"El impostor" de Javier Cercas
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Cualquier novela pasablemente buena tiene un tema visible y un tema invisible; el fundamental es por supuesto el invisible, pero sólo se puede acceder a él a través del visible.
¿Cuál es el tema visible de El impostor?
Se trata de un escándalo ocurrido en España a principios de nuestro siglo, cuyo eco alcanzó hasta el último rincón del planeta. Su protagonista fue Enric Marco, un nonagenario barcelonés que durante casi 30 años se hizo pasar por superviviente del campo nazi de Flossembürg, hasta que fue desenmascarado en mayo de 2005 por un oscuro historiador llamado Benito Bermejo. Cuando esto ocurrió, Marco llevaba más de dos años presidiendo la Amical de Mauthausen –la asociación que reúne en España a la mayor parte de los casi 9000 ex-deportados españoles de los campos nazis y sus familiares-, había pronunciado centenares de conferencias, había concedido decenas de entrevistas y había recibido importantísimos honores y distinciones. En resumen: Marco llegó a ser una auténtica rock-star de la llamada memoria histórica, cuyos discursos sobre su experiencia inventada de los campos nazis conmovían a las audiencias mucho más que los discursos de los verdaderos deportados, como pudo comprobar todo el mundo el 27 de enero de 2005, cuando habló en nombre de todos ellos en el Congreso de los Diputados durante el primer homenaje tributado por el parlamento español a las víctimas del nazismo y consiguió conmover hasta las lágrimas a los parlamentarios reunidos para la ocasión.
Ese es Enric Marco, o esa es la cara más visible de Enric Marco, el protagonista aparente de este libro, su tema visible. El impostor cuenta de entrada su historia: su falsa historia, por supuesto, la historia heroica y sentimental que inventó para ocultar su historia verdadera, y de la que su estancia ficticia en un campo nazi es sólo una pequeña parte; pero también cuenta o trata de contar su historia verdadera, tremenda y prosaica -desde su nacimiento a principios de los años veinte en un manicomio, hijo de una madre maltratada, abandonada y esquizofrénica, hasta su vejez actual de casi centenario y superviviente de su propia leyenda de gran impostor y gran maldito-, una historia en realidad mucho más apasionante que su historia apócrifa, porque es un espejo fidedigno de la tremenda historia de la España del último siglo.
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Ahora bien, si Enric Marco es sólo el tema visible de El impostor, ¿cuál es su tema invisible? ¿De qué habla en realidad El impostor?
Lo más extraordinario de Enric Marco, aparte de su vitalidad milagrosa y su inigualable capacidad histriónica, es que se trata de un hombre radicalmente normal y a la vez radicalmente excepcional. Es radicalmente normal no sólo porque a lo largo de su dilatada vida haya estado siempre donde estaba la mayoría, sino también porque es lo que somos todos; y es radicalmente excepcional porque es lo que somos todos pero lo es a lo grande, de una forma exagerada o hiperbólica, como si fuera lo que todos somos pero iluminado por una monstruosa lente de aumento que nos permitiera vernos en él, monstruosamente. De eso habla El impostor: no de lo que es Marco sino de lo que somos todos, o de lo que somos todos reflejados en el espejo deformante y alucinado de su historia; de esa verdad universal trata El impostor: de nuestro desesperado y humillante deseo de ser a toda costa aceptados, queridos y admirados, de nuestro absoluto rechazo a reconocernos tal y como somos y de nuestra invención permanente de una vida paralela, ficticia y halagadora, capaz de volvernos soportable la vida real, de nuestro conformismo y nuestros embustes, de nuestra insaciable capacidad de decir Sí y nuestra eterna y cobarde incapacidad de decir No, de nuestra hambre feroz de ficción y nuestro doloroso imperativo de realidad, de los montones de mentiras individuales y colectivas que todos, empezando por los españoles, nos contamos a diario, del hecho incontestable de que todos representamos un papel, de que, igual que actores en un escenario, todos somos y no somos lo que somos, de que todos, de algún modo, somos Enric Marco. “De te fabula narratur”, dice Horacio: la historia habla de ti. De eso trata en el fondo El impostor: no de Enric Marco sino de mí, que he escrito su historia; no de Enric Marco sino de quienes la lean, hipocrytes lecteurs, mes semblables, mes frères, y también de quienes no la lean. El verdadero impostor de El impostor no es Enric Marco: soy yo, son ustedes.
Pour citer cette ressource :
Javier Cercas, ""El impostor" de Javier Cercas", La Clé des Langues [en ligne], Lyon, ENS de LYON/DGESCO (ISSN 2107-7029), juin 2019. Consulté le 12/10/2024. URL: https://cle.ens-lyon.fr/espagnol/litterature/entretiens-et-textes-inedits/textes-inedits/el-impostor-de-javier-cercas