«La partitura» de Felipe Hernández
La partitura, de Felipe Hernández, ediciones Seix Barral, 1999, 380 p.
La partition, de Felipe Hernández, traduit de l’espagnol par Dominique Blanc, éditions Verdier, 2008, 384 p.
José Medir es un músico que posee la increíble habilidad de detectar sonidos casi imperceptibles para el oído humano. Incluso el más pequeño roce es un caos sonoro para él. A pesar de contar con prometedoras capacidades musicales, es forzado a interrumpir sus estudios y se gana la vida dando clases particulares a las hijas de una pareja de aristócratas. Su existencia transcurre gris hasta el día en que Ricardo Nubla, antiguo director del conservatorio y ahora director del Auditorio de la ciudad, se interesa en él y le hace un peculiar encargo. Dicho encargo consiste en la escritura de una obra musical ajena a toda influencia, diferente a todo lo conocido, una pieza que contenga la esencia de Nubla y que lo haga perdurar incluso después de su desaparición física. Ante tal encomienda José se muestra un tanto reticente pero Nubla logra envolverlo y lo hace caer en una red de la cual le es difícil escapar. José termina cediendo a la voluntad de Nubla pues descubre que las personas más cercanas a él han caído también en la telaraña del tiránico director. El viaje iniciático que supone la escritura de semejante pieza musical culmina en un desenlace de desolación y fracaso, pues esta partitura, nacida del temor, es a final de cuentas la creación de José, es todo lo que él posee.
La partitura de Felipe Hernández es una novela que se sitúa en la delgada línea que separa el realismo de la fantasía. Nos expone, de manera evidente, una variación de la relación entre Fausto y Mefistófeles, como en la famosa obra de Goethe. En este mismo sentido, podemos decir que tiende a la alegoría, pues como es su costumbre Hernández echa mano de referencias religiosas y mitológicas (Cerbero, por ejemplo, en la forma de un perro guardián). En este contexto hace una reflexión sobre el valor del arte, pues el protagonista lleva al extremo el proceso de creación, al grado de intentar igualarse a Dios como creador supremo, dando la vida eterna. Intenta también establecer la relación entre el arte y el alma humana, ya que tanto en el arte como en el alma convergen belleza y horror.
Hernández nos permite disfrutar de su prosa clara y cuidada, pero el texto es de una densidad casi barroca, por lo que no podemos confiarnos a una lectura relajada.
La partitura conjuga las dos pasiones del autor español: música y literatura. Intenta transmitir la idea de que alma y creación son una misma cosa pues, en sus palabras, “el alma es la narración que uno hace de sí mismo”.
Pour citer cette ressource :
Paola Rho Mas, "«La partitura» de Felipe Hernández", La Clé des Langues [en ligne], Lyon, ENS de LYON/DGESCO (ISSN 2107-7029), juin 2014. Consulté le 05/11/2024. URL: https://cle.ens-lyon.fr/espagnol/litterature/litterature-espagnole/bibliotheque/la-partitura-novela-de-felipe-hernandez