar las armas en nombre de Cristo Rey, antes de capitular ante la violencia de la situación, en 1929.   Según el escritor Octavio Paz (premio Nobel 1990), la revolución creó una nueva clase empresarial, un nuevo proletariado y, lo más positivo, creó una cultura. Fue una revolución tanto social como cultural ya que se mejoraron las condiciones de trabajo, se desarrollaron nuevos caminos plásticos y se procedió a la educación de los indios por medio del arte. Apareció de pronto la pintura, la novela realista y el arte popular. El muralismo constituye el mejor ejemplo de este surgimiento artístico y permitió a los mexicanos descubrir su presente y su pasado.

 

Pour citer cette ressource :

Sylvia Perrin, "Périodes historiques récurrentes dans la peinture de Diego Rivera", La Clé des Langues [en ligne], Lyon, ENS de LYON/DGESCO (ISSN 2107-7029), juillet 2010. Consulté le 28/03/2024. URL: https://cle.ens-lyon.fr/espagnol/arts/arts-visuels/les-classiques-de-la-peinture-hispanique/periodes-historiques-recurrentes-dans-la-peinture-de-diego-rivera